Jóvenes portugueses protestan contra "retroceso de la civilización"

LISBOA, 23 abr (Xinhua) -- Un grupo de jóvenes que nacieron después del 25 de abril de 1974 se unieron hoy para suscribir un manifiesto contra lo que consideran que es el "retroceso de la civilización" en Portugal, ante la precariedad laboral y la falta de inversión en los derechos adquiridos en la Revolución de los Claveles.

Los inconformes consideran que se están perdiendo muchos de los derechos sociales conquistados en aquella revolución pacífica, en la que no se dio ni un único disparo, ya que los civiles colocaron claveles rojos en los fusiles de los militares en señal de su oposición a la Guerra de Ultramar, informó la prensa local.

El 25 de abril de 1974 -el lunes se cumplen 37 años- los capitanes del ejército portugués, que durante más de una década disputaban una guerra colonial en Angola, Guinea Bissau y Mozambique, dieron un golpe de Estado que fue secundado por la población civil.

La denominada Revolución de los Claveles puso fin a la guerra, acabó con la dictadura salazarista (de Antonio de Oliveira Salazar), representada en aquel momento por Marcelo Caetano, y trajo la democracia al país.

A dos días de las conmemoraciones de la histórica fecha, más de 60 portugueses, nacidos después de esa fecha, por lo que se consideran "hijos de abril", se han juntado para redactar el documento.

El manifiesto se titula "Lo inevitable es inviable", y ha sido firmado por artistas, estudiantes, desempleados, activistas de las mujeres y los inmigrantes y jóvenes precarios, entre los que se encuentran los responsables del grupo "precarios inflexibles" y de la "generación à rasca (en apuros)", organizadores de la multitudinaria manifestación del pasado 12 de marzo en la capital portuguesa.

Entre ellos se encuentra el escritor José Luis Peixoto, la compositora Celina Piedade, la jurista Marta Rebelo y el humorista Jel, del grupo Homens da Luta, que representará a Portugal en el próximo Festival de Eurovisión.

Con este manifiesto pretenden lanzar un "grito de alerta" contra la idea de que "sólo hay una salida para los problemas que atraviesa el país", y se oponen a que esa única salida sea la de la "austeridad".

Según los "hijos de abril", los problemas a los que se enfrenta Portugal son "la tendencia para precarizar las relaciones laborales, disminuir la inversión en el empleo, debilitar o desmantelar el Estado social con recortes en sanidad, educación y protección social", enumeran en el manifiesto.

Por ello, los suscriptores reclaman alternativas que no afecten a la evolución de la civilización y no supongan un "retroceso" a ese nivel.

"Existe en Portugal un peligro difícilmente reversible en términos de derechos económicos, cívicos y sociales", concluye el documento, por lo que los jóvenes no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados.