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2012-January-31 09:30

Apertura del sistema de seguridad social de China a los extranjeros: ¿Igualdad o mayor carga económica?

Por LIU QIONG

UNA frase es muy popular entre los chinos: Dentro de la casa necesitas el apoyo de tus padres; fuera de ésta, el favor de los amigos. Pero si en la actualidad usted decide venir a trabajar a China, puede tener los mismos derechos que los ciudadanos chinos para acceder al seguro social que cubre la atención médica o los accidentes de trabajo, entre otros contratiempos imprevistos.

Según las Medidas Provisionales de la Seguridad Social para los Extranjeros que Trabajan en China, recientemente aprobadas y publicadas por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social del país en su sitio web oficial, desde el 15 de octubre pasado, los extranjeros que trabajen en China deben estar afiliados a la seguridad social.

Feria laboral dirigida a profesionales extranjeros en Beijing. CFP

Eso significa que las empresas de capital extranjero que cuentan con más empleados de otros países en su plantilla tienen que pagar más dinero por concepto de seguro.

Es obligatorio

Antes de la publicación de las Medidas Provisionales, Wang Jue, asesor de recursos humanos de SFSC (Shanghai Foreign Service Co., Ltd), recibió muchas llamadas de individuos o compañías extranjeras interesados en saber más detalles sobre las políticas concernientes.

De acuerdo con el experto, los extranjeros opinan muy diferente sobre esta nueva política: para los que están decididos a trabajar y vivir durante largo tiempo en China, e incluso casarse con un ciudadano natural, la posibilidad de acceder al sistema de seguridad social es una buena garantía para su futuro; pero a quienes sólo piensan permanecer un máximo de cinco años en el país, y su empresa ya les ha contratado un seguro comercial, no les entusiasma la idea, sobre todo si son ellos los que deben asumir el costo del seguro.

Shanghai, la ciudad china con más residentes extranjeros, promulgó en 2009 los reglamentos sobre el acceso de los ciudadanos de otros países a su sistema de seguridad social, al que podían ingresar igual que los shangaineses y recibir los beneficios de los seguros por asistencia médica, accidentes de trabajo y jubilación.

Carné de seguridad social en China. CFP

Sin embargo, esta regulación no era obligatoria, sino opcional, y desde su entrada en vigor hasta abril de 2011, el número de extranjeros que fue legalmente empleado por alguna empresa en esa metrópoli ascendió a 65.000, de los cuales apenas 100 contrataron el seguro social, equivalente a menos del 0,2% del total. Pero a diferencia de ese reglamento, “las Medidas Provisionales tienen carácter obligatorio”, subrayó Wang Jue.

Li Huaping, abogado del bufete Jia Hua Law Firm, comentó que el nuevo estatuto se aprobó teniendo en cuenta diversos factores. Por un lado, algunos empleados extranjeros, al no darse de alta en la seguridad social, tenían que hacer frente con sus propios recursos a diversos problemas cuando sufrían un accidente de trabajo, y el Estado quiere ofrecer garantías a estas personas; por otro, una cobertura completa del seguro social da a los residentes extranjeros un trato similar al que reciben los nacionales, en correspondencia con las prácticas internacionales, y beneficia el intercambio de personal entre países.

La exportación de mano de obra de nuestro país ha mantenido un crecimiento considerable y su patrón suele ser las sucursales en ultramar de las empresas chinas. A petición de los Gobiernos locales, los empleados chinos tienen que estar registrados en la seguridad social del Estado en el que trabajan, lo que obliga a nuestras empresas a enfrentar elevados costes humanos. Sin embargo, “bajo el actual marco legal se espera alcanzar una cooperación más avanzada en la liberación mutua del seguro social entre China y otros países”, explicó Li Huaping.

En su primer Informe Mundial sobre la Seguridad Social 2010/11, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó que la construcción del sistema de seguridad social es muy importante y urge instaurar un régimen completo de seguridad social en todos los países. Xie Sheng-yuan, catedrático del Centro de Estudios sobre la Seguridad Social de la Universidad de Wuhan, dijo que “como miembro de la OIT, es necesario que China establezca y perfeccione su sistema de seguridad social de cobertura completa, sobre todo en el sentido de la protección de los derechos humanos”.

Más empleados extranjeros, más pago

Sin duda alguna, para las empresas de capital foráneo establecidas en China con más empleados extranjeros, esta política aumenta sus costes humanos. Un ejemplo de ello es el caso de la pensión de jubilación: según las Medidas Provisionales, el trabajador debe abonar la prima con una tasa del 8%, mientras que a la empresa le corresponde aportar con una tasa del 20%, lo que significa una reducción de los ingresos personales y un incremento del coste empresarial.

