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2011-October-9 15:49

¿Donarías tu cuerpo a la ciencia?

El gesto del tío Guo afianzó más la decisión de mi madre, quien volvió a convocar una reunión familiar para reiterar enfáticamente su deseo de donar su cuerpo. No sé si fue la conmovedora historia del tío Guo o el firme carácter de mi madre, pero en 2005 ella se inscribió en el Centro de Donación Voluntaria de Cuerpos del Instituto de Medicina Xiehe, que incluía, además, la donación de sus córneas. Llenó un formulario de 4 copias. La donación sólo sería válida con el consentimiento y la firma de los familiares. Y fue así como mi hermana mayor, como ejecutora de la voluntad de mi madre, puso su firma en el formulario.

Hoy, cada vez que veo a mi madre feliz en el asilo, siento el deseo de que el acuerdo nunca se cumpla, aunque sé que me estoy engañando, pues nadie puede escapar a la muerte. Recuerdo que un día, en el asilo, le pregunté con preocupación: “Mamá, si te vas de este mundo y cumplimos tu deseo, ¿dónde podremos conmemorar tu partida? ¿A dónde iremos si te extrañamos? ¿Has pensado en eso?”. Mamá me respondió: “Por lo general, una vez que envían el cadáver a un instituto de medicina, éste es sumergido en un líquido especial por dos o tres años. Gracias a este tratamiento que evita su descomposición es que puede ser empleado en la enseñanza. Al cabo de un año, el cadáver es enviado al crematorio y sus cenizas son enterradas en un cementerio llamado ‘Siempre Verde’. Allá se ha levantado una lápida conmemorativa llamada ‘Vida’ para honrar la memoria de los donantes”.

Mi madre me contó también que en Qingmingjie (Día de la Claridad Pura), estudiantes de medicina, profesores e investigadores científicos acuden al cementerio “Siempre Verde” para rendir homenaje a los silenciosos maestros que contribuyeron con su cuerpo a la enseñanza e investigación de la medicina.

Honestamente, me cuesta mucho aceptar la idea de mi madre. Sin embargo, con el tiempo ha ido cambiando mi visión de la vida. Aún no sé si yo también entregaré mi cuerpo a la ciencia, pero estoy pensando en donar mi córnea para así llevar la luz a alguien que haya perdido la vista. Estoy muy orgullosa de mi madre, pues nos ha dado un buen ejemplo.

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