LA ciudad de Yichun se sitúa en el noreste de la provincia de Heilongjiang. Un río con el mismo nombre de la provincia la separa de Rusia. Es una ciudad forestal hermosa, también una base importante de la producción de madera en China. Entre las muchas especies de árboles que crecen aquí se destaca el pino de Corea, o pinus koraiensis, por lo tanto la ciudad también es conocida como el pueblo natal de esta planta.

Su terreno está cubierto de una vegetación exuberante, sobre todo en el parque forestal, donde se generan hasta 50.000 iones negativos de oxígeno por centímetro cúbico. Es muy atractivo por su aire fresco para turistas que escapan de la vida de las grandes ciudades y buscan la tranquilidad.

En medio de la lluvia con sol

Los múltiples modos de transporte a Yichun desde Harbin, capital provincial de Heilongjiang, incluyen ferrocarril, autopista y vía aérea. Mis amigos y yo elegimos la opción más accesible: viajar conduciendo cuatro horas en coche.

Yichun se encuentra en el interior de las cordilleras Hinggan Menor, por eso, aunque sólo era a principios de septiembre, nos pareció que ya hacía un poco de frío en la provincia más septentrional del país. A medida que nos acercamos a las montañas, los colores de las hojas barridas por el viento en los campos, a ambos lados de la carretera, iban cambiando de verde oscuro a tonos más claros y, finalmente, a dorado.

El tiempo era impredecible. A pesar del sol radiante, de pronto vimos acercarse una nube de lluvia, y enseguida comenzó a caer agua. Sin embargo, el camino delante estaba completamente seco. Un amigo lugareño me explicó que éste es un fenómeno normal porque se trata de una ciudad montañosa. Esta es la razón por la que casi todas las personas que se ven por la calle llevan paraguas.

Gracias a la ausencia de industria pesada, Yichun no sufre ninguna contaminación, y ahora el aguacero limpió aún más el aire.

La formación por eones de Hinggan Menor ha creado maravillas geológicas. Por ejemplo, el bosque de piedras de granito en la zona paisajística de árboles y piedras del Parque Nacional del Río Tangwang, que es el primero de su tipo aprobado por el Estado, es una formación terrestre más típica del período geológico indochino.

Cuando me hablaban del bosque de piedras, yo imaginaba encontrar bloques de piedras extrañas como los de Yunnan. Pero al llegar al parque, donde se encuentra el origen del río Tangwang, lo primero que me sorprendió fue su vegetación frondosa, que incluía más de 110 valiosas especies de árboles. Entre ellos, el pino de Corea, el de mayor presencia en la zona.

El pino de Corea es endémico de Hinggan Menor, y Yichun cuenta con el mayor bosque primitivo de este árbol. El 60 % de los ejemplares de esta planta, a nivel mundial, se encuentra en China y, dentro del país, el 80 % de los árboles de esa especie crecen en Yichun.

En tanto que el famoso bosque de piedras se encuentra, principalmente, en las secciones del centro y el sur del parque. Al entrar en la zona sur, enseguida se ve el llamado paisaje de la Grieta del Cielo - dos rocas de lado a lado con un espacio en el medio con ancho suficiente, sólo, para que pase de lado una persona. Muchos visitantes intentaban entrar y salir entre estas dos piedras, y desde allí sólo se veía una pequeña porción del cielo azul, como una grieta; de ahí su nombre. Otras rocas dispersas en el parque incluyen otra que tiene una figura muy parecida a un Buda y varias más que se asemejan a ciertos animales, por eso tienen casi todas sus propios nombres.

Nuestro guía nos dijo que, hace 250 millones de años, esa región era un océano. Los movimientos de la corteza terrestre expusieron gradualmente algunas secciones del lecho marino que llegaron a convertirse en monolitos. A lo largo de este dilatado proceso, crecieron árboles y proliferaron alrededor de ellos, convirtiéndose en el llamado bosque de piedras de hoy. Estos colosos de granito han permanecido allí como guardianes durante millones de años en esta apartada tierra, resistiendo los vientos fríos de los largos inviernos.

Después del almuerzo, nos fuimos al Parque Forestal Estatal de Wuying, de 141 kilómetros cuadrados de superficie, que constituye la mayor reserva natural del pino de Corea. Los árboles aquí son una mezcla de especies de coníferos y de hojas anchas. Los pinos de Corea más viejos tienen más de 500 años.

Los visitantes pueden pasear por el parque a pie o tomar autobuses eléctricos. Una carretera de 17 kilómetros de longitud en forma de “8” comunica los principales puntos de atracciones del parque, incluyendo una sala de 600 metros cuadrados que exhibe especímenes de la fauna y la flora, una torre de vigilancia de incendio de 47 metros de altura, un área de “baño” forestal, y el lago Tianci (Enviado del Cielo).

