Cuando estudiar es un sueño cumplido
La vida de Drolma experimentó un giro radical en 2007, cuando en las zonas urbanas del Tíbet se empezó a aplicar la educación obligatoria y gratuita para todos los niños en edad de escolarización, algo que antes, junto con alimentación y alojamiento, sólo se facilitaba a los hijos de campesinos y pastores. Al año siguiente, Drolma regresaba a Lhasa a vivir con sus padres y empezaba a estudiar en la misma escuela que su hermana menor, Celhamu. Hoy, cada mañana, Tashi Lam acompaña a sus dos hijas a la puerta de la escuela de Jebumgang, del distrito de Chengguan, que se encuentra en la populosa Calle Central de Beijing, conocida por ubicarse aquí el Templo Ramoche.
Del analfabetismo al bilingüismo
La escuela primaria de Jebumgang se ubica en uno de los puntos de mayor altitud del planeta, pero, a pesar de estar tan cerca del cielo, sus 2.000 alumnos conocen muy bien las expresiones más “terrenales” y modernas por el contacto frecuente que mantienen con la escuela primaria Ritan de Beijing.
Tashi Lam sólo pudo estudiar durante tres años en una escuela para hijos de pastores, donde el mobiliario era tan viejo que no hubiera desentonado en una tienda de antigüedades. En esos tres cursos, le dio tiempo a dominar el pinyin (el sistema de transcripción fonética del chino), 30 consonantes del tibetano y la gramática básica. “Soy mucho más afortunada que mis padres”, suspira Tashi Lam.
Los padres de Tashi Lam nunca tuvieron la oportunidad de estudiar. Él falleció tempranamente, con sólo 50 años, mientras la madre continúa viviendo en su aldea natal. En una ocasión, la anciana estuvo residiendo durante casi tres meses en Lhasa; cuando salía a la calle, ni siguiera podía leer los letreros de las tiendas. Pero si la abuela es analfabeta y Tashi Lam se considera a sí misma como semianalfabeta, sus hijas tienen mucha más suerte.
Sin duda, la alegría de la casa es la pequeña Celhamu, que, desde el primer día, no ha faltado ni a una sola clase. El tibetano y las bellas artes son sus asignaturas favoritas y su profesor de tibetano es para ella todo un erudito.
