Deng Zhonghan y la producción del chip chino
“Parado en la tribuna de invitados y viendo pasar autos engalanados, sentí que cincuenta años después de la fundación de la República Popular China habíamos logrado enormes frutos en los terrenos de la industria, la agricultura, la defensa, la educación, etc. Así que me emocioné y me avergoncé a la vez. Había elaborado muchos chips de muy buena gama, pero no había hecho ninguno para mi propia patria. Fue en aquel entonces cuando tomé la decisión de retornar al país”. Deng Zhonghan, vicepresidente de la Asociación de Ciencia y Tecnología de China e integrante de la Academia de Ingeniería de China, recuerda muy bien aquel momento.
Nacido en la ciudad de Nanjing, provincia de Jiangsu, en septiembre de 1968, Deng se graduó de la universidad en 1992 y luego se especializó en la filial de la Universidad de California en Berkeley. Obtuvo tres títulos académicos (doctor en ingeniería electrónica, licenciado en administración económica y licenciado en física) y fue el primer académico que involucró tres carreras (física, industria y comercio) en 130 años de existencia de dicho centro de estudios. Luego de trabajar un año en IBM, estableció su propia empresa, Pixim.
El 1 de octubre de 1999, como representante de los estudiantes chinos en Estados Unidos y por invitación del Gobierno chino, Deng Zhonghan volvió al país para asistir a la celebración por el 50° aniversario de la fundación de la República Popular China, y ofreció clases a los dirigentes del Gobierno Central responsables del campo de la ciencia y la tecnología –entre ellos a Li Lanqing– sobre el panorama internacional de entonces y las perspectivas de Silicon Valley en el sector IT (tecnología de la información).
Unos días después, el 14 de octubre, Deng registró en Zhongguancun la empresa Vimicro, lo que marcó su emprendedor regreso al país.
En el primer año, Deng Zhonghan apuntó al sector de los chips digitales multimedia. Introdujo una inversión de riesgo y un sistema de opciones sobre las acciones de la empresa y fijó la estrategia de desarrollo global.
En 2001, se produjo el primer chip de circuito integrado a súper escala de China, el cual fue reconocido en poco tiempo por el mercado. Los ordenadores, las computadoras portátiles y los teléfonos móviles de firmas renombradas de dentro y fuera del país, como Sony, Samsung, HP, Dell, Lenovo, Huawei, ZTE, entre otros, lo adoptaron en grandes cantidades. Hoy en día, los chips producidos por Vimicro ocupan más del 60% del mercado global en su sector.
El 15 de noviembre de 2005, Vimicro comenzó a cotizar en el mercado bursátil Nasdaq de Estados Unidos, convirtiéndose en la primera empresa de alta tecnología de la parte continental de China que cotiza valiéndose de una tecnología núcleo. En la ceremonia de cierre de aquel día, Deng Zhonghan firmó su nombre, la primera firma en chino en la historia de la Nasdaq.
Al referirse al futuro, Deng Zhonghan señala: “Hemos logrado poner fin a la historia china sin chip, pero tengo un sueño aún mayor. Deseo que llegue el día en que China se convierta en el primer país en ciencia y tecnología”.
“El PIB de China es hoy el segundo a nivel mundial y la inversión en ciencia y tecnología ocupa el segundo lugar en el planeta. Los logros científicos y tecnológicos han cimentado una sólida base para la posición internacional y la imagen de China en el mundo. China se está superando”.
Deng Zhonghan sostiene que el sueño chino tiene un significado diferente al sueño americano. Este último se orienta más a un plano individual, mientras que el sueño chino concierne a un ideal de revitalización de la nación y a un espíritu. China todavía se encuentra en vías de desarrollo y necesita unir fuerzas en aras del desarrollo y la consolidación del Estado y la nación.
“Las experiencias me indican que solo si se vincula el porvenir y el destino personal con los de la patria, se podrá obtener una vida de mayor valor sin arrepentimientos”. Y añade: “Estoy plenamente convencido de que llegará el día en el que la ciencia y la tecnología de China primen en todo el planeta. Solo en ese momento podré decir que he logrado materializar mi sueño chino”.