Según las estadísticas sobre los proyectos mundiales de seguridad social de la Administración de Seguridad Social de Estados Unidos, China se ubica entre los cinco primeros puestos en cuanto al nivel de la tarifa de primas de la pensión de jubilación en una relación de 172 países. Como el salario de los empleados extranjeros suele ser elevado, el aumento del costo de la mano de obra constituye una presión considerable.

El grupo administrativo de la división china de ESPRIT tiene muchos empleados de otros países. Sheng Haosu (Molly), vicepresidenta ejecutiva e inspectora general de recursos humanos de la empresa, indicó que, a partir de 2008, debido a la promulgación de una serie de leyes y reglamentos como la Ley de Contratos Laborales, el nuevo sistema de normas de contabilidad y el sistema de salarios mínimos, la compañía ha asumido más responsabilidades y obligaciones sociales.

“Es una tendencia inevitable que las leyes y reglamentos chinos sean cada día más estandarizados. Algunos jóvenes no dan importancia a contar con un seguro social como la pensión de jubilación y prefieren tener más dinero en mano, contante y sonante. A algunos extranjeros tampoco les parece necesario tener una cobertura de este tipo en China. Pero las empresas no pueden dejar de reglamentar sus conductas con estos pretextos”.

En cuanto al alza del coste humano para los empleadores, Sheng Haosu cree que el verdadero motivo de este incremento no se debe al aumento del salario, las comisiones y el seguro social a los empleados, sino que lo relaciona con el cambio de la estructura empresarial y la calidad del personal contratado, entre otros factores.

Chen Qianfeng, inspectora general de recursos humanos de B&Q China, comparte este punto de vista. “Frente al constante aumento del coste humano, la solución reside en mejorar la administración interna”. Por medio del ajuste de la estructura empresarial se eleva la eficacia, se presta más atención al desarrollo de los talentos, se relaciona el salario y la remuneración con éxitos en el trabajo, etc.

¿Cómo evitar el doble pago?

Eddy, quien trabaja para un medio de comunicación estadounidense, fue acreditada el pasado año en Shanghai. Su empleador en EE.UU. le paga el salario, el seguro médico y la pensión por jubilación. Cuando vino a China compró también un seguro comercial global.

El de ella no es un caso aislado entre los extranjeros que trabajan en China. En julio de 2011, cuando el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social solicitó opiniones a la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai, la presidenta de esa institución, Brenda Foster, expresó su pleno apoyo a la política sobre la participación de los ciudadanos de otros países en el sistema de seguridad social de China y al objetivo de la definición de los derechos y obligaciones legales correspondientes al empleador y al empleado. Pero también aconsejó a los trabajadores foráneos que tomen en cuenta si tienen algún seguro de su país u otros complementos comerciales cuando consideren comprar un seguro social aquí.

Foster trabaja actualmente en la elaboración de algunas sugerencias a su Gobierno, fomentando la firma de un convenio bilateral sobre seguridad social, para evitar el cobro doble de impuestos a quienes están contratados en otro país. “Un convenio de este tipo no solo beneficiará a los ciudadanos estadounidenses que laboran en China, sino también a los chinos que consigan un empleo en EE.UU.”, precisó.

El convenio estipulará que los ciudadanos de los países firmantes no estén obligados a estar registrados en el sistema de seguridad social del país en el que trabajan si ya están inscritos en su país, con lo que evitarían incurrir en un doble pago de obligaciones.

Actualmente, sólo Alemania y Corea del Sur han suscrito acuerdos de este tipo con China, mientras que las negociaciones de esta última con otros países avanzan lentamente. Según Li Huaping, como el asunto afecta los intereses nacionales, siempre existen divergencias en cuanto a la proporción del cobro, el tiempo de inicio, etc.

Otra sugerencia de Brenda Foster es establecer un período de transición, durante el cual los extranjeros puedan decidir el ingreso a voluntad. Esta etapa dará un margen a ambos Gobiernos para negociar, firmar y aplicar el convenio bilateral del seguro social.

En cuanto al seguro médico, Eddy aconseja que China desarrolle más instituciones de servicios en inglés, para que los extranjeros aprovechen mejor sus seguros y, además, se incremente la cantidad de instituciones que ofrezcan esta facilidad.