Un viaje a las raíces
Por ABEL ROSALES GINARTE y AN XINZHU
Durante su largo recorrido por China mantuvo una relación fluida con los lugareños.
Gustavo Ng es un viajero incansable. La búsqueda de la huella de sus ancestros en China le ha ayudado a descubrir el país. De padre chino y madre argentina, estudió periodismo y antropología. Es conocido en su país por su labor como guionista de programas culturales en la estación radial Radiodifusión Argentina al Exterior, como parte del equipo del diario japonés The Yomiuri Shimbun y de la Revista Ñ, y es autor del blog Bitácora en Buenos Aires. Desde 2011 se dedica a la divulgación de la cultura china en Argentina y América Latina.
Precisamente en su último viaje a China compartió algunas de sus memorias con China Hoy. “Soy argentino. Mi padre, Ping-Yip Ng, nació en Taishan, provincia china de Guangdong, y se radicó en Argentina en 1954. Llegó con un contrato de dos años y al terminarlo muchos de sus paisanos se fueron a Estados Unidos, pero mi padre, junto con un grupo pequeño, decidió quedarse porque, entre otras cosas, se había casado con una criolla. Nací en un pueblo que se llama San Nicolás y en la escuela yo era el único chino. Me decían ‘chino’, pero yo no sabía qué significaba que me dijeran así”.
Creció lejos de su familia china y del país de sus ancestros. En 2007 inició un proyecto de traducción del Dao De Jing de Lao Zi con el artista chino Lo Yuao y el poeta argentino Camilo Sánchez, que quedó interrumpido por el fallecimiento de Lo. Tres años después comenzó a dedicarse a la divulgación de la cultura china en Argentina y América Latina como fundador y editor de la revista de comunicación intercultural Dang Dai (Contemporáneo).
“Se trata de un proyecto de comunicación en pleno desarrollo, que involucra una revista de calidad premium, un sitio web de noticias de actualización permanente, un boletín electrónico semanal, un programa de radio y otros servicios de comunicación”, explica.
Profesores y alumnos de idioma chino, empresarios que hacen negocios con China, funcionarios gubernamentales, académicos y un creciente público general interesado en la cultura y la actualidad de China tienen en Dang Dai un puente de comunicación.
La diversidad cultural de China le ha causado una grata impresión.
Gustavo junto a sus padres y su hermana durante su niñez. Fotos cortesía del entrevistado
Primer viaje a China
Gustavo Ng es hoy una voz autorizada en Argentina para tratar asuntos relacionados con China. En 2013 escribió la obra de teatro Gracias, abuelo, sobre los conflictos generacionales en una familia de inmigrantes chinos en Argentina. Dos años después fue uno de los relatores del documental Arribeños, sobre la inmigración de taiwaneses y cantoneses a Buenos Aires.
En 2015, con 52 años, el sueño de visitar China se hizo realidad. “Estuve 20 años separado de mi papá porque él vivía en Estados Unidos y ese país no me daba la visa. Un día me la dieron y me reuní con él en este tren mío de poder juntarme con mi origen. Ese movimiento fue muy fuerte, traspasó a mi papá y me trajo a China”, rememora.
Recorrió 10.000 km en tren durante dos meses de viaje por 19 ciudades de China. Pero en este viaje de 2017 ha ofrecido conferencias en distintas universidades de Beijing, en las que ha explicado cómo los argentinos ven a China. “Hasta ahora China difunde su cultura de una manera muy generosa y abierta, como ningún otro país lo hace, pero sin preguntarnos qué es lo que queremos saber nosotros de China. Porque lo que quieren saber los argentinos es distinto a lo que quieren saber los norteamericanos, los colombianos o los españoles. Hablo de un diálogo pueblo a pueblo”, defiende.
El Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales, la Universidad Minzu, entre otras instituciones académicas, lo acogieron amistosamente.
Gustavo Ng insiste en la conexión profunda de las raíces. “Soy argentino y chino de segunda generación. Uno no pertenece a una sola nacionalidad. Como chino de segunda generación siento la necesidad personal de unir los dos países, de poder conocer a China y comunicar en Argentina qué es China. En general, los chinos de ultramar tenemos una conexión muy fuerte con la madre patria. En mi caso es el amor a mi papá”, confiesa profundamente emocionado.
Literatura y amistad
China se ha convertido en el centro de la vida de Gustavo Ng. En 2014 escribió Todo lo que necesitas saber sobre China, publicado por la Editorial Paidós, la mayor editorial argentina dedicada a las obras de información. “No es un libro enciclopédico porque no pretende abarcar cada uno de los aspectos de un país tan vasto como China. En cambio, está escrito atendiendo a las preguntas que el público argentino se hace sobre China”. El libro fue lanzado en diciembre de 2015, tuvo un fuerte reconocimiento por parte de la crítica y ha sido bien acogido por el público. Dos años después, la Editorial Atlántida publicó su obra El Año del Gallo de Fuego, un abordaje cultural del horóscopo en la antigüedad china.
Este año, Ediciones del Sauce ha publicado Mariposa de otoño, una serie de relatos que cuentan la historia del reencuentro con su padre y sus orígenes. En estos momentos está centrado en la escritura de 10.000 kilómetros dentro de China, un libro que recoge sus experiencias en el largo viaje que hizo por diferentes provincias del país. Ese año recibió el apoyo de amigos chinos, como el entonces consejero cultural de la Embajada de China en Argentina, Han Mengtang. “Siguiendo las recomendaciones del embajador Yang Wanming hice un recorrido que incluyó las ciudades de Hong Kong, Zhuhai, Taishan, Guangzhou, Yangshuo, Guilin, Chengdu, Urumqi, Kashgar, Turpan, Lanzhou, Xi’an, Beijing y Shanghai”, recuerda.
Se alojó en sitios donde podía tener una relación fluida con sus anfitriones para captar la esencia de la cultura del gran país. Le impresionaron “la pujanza de Chengdu, la grandeza de Xi’an, la magnificencia del paisaje de Yangshuo”. Inolvidables fueron el trato cosmopolita de la gente de Shanghai, el dinamismo de los cantoneses, el mundo de la antigua Ruta de la Seda y de los uigures de Kashgar, la síntesis social de toda la China en Beijing y la extemporánea vida de los pastores nómades del sur de la provincia de Gansu. Será una obra trascendente para una mejor comprensión de China en Argentina y sobre todo otro elemento indispensable en ese largo viaje hacia sus raíces.
Se puede adelantar del libro que testificará las maravillas de un país increíblemente heterogéneo y unificado por una idiosincrasia, un gobierno, el idioma mandarín e impresionantes obras de infraestructura. “Resulta milagroso que en ninguno de los paisajes observados a lo largo de 10.000 kilómetros estuviera ausente una gran obra de infraestructura”, destaca.
En este momento Gustavo Ng trabaja en la redacción del registro del viaje. “No será un libro en abstracto, construido con una mirada neutra, sino que estará escrito desde la mirada de un argentino y un latinoamericano. También será la mirada de un chino de ultramar”.
Es un claro heredero de la magia de los sureños para hacer amigos y conectarse con el mundo. “Una vez que el chino te adopta como amigo te da todo. Eso me emociona mucho y me hace sentir muy bien. Eso me remite a mi papá”, dice. “Hay una forma de hacer amigos que incluye a África, Arabia, China y América Latina, donde la amistad se vuelve lo más importante. Ver que chinos y argentinos o chinos y latinoamericanos se hacen amigos es algo digno de celebrar porque dominan un lenguaje en común: la forma de iniciar una amistad. Me gusta ese tipo de humanidad, me parece auspicioso”, concluye.