Abriendo la puerta al bienestar
Sistema de empleo característico de China
La Corporación Delta de Plásticos, de Suzhou, es una empresa que se dedica a la producción y gestión de cables eléctricos cuya cifra de negocios alcanza alrededor de 100 millones de dólares. Más de la mitad de los trabajadores de esta compañía de alta tecnología son discapacitados.
Se trata de una típica empresa china de tipo benéfico, el principal canal para impulsar la colocación de los discapacitados residentes en áreas urbanas desde la fundación de la República Popular China hasta la década de los 90: según la ley, las empresas cuya tasa de empleados discapacitados supere el 25% quedan exentas del pago de impuestos sobre los ingresos, mientras que si esta tasa está entre el 10% y el 25%, quedan eximidas del pago del 50% de los mismos.
Con la aplicación de la política de reforma y apertura, se fortaleció el desarrollo de las empresas locales de carácter colectivo. Según las estipulaciones publicadas por el Ministerio de Hacienda en 1985, las empresas locales de tipo benéfico comenzaban a disfrutar también de la misma prioridad que las de las zonas urbanas. Ello dio inicio a una época dorada para el empleo de discapacitados, con un récord histórico de empleo para este colectivo en los diez años siguientes. En 1995, se contaban más de 60.000 empresas de tipo benéfico, que daban trabajo a 933.000 discapacitados y generaban unos ingresos para el Estado vía impuestos de 6.000 millones de yuanes.
Con la llegada del nuevo siglo, estas políticas preferenciales se abrieron también a las empresas participadas por accionariado, a las privadas, y a las comerciales y de servicios, estipulándose que podrían acogerse a beneficios diversos las compañías que diesen trabajo a un mínimo de diez discapacitados o aquellas en las que el 25% de su plantilla perteneciese a este grupo.