Motor de formación de profesionales del español
Continúa la alta demanda
La buena tendencia de las relaciones bilaterales, especialmente las económicas, nos muestra que se necesitan más profesionales con conocimientos multidisciplinares y con buen manejo del español. Hoy, la cooperación sino-latinoamericana no se limita al comercio, sino que abarca también la inversión y llega a otros terrenos, como finanzas, energía, agricultura, infraestructura y tecnología. Según estadísticas del Ministro de Comercio de China, el año pasado el volumen comercial sino-latinoamericano sumó 18.368 millones de dólares. En 2009, la inversión directa de China en América Latina llegó a 7.330 millones de dólares, lo que representa el 13% de la inversión total de China en el extranjero. Más de 700 empresas chinas tienen sucursales y operaciones de negocios en América Latina, como PetroChina, Sinopec, Huawei y ZTE, entre otros.
Estos factores marcan la enseñanza del español, especialmente la cooperación bilateral, que se caracteriza por la amplitud de terrenos y la participación social, por lo que ambas partes necesitan expertos que sepan español y sean profesionales de otros rubros, como derecho, finanzas, negocios, inversión, etc. Por ello, es preciso modificar el modelo de enseñanza, la estructura de carreras y el periodo de educación.
Al mismo tiempo, debido a la distancia y a la falta de vínculos históricos y culturales, la imagen de América Latina para los chinos es muy abstracta y vaga, mientras que los conocimientos de los latinoamericanos van a la zaga de la actualidad de China. Bajo la influencia de algunos expertos y medios occidentales, incluso existen malentendidos mutuos. Por eso, es necesario formar profesionales que manejen bien el idioma y conozcan la cultura local para promover el entendimiento e intercambio mutuos. Eso señala la nueva dirección para la formación de profesionales del español, y también ofrece un enorme espacio laboral para los jóvenes latinoamericanos. En los últimos años, jóvenes provenientes de México, Chile, Venezuela y otros países empiezan a procurarse un desarrollo en China, trabajando como profesores de lengua en las universidades o participando en la cooperación comercial bilateral.
Aunque se extiende la formación de profesionales, todavía no se cubre la demanda. Al mismo tiempo, el número de universidades que ofrecen la enseñanza del español y el número de estudiantes de la carrera de español no implican que la formación se adapte a la nueva situación y a los nuevos requisitos del desarrollo de las relaciones sino-latinoamericanas.
En comparación con las relaciones comerciales, en los intercambios educativos todavía hay mucho que hacer, considerando que éste es un eslabón indispensable para el desarrollo de las relaciones sino-latinoamericanas. En realidad, la cifra de estudiantes de intercambio todavía es muy pequeña, de modo que ambas partes tienen que alentar a las universidades, institutos y empresas para crear un mecanismo de formación multifuncional.
De todas maneras, la formación de profesionales del español en China ya está en un nuevo punto histórico y con la profundidad de relaciones sino-latinoamericanas, se puede prever que la demanda seguirá aumentando.