Abriendo la puerta al bienestar
Por LI WUZHOU
Ji Suyuan, de la provincia de Jiangsu, teclea con sus pies.
Abriendo la puerta al bienestar
Por LI WUZHOU
Ji Suyuan, de la provincia de Jiangsu, teclea con sus pies.
En China hay 83 millones de personas que sufren algún tipo de minusvalía, que constituyen uno de los grupos desfavorecidos del país, por lo que es necesario garantizar que aquellos con capacidad para trabajar puedan disfrutar de igualdad de oportunidades, una cuestión complicada en un país con 1.300 millones de habitantes.
China es todavía un Estado en vías de desarrollo, por lo que aún no tiene la capacidad para replicar los elevados beneficios sociales de muchos países occidentales. Pero si es posible conseguir que los discapacitados con necesidades y capacidad para trabajar se conviertan en trabajadores independientes, se puede alcanzar la meta de “igualdad, participación y solidaridad”.
A raíz de la continua exploración de soluciones para el empleo de los discapacitados emprendida desde la fundación de la República Popular China, se ha conseguido dar forma a un sistema de empleo diversificado para este colectivo, que ha permitido que su tasa de empleo llegue al mismo nivel que en los países occidentales, todo un progreso en la causa de los derechos humanos en China.