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2017-November-16 10:31

Realizan en Beijing Semana de Literatura Mexicana

Los escritores mexicanos durante la mesa redonda en la Universidad de Beijing compartieron con reconocidos traductores chinos.
 

Por RAÚL LÓPEZ PARRA*

Gonzalo Celorio, Hernán Lara y Jorge Volpi, escritores y catedráticos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), participaron en la Semana de Literatura Mexicana, evento organizado por la Sede UNAM-China (Centro de Estudios Mexicanos), en conmemoración de su quinto aniversario y los 45 años de relaciones diplomáticas entre México y China.

Los tres escritores han combinado su pasión por las letras con su vocación académica, y han formado a jóvenes tanto en las aulas como con sus obras, las cuales han sido reconocidas con diversos premios, indicó en la inauguración de la semana literaria, Guillermo Pulido, director de la UNAM-China.

Las actividades comenzaron en la Universidad de Beijing con el Simposio de Literatura Mexicana y China. Los académicos dialogaron en un formato de mesa redonda con algunos de los más destacados literatos, hispanistas y traductores chinos, entre los que se encuentran Zhao Deming, traductor al chino de obras de Carlos Fuentes, Mariano Azuela, Sergio Pitol, Alfonso Reyes por mencionar algunos; y Zhao Zhenjiang, quien se ha dedicado a la traducción de poesía hispanoamericana, particularmente de Octavio Paz.

Jorge Volpi, quien también es coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, se refirió a la literatura mexicana como una familia con una gran cantidad de miembros, con encuentros, desencuentros y disputas por la herencia literaria, en la que los pilares son Juan Rulfo y Juan José Arreola, uno en la novela y el otro en el cuento, junto con Rosario Castellanos. Ellos son la primera generación de escritores que respondió al proceso revolucionario y aunque sus obras son consideradas el estilo por antonomasia de lo mexicano, en realidad se oponían al discurso nacionalista de la época, a través de su imaginación. “Todos los escritores mexicanos somos herederos directos de ellos”, consideró el autor de En busca de Klingsor (1999).

 

Junto a una estatua de Cervantes en la Universidad de Beijing.
 

En tanto, Hernán Lara observó dos momentos históricos del siglo XX, la Revolución Mexicana y el Movimiento Estudiantil del 68, que fueron un parteaguas para el desarrollo de la literatura mexicana porque cambiaron no solo al sistema político, sino también al mundo artístico y literario. Lara, autor de Península Península (2008), consideró que las historias que ocurren en el campo mexicano siguen tan vigentes como las novelas en entornos urbanos. Gonzalo Celorio abundó que desde la independencia de España, los escritores mexicanos del siglo XIX buscaron la identidad nacional mediante la emancipación cultural en una lengua que se sentía extranjera, como el español, pero que fue apropiada por los latinoamericanos.

A mediados del siglo pasado, los escritores siguen ventilando el tema de la identidad nacional, entre ellos Octavio Paz en el Laberinto de la soledad (1950), pero fue Carlos Fuentes quien en su primera novela, La región más transparente (1958), resuelve el problema de identidad porque no se detiene en los elementos que nos unen, sino en los que nos diferencian. "Gracias a Fuentes ya no necesitamos ningún pasaporte de identidad nacional para viajar por el mundo de la literatura". La Generación del Crack (a la que pertenece Volpi) rompió con el realismo mágico, con el boom latinoamericano, refirió el autor de Amor propio (1992).

Hernán Lara comentó que tras el éxito literario y editorial del boom, escritores como él y Celorio, ambos de la generación que vivió el 68, tuvieron un escenario más complicado para alcanzar los niveles de visibilidad en su literatura, además de que las técnicas narrativas y la experimentación del lenguaje en las novelas del realismo mágico se habían sobresaturado.

Volpi observó que su generación publicó libros sin ninguna intención de cuestionar lo mexicano. Algunas de las novelas ocurren en Alemania, en la Unión Soviética o en cualquier otro lugar imaginario. Indicó que el tercer momento histórico clave y definitorio para la literatura mexicana actual es la guerra contra el narcotráfico, iniciada en 2006, la cual abrió paso a la narcoliteratura. Para las siguientes generaciones, el narco y todos los tipos de violencia que se viven en México son temas ineludibles.

Los catedráticos coincidieron en que actualmente existe una diversidad de voces y estilos narrativos que enriquecen las letras mexicanas. Los escritores también participaron en un conversatorio con estudiantes y catedráticos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing (entidad que aloja a la Sede de la UNAM), considerada la cuna del hispanismo en el país asiático. El profesor Zheng Shujiu presentó el anuario de autores hispanoamericanos, que abarca de 1980 a 2000. Al encuentro asistió Liu Jian, uno de los principales estudiosos de la lengua española en China.

En otra actividad en el Instituto Cervantes de Beijing, los universitarios hablaron sobre el proceso creativo de la escritura, en una mesa moderada por Wei Ran, traductor de obras literarias de Gabriel García Márquez y Bioy Casares. Finalmente, el cierre del diálogo literario fue en la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, donde Celorio y Lara disertaron sobre la obra de Juan Rulfo, conmemorando los 100 años de su natalicio. En la ocasión, la profesora Mónica Ching habló de la influencia que Pedro Páramo (1955) ha tenido en algunos escritores chinos. A las actividades asistieron autoridades de las universidades participantes, así como de la Embajada de México en el país asiático.

 

Guillermo Pulido (derecha), director de la UNAM-China, reconoció que los autores mexicanos que visitaron China son gigantes de la literatura en español.
Fotos cortesía de la UNAM-China.
 

Deuda con la literatura china

La visita de los catedráticos a China representó una oportunidad para que el público, estudiantes y profesores conozcan a los autores mexicanos contemporáneos y se abra la puerta a escritores jóvenes. Los escritores reconocieron la labor y dedicación con la que los hispanistas chinos han estudiado y traducido la literatura de nuestro país.

Indicaron que existe una deuda con la literatura china para que se conozcan sus obras en el mundo hispanohablante y particularmente en México. Ello obedece a la falta de traducciones al español y al reducido número de lectores en comparación con el tamaño de la población.

No obstante, desde la Universidad Nacional se realizan esfuerzos para incrementar el estudio de la cultura y literatura china, como ejemplo la creación de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción de la UNAM, comentó Volpi. Por su parte, Lara, quien dirige la Colección Nuestros Clásicos de la UNAM, dijo que están interesados en que la novela china Sueño en el Pabellón Rojo (1792) sea incluida en el catálogo universitario.

De forma paralela a las actividades académicas, el titular de Difusión Cultural sostuvo una serie de encuentros institucionales para explorar proyectos conjuntos con la Academia Central de Bellas Artes de China, el Conservatorio Central de Música y la editorial Commercial Press (editora de La visión de los vencidos). Esta es la primera Semana de Literatura Mexicana que la Coordinación de Difusión Cultural realiza con una sede de la UNAM en el extranjero.

*Raúl López Parra es especialista de Comunicación y Prensa de la Sede UNAM-China (Centro de Estudios Mexicanos).

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