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2011-October-9 11:18

China y sus lazos con el español

En cuanto a la escasez de materiales de estudio, un profesor de inglés logró adquirir una colección de libros de texto de español cuando regresaba de Europa vía la Unión Soviética. Como dichos libros estaban en ruso fue necesario que se tradujeran primero al chino.

La urgencia de conseguir un diccionario español-chino hizo que lo buscaran por todas las librerías de textos viejos. Finalmente, se halló uno compilado por un sacerdote español en Filipinas. Si bien se trataba de un diccionario elemental, fue considerado como un gran tesoro por todos.

Al cabo de medio año, el primer grupo de estudio de español recibió a su primera profesora hispanohablante: Delia Barahona, esposa del pintor chileno José Venturelli, hizo que los estudiantes se relacionaran con el acento latinoamericano. Al año siguiente, por invitación del Instituto de Lenguas Extranjeras, llegó una profesora de español de la Unión Soviética. Al tercer año arribaron otros tres expertos de español, quienes fueron el matrimonio Ataulfo Melendo y María Lecea, y la señora Calvo. La calidad en la enseñanza del castellano se elevó considerablemente.

Los primeros alumnos debían culminar sus estudios en cuatro años, pero, debido a la apremiante demanda, muchos comenzaron a trabajar antes de ello. De aquella promoción, muchos llegaron a ser diplomáticos o especialistas en la difusión de China al exterior.

Luego de graduarse, Huang Zhiliang se disponía a trabajar como traductor de español en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Sin embargo, el Instituto de Lenguas Extranjeras le pidió que fuera uno de sus docentes, en vista de sus sobresalientes notas. En 1958, Huang Zhiliang y otros tres compañeros fueron seleccionados como estudiantes del curso de traducción de alta categoría y llegaron a ser los primeros traductores de español de alto nivel. Esos cuatro jóvenes desplegarían posteriormente un papel importante en sus respectivos campos: Huang Zhiliang y Huang Shikang serían embajadores de China, Liu Xiliang asumiría el cargo de viceministro de Radio, Cine y Televisión y Feng Zhiying llegaría a ser una reconocida traductora de gran experiencia.

Luego del establecimiento en 1960 de las relaciones diplomáticas entre China y Cuba, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió a un grupo de jóvenes a estudiar español en la Universidad de La Habana. Esta delegación comprendía a 10 estudiantes con conocimientos de español –Huang entre ellos– y a decenas de alumnos de la escuela secundaria que desconocían este idioma. Todos ellos fueron los primeros estudiantes chinos de español en el extranjero.

Al regresar de Cuba, Huang comenzó a trabajar como traductor en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo en el que estuvo por 9 años y que le permitió servir como intérprete de muchos líderes del país, como Mao Zedong, Zhou Enlai, Chen Yi, Hua Guofeng y Deng Xiaoping, entre otros. Más tarde llegó a ser, sucesivamente, primer secretario de la Embajada de China en Argentina, cónsul general en Sao Paulo (Brasil), embajador en Nicaragua y embajador en Venezuela.

Luego de retirarse del servicio diplomático, Huang Zhiliang continuó dedicándose a fortalecer las relaciones sino-latinoamericanas. En ese sentido, escribió muchos libros, como Los años de mi misión diplomática en América Latina; Tocar la puerta de Latinoamérica; El redescubrimiento del Nuevo Mundo; Zhou Enlai y América Latina; Brasil, país de samba, entre otros. Además, ha traducido al chino numerosas obras como Maestra voluntaria, El Señor Presidente, La colmena, La forma de la noche, entre otras.

Al recordar sus 60 años de lazos con el español, Huang Zhiliang se siente muy satisfecho: “En los primeros años de la República Popular China ningún país latinoamericano había establecido relaciones diplomáticas con nosotros, pero hoy la gran mayoría de estas naciones ya lo ha hecho. Antes casi no había comercio bilateral entre China y América Latina, pero hoy el volumen anual de éste ha sobrepasado ya los 180.000 millones de dólares”. El sacrificio de hombres como Huang Zhiliang hizo posible esa transformación.