Por JUAN CARLOS AGUILAR*
Tras los pasos de la noticia
La periodista mexicana Edna Alcántara en la redacción de la Agencia de Noticias Xinhua.
Miércoles 14 de junio. Desde muy temprano, la periodista mexicana Edna Alcántara sigue de cerca la noticia del terremoto que ha sacudido la costa de México y el suroeste de Guatemala. A la par, revisa y toma notas sobre la próxima Asamblea General de la OEA. Se trata de una mañana agitada que la ha obligado a cambiar sus planes. No le sorprende, ella sabe de eso. “En este oficio no hay horarios”, afirma con la tranquilidad que le dan sus 24 años de experiencia profesional.
A los 16 años, Alcántara comenzó a dividir su tiempo entre sus estudios de preparatoria y el periodismo, un oficio que desde muy joven aprendió a amar gracias a su padre, también periodista. Así, con su pasión definida, inició su carrera por las redacciones de diferentes agencias internacionales, para las cuales ha trabajado desde 1993.
Ahora mismo se encuentra en la redacción de la Agencia de Noticias Xinhua, medio para el cual trabaja desde hace dos años y medio, y que ha significado un modo de coronar su exitosa carrera. Esta nueva aventura, además de retos profesionales –como entender el modo de trabajar chino–, también ha implicado para ella desafíos personales: ha debido compenetrarse con la política y la cultura del país asiático, y ahora mismo toma clases de chino.
Aunque explica que, en esencia, el trabajo informativo es el mismo que se realiza en cualquier otra agencia internacional, asegura que trabajar en Xinhua es una experiencia muy diferente que le ha dado un gran desarrollo profesional.
“Siempre he sido corresponsal de agencias internacionales, pero todas han sido de Occidente. Así que estar en una agencia china es algo muy distinto, comenzando por la cultura y el idioma. Eso es enriquecedor. Por otro lado, hablamos de que China es la segunda potencia económica del mundo”, comenta orgullosa Alcántara, quien regularmente cubre las fuentes de política y economía, aunque también la de cultura.
Estar en Xinhua –puntualiza– le ha permitido trabajar en asuntos de interés internacional, como los relacionados con China y su presencia en Latinoamérica. De hecho, a unos meses de entrar a la agencia, su prueba de fuego fue una cobertura en la ciudad mexicana de Guadalajara sobre un significativo intercambio empresarial entre China y México.
“Se trató de un foro que se realizó con la intención de reforzar las relaciones comerciales entre ambos países. Participaron empresarios, diplomáticos y funcionarios, con la idea de atraer mucha más inversión”.
A partir de entonces, su crecimiento alcanzó nuevos bríos. Si bien ya tenía un largo historial de destacadas entrevistas con los últimos cuatro presidentes de México, así como con diplomáticos, empresarios, deportistas y reconocidos escritores como Octavio Paz, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, su trabajo en la agencia china le permitió hacer también investigaciones de profundo interés social.
“He tenido un crecimiento profesional porque les interesan mucho más los reportajes, ir más allá, y eso a cualquier periodista le gusta; eso es lo que me ha dado Xinhua”, expresa Alcántara, quien recuerda una de sus investigaciones.
“Hice un reportaje sobre los migrantes que viven en los albergues. Lo titulamos ‘Paraíso de día, infierno de noche’. Y es que en la noche a muchos chicos les venden diferentes drogas, es una cosa impresionante. Xinhua reveló que los badboys, los chicos malos, son también estadounidenses. Dicen que son mexicanos y les echan a la frontera”, añade.
Metodología y organización
En su opinión, la principal cualidad del modo de trabajar de los chinos es su gusto por la planeación. Así lo ha vivido en Xinhua, donde trabajan con una agenda semanal, dando prioridad a los reportajes y las entrevistas.
“Son muy organizados, muy metódicos y muy puntuales también. Buscan la perfección y eso siempre será un plus. Pienso que por eso los chinos han progresado bastante en los últimos años”.
“Debo decir que también son muy laxos, no tienen una mentalidad cuadrada y en ese sentido son muy receptivos. Comparten e intercambian ideas. Quizá hay algunos temas que no conozcan, pero siempre están ávidos por saber, por preguntar, por investigar. Los chinos van más allá y definitivamente creo que eso los ha ayudado a progresar en diferentes áreas”, señala Alcántara, quien ha trabajado en agencias de Francia, Alemania, Inglaterra y España.
-¿Cómo es la organización del trabajo en Xinhua?
-Normalmente se tiene una agenda establecida. Debido a que mi fuente es política, es común que tenga algún evento, informe o presentación relacionado con este tema. Trato de ajustar mis horarios para cubrir todo. Si tengo un día completo de eventos, mando mis notas desde donde estoy, con la tableta o el celular. Pero, como sabes, realmente no hay horarios. Hoy, por ejemplo, hubo un terremoto.
“A veces hay días buenos, llenos de satisfacciones, en los que te gustó el artículo que escribiste; otros días, no tanto, porque a lo mejor no conseguiste una entrevista. Como quiera que sea, los que somos periodistas nos casamos con esta profesión, es parte de nuestra vida cotidiana y cada día nos levantamos con el ánimo para cubrir, informar y finalmente ser el vínculo entre los que generan la información y los que la reciben, los lectores”.
Además del entusiasmo que experimenta cuando escribe una gran historia de vida, Alcántara evoca otro momento igual de satisfactorio: ver el trabajo publicado en decenas de medios de diferentes países, gracias a los alcances de la agencia.
“Es una profunda satisfacción saber que la gente se interesa por tu trabajo. Es cuando dices: ‘Bueno, hice bien la tarea’”, responde mientras prepara una entrevista que realizará en un par de horas en las oficinas del Partido Revolucionario Institucional, el partido oficialista de México.
Sobre los dos años y medio de trabajar en Xinhua, Alcántara afirma que han sido “enriquecedores y mágicos”. “Te confieso que el primer día tuve un poquito de temor de cómo sería el reto de trabajar en un medio chino. Pero, al final de cuentas, por el lado profesional, la información va sobre un mismo camino”.
“Por el lado más personal, yo creo que los chinos y los mexicanos tenemos muchas cosas en común. Me siento afortunada de haber sido invitada a que confíen en mi trabajo, en mi experiencia. Me están aportando y enriqueciendo con sus visiones y manera de trabajar”, finaliza Alcántara, quien debe salir corriendo a hacer su próxima cobertura. Termina la entrevista.
Por lo pronto, ahora tiene un único desafío en la mente: entrevistar al presidente de China, Xi Jinping.
*Juan Carlos Aguilar es periodista. Desde hace 13 años colabora en medios impresos y electrónicos en México. Se ha especializado en la cobertura de asuntos políticos, sociales y culturales.