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2014-May-14 11:20

La Gran Muralla en Gubeikou: donde la historia cobra vida

Por XING ZOU DE YU*

Una de las muchas torres que se encuentran a lo largo de la Gran Muralla.

 

GUBEIKOU es uno de los muchos sectores de la famosa Gran Muralla China. Como antiguo campo de batalla que ha sido testigo de más de 130 guerras, Gubeikou, como general curtido en la batalla, se asienta sobre la cumbre de la montaña Yanshan, al norte de Beijing. Incluso, un atisbo de ella, a lo lejos, lo llena a uno de admiración. De hecho, su forma imponente ha atraído a muchos seguidores de la historia china a buscar las huellas de los viejos tiempos aquí, el punto más al noreste de Beijing.

El poblado de Gubeikou se encuentra en la parte noreste del distrito de Miyun, a unos 100 km del centro de Beijing. Fue un pasaje importante entre los pasos de Shanhai y de Juyong, así como un canal vital para los intercambios entre Beijing y el noreste de China, lo que le confirió una gran importancia militar.

Creo que de todas las torres de vigilancia que hay a lo largo de la Gran Muralla, las del sector de Gubeikou llevan la antorcha más brillante de la historia china. La zona, a las puertas de Beijing, ha sido testigo de muchos de los más importantes acontecimientos históricos del país. Incluso, hoy en día, algunos lugareños creen que, por las noches, en la profundidad de las montañas de Gubeikou, se pueden oír los gritos de batalla de los guerreros.

La Gran Muralla en invierno.

Balas en la muralla

Cuando llegué al sector de Gubeikou de la Gran Muralla, mi guía, el señor Pang, me estaba esperando bajo el arco conmemorativo del poblado. El señor Pang tiene un profundo conocimiento de la cultura de Gubeikou y de la historia de la Gran Muralla. Como resultado de ello, fue designado para trabajar en el gobierno local. Una de sus responsabilidades es la de proyectar películas para los residentes.

Dentro de mis recuerdos de infancia figura la proyección de películas al aire libre, un acontecimiento sagrado para las comunidades rurales. En un campo abierto, acompañado de los sonidos de las ranas y los grillos, las imágenes de tan hermosas historias eran transportadas a la pantalla de la mano de una persona, el proyeccionista.

Por supuesto, más allá de haberse diversificado el entretenimiento, hoy, la proyección de películas en las zonas rurales atrae, cada vez, a menos gente. Sin embargo, eso no ha afectado la pasión de Pang por su trabajo. Debido a que se trata de un pueblo tranquilo que está rodeado por la Gran Muralla, los escenarios de algunas películas se entrelazan, por arte de magia, con el medio ambiente local. Los antiguos campos de batalla cobran vida. La guerra y el fuego, el cuerpo y el alma, el amor y el odio son aspectos difíciles de percibir, profundamente, en un cine de la ciudad.

Acompañé al señor Pang en sus rondas de proyección de películas en las aldeas locales. La mayor parte de estas eran viejos filmes de guerra que recuerdo haber visto de niño, aunque figuraban producciones más recientes, como Shrek. Pero, para mí, las películas no eran el plato principal. Después que la gente se iba, el señor Pang utilizaba su muy viejo proyector para mostrarme algunas de sus fascinantes fotos.

El sector Panlongling de la Gran Muralla.

 

Eran, en su mayoría, imágenes auténticas tomadas por periodistas extranjeros durante el combate contra la agresión japonesa en Gubeikou, allá por 1933. Las fotos representaban los momentos más horribles y tristes de la guerra, y era difícil imaginar cómo los corresponsales de guerra extranjeros habían sido capaces de capturar esas imágenes en condiciones tan duras.

Vi imágenes de Torres Hermanas (la inferior enclavada contra la más alta) a orillas del río Chaohe, de pueblos que fueron bombardeadas por el ejército japonés, de colas de soldados chinos y japoneses, e incluso fotos de las llamadas “Mujeres de Confort”, mujeres y niñas obligadas a prostituirse por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras observaba las imágenes, me di cuenta de que estaba sentado entre los mismos escenarios. Sentía como si un libro de historia gigante se hubiera abierto frente a mí.

El señor Pang no pronunciaba una palabra al principio. Luego, me mostró una imagen que nunca olvidaré: una bala oxidada incrustada en un ladrillo del sector de Gubeikou de la Gran Muralla. Una inspección más cercana de los ladrillos, cerca de donde estábamos sentados, reveló muchos orificios poco profundos dejados por las balas. Un testimonio de la historia. Cuando vi aquella foto, sentí como si me hubieran disparado una bala. Me sentía desorientado en medio de las cadenas montañosas que se extendían por la noche. Imaginé la lluvia de balas caída sobre ese segmento de la Gran Muralla y el número de víctimas en las sangrientas batallas. En ese momento, comprendí lo dicho por los pobladores de las aldeas y sentí también que podía oír el rugido del campo de batalla a lo lejos.

Significado histórico

Para mí, Gubeikou es la zona más bonita de la Gran Muralla en Beijing. Las torres de la montaña Wohu (tigre agachado) se lucen por encima, mientras que la cumbre de la montaña Panlong (dragón encrespado) serpentea a lo lejos. El sector de Gubeikou de la Gran Muralla está dividido en dos segmentos por el río Chaohe. Cada ladrillo de sus paredes en ruinas, simples y sin adornos tiene el poder de transportar a los visitantes a los viejos tiempos y les permite sentir la majestuosidad de la Gran Muralla.

Algunas veces, el desarrollo social, la excesiva renovación y la reconstrucción enmascaran el verdadero rostro de la historia. Desde esta perspectiva, la zona de Gubeikou es extraña y preciosa, pues esta sección de la muralla está como la historia la dejó, sin restaurar.

Belleza en las ruinas.

 

La historia de Gubeikou puede ser dividida en tres fases.

La primera se remonta a la época en la que la dinastía Song luchaba contra el régimen Jin de Jurchens (de finales del siglo X a principios del siglo XI). La historia de los guerreros de la familia Yang defendiendo el norte de China es un clásico que se ha transmitido de generación en generación, hasta nuestros días. Tres generaciones de hombres de aquella familia comandaron el ejército Song y defendieron la frontera norte de China. Uno de ellos murió en el sector de Gubeikou y se dice que su tumba se encuentra en la montaña Wohu.

La segunda fase corresponde al periodo Wanli de la dinastía Ming, de 1573 a 1620. En ese momento, a Qi Jiguang, un famoso estratega, se le confió la construcción de la Gran Muralla en Gubeikou, en la que participó personalmente. El segmento de la muralla que supervisó es incomparable en términos de solidez e ingeniería. Hasta hoy se conserva, en la sala de exposiciones del poblado, una estela que marca el esfuerzo de Qi en la construcción de este sector de la Gran Muralla. Asimismo, una estatua imponente de Qi se encuentra en lo alto de la plaza Gubeikou.

La tercera fase fue la guerra contra la invasión japonesa, en la década de 1930. El 17.° Regimiento del Kuomintang libró una sangrienta batalla en Gubeikou, en 1933, para evitar que el ejército japonés invadiera Beijing.

Una vez comprendidas las etapas históricas anteriores, estos son los sitios de la Gran Muralla en Gubeikou que son dignos de visitar.

El Templo Linggong, un santuario para el mariscal Yang Linggong (920 ó 930-986) de la dinastía Song. Se dice que es el templo más antiguo de la familia Yang y ha sido bien conservado. Los aldeanos locales en Gubeikou descienden en su mayoría de los soldados que defendieron la Gran Muralla en el pasado. Por lo tanto, visitan este templo como una forma de expresar respeto hacia sus antespasados.

La Atalaya de los 24 Ojos (llamada así porque tiene 24 puntos de observación u “ojos”). Se dice que es donde Qi Jiguang trabajó para gestionar la construcción de la Gran Muralla. Aunque no hay pruebas concluyentes, la imponente manera y gran elaboración de esta torre, que eclipsa a las demás de la montaña Panlong, me obliga a creer en ello.

Vista de la Gran Muralla en verano.

 

El Monumento a los Siete Mártires, a los pies de la montaña Mao’er, es también digno de visitar. Al finalizar el combate en la Gran Muralla, en 1933, el ejército chino se retiró y en el lugar permanecieron solo siete guerreros. Su inflexible resistencia detuvo, con éxito, muchos de los ataques japoneses. Pero, al final, el ejército japonés arrojó granadas que acabaron con los siete guerreros. Se dice que el monumento fue construido inicialmente por el ejército japonés, cuyos integrantes se quitaron el sombrero y saludaron a los héroes muertos (los guerreros son respetados por todos, sean amigos o enemigos). Las verdes montañas de Gubeikou son el lugar de descanso final para muchos mártires de la historia.

La Atalaya Dahua se ubica en la parte mejor conservada de la Gran Muralla, construida durante la dinastía Qi del Norte (550-577). El singular encanto de Gubeikou es que se trata del sitio de confluencia de la Gran Muralla de los Qi del Norte y la de los de la dinastía Ming. