Cuando estudiar es un sueño cumplido
areas domésticas, Celhamu sale a jugar por su barrio de Lhasa, la capital de la región autónoma del Tíbet, y siempre regresa a casa cansada y sucia después de tanto correr; allí está su hermana, que prefiere sentarse con sus amigas a ver telenovelas coreanas. Celhamu y Drolma son hijas de Tashi Lam, cuya familia reside en un apartamento común y corriente de un edificio de cuatro plantas del barrio de Gyrai, cerca de la popular y populosa calle comercial de Bargor.
Tashi Lam es la hija de una familia de campesinos tibetanos; sus padres, que no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela, siempre se han dedicado a labrar la tierra. La cosecha de qingke, un tipo de cebada de altiplano que crece en el Tíbet y en Qinghai, constituía la única fuente de ingresos para la familia. Sus padres siempre habían previsto para Tashi Lam un destino similar, pero ella, impulsada por la insatisfacción que le provocaban estas condiciones de vida, decidió seguir otro camino.
Tashi Lam ha cumplido ya los 40, pero aún recuerda bien sus primeros y difíciles años en Lhasa. Hace 20 años, animada por la certeza de que iba a conseguir una vida mejor, Tashi Lam salió de su pueblo natal junto a otros vecinos. Tras caminar durante varios días, llegó al poblado de Bayi, en la prefectura de Nyingchi, donde consiguió trabajo encargándose de cuidar los bueyes de un jubilado de la localidad. Más tarde, cuando éste decidió mudarse a Lhasa, la llevó con él. Un año después de llegar a la capital regional, Tashi Lam encontró su primer empleo, como camarera en una casa de té, con un salario de 90 yuanes al mes.
A los 27 años, Tashi Lam tuvo a su primera hija, Drolma. Sin embargo, poco después, debido a sus dificultades económicas, se vio obligada a dejar a la bebé de ocho meses al cuidado de su madre, en su aldea natal. Como ni ella ni su esposo, Tsering Dorje, habían disfrutado de la oportunidad de acudir regularmente a la escuela, Ta-shi Lam siempre consideró especialmente importante el proporcionarles a sus hijas una buena educación.