La espectacularidad de los pinos de Corea que vimos en el Parque del Río Tangwang no redujo de ninguna manera nuestro asombro al ver el bosque primitivo de esta planta en el Parque Wuying. Nos sentimos como en un cuento de hadas, paseando por el bosque primitivo. A través de las ramas y las densas hojas de los árboles, el sol brillaba sobre nosotros y las hierbas. El aire emitía una fragancia de resina. Hongos y setas decoraban los troncos de los árboles, y entre ellos saltaban ardillas y, de vez en cuando, se desmarcaban por delante de nosotros y los visitantes, sin aprensión alguna, seguían recogiendo del suelo frutas y semillas de girasol tiradas por turistas.

Seguimos caminando y, de repente, se nos abrió un gran espacio: un lago de agua cristalina se encontraba entre las montañas y los árboles, como si fuera una perla brillante. Tenía un nombre bonito: Tianci, que significa “Enviado del Cielo”. El lago es una confluencia de manantiales, y cuenta con una superficie de 50.000 metros cuadrados, y dos metros de profundidad como promedio. En los lugares más hondos llega hasta los seis metros. Dice la gente de la localidad que el lago se formó de un cráter que provocó una estrella fugaz, de ahí su nombre, y que un meteorito gigante aún reposa en su fondo.

Desde el lago, tomamos un autobús eléctrico para el área de“baño”, otro tramo del bosque de pino de Corea virgen. El aire, extraordinariamente rico en iones negativos de oxígeno, hace del bosque un “bar” natural de un oxígeno que limpia los pulmones y el corazón, reduce la fatiga, calma los nervios y logra una sensación completamente refrescante. Según el guía, lo particular era que la esencia energética de las plantas permanecía a una altura baja, lo que permitía que la selva sirviera de baño natural de oxígeno, de allí el sentido original del área de “baño”. Aquí cada respiración profunda ya es un buen ejercicio. “Si pudieran llevar un paquete de aire de aquí, sería el mejor regalo para sus familiares”. Aunque es un poco exagerado este dicho, demuestra la buena calidad de la atmósfera y el orgullo que los lugareños sienten por ello.

Tras un día entero de recorrido por las montañas y los bosques, me acordé del monte Wuhua (Montaña de Cinco Colores), muy recomendado, y le pregunté a un amigo local al respecto. Él se echó a reír, diciendo que si teníamos suerte podríamos verlo al día siguiente. Esto me desconcertó, ya que según el plan ese mismo día nos dirigimos hacia el barranco Maolan (lobos escondidos en el dialecto local).

Por un camino de tierra con pendiente hacia abajo, y sosteniéndonos de los árboles al lado del camino, descendimos hacia el barranco Maolan. Solo después de más de diez metros, el paisaje cambió radicalmente. Me encontré de pie en el borde de un abismo de 300 o 400 metros, con barrancos de roca con paredes verticales, del que no pude alcanzar a ver el fondo.

Dos escaleras conducen a los turistas al fondo del barranco. Generalmente, escogen la menos pendiente para poder disfrutar de los paisajes de la montaña: el arroyo que corre al lado, las flores silvestres que crecen en las grietas de la pared de roca. El río Maolan corre serpenteando, desde arriba hacia abajo, por el terreno montañoso y antes de llegar al fondo se convierte en una poderosa cascada para desembocar en la base del barranco.

De pie, en el fondo de la quebrada de 15 kilómetros de largo, el universo parecía más grande y más lejano. No se sabía de dónde salían unas palomas que pasaron a través del cielo enmarcado por los altos picos y sembrado de esponjosas nubes. Según nuestro amigo, una montaña cercana se llama Pico de Palomas, porque siempre se las veía volando en la zona.

La temperatura de ese día era de unos 20 grados centígrados, más alta de lo normal para esa época del año, pero el otoño ya era evidente en el follaje dorado. Fue en este punto que mi amigo respondió mi pregunta sobre el monte Wuhua. A finales del otoño, las hojas de los árboles en esta área toman cuatro tonos: verde, marrón, rojo y dorado, más el color azul del cielo como un telón de fondo, de ahí el nombre del monte de Cinco Colores. Se trata de un paisaje típico de la zona, aunque es breve.

El no poder ver el monte Wuhua durante mi estancia fue una lástima, pero guardo recuerdos magníficos de un paisaje impresionante de Yichun. La ausencia del monte Wuhua es también una buena razón para volver a esta hermosa ciudad.

Consejos:

Las cuatro estaciones de Yichun tienen encantos diferentes. En verano, es un lugar ideal para el descanso y, en invierno, se puede disfrutar de las actividades relacionadas con el hielo y la nieve. Además de los paisajes naturales y el aire fresco, también se pueden practicar deportes acuáticos y la caza, para este segundo caso hace falta conseguir un permiso especial por parte del gobierno local. Como los lugares de interés turístico están bastante alejados, el alquiler de un coche es la mejor opción.

Las especialidades culinarias locales incluyen hongos negros Oreja de Madera, setas, arándanos, miel, piñones, avellanas y verduras silvestres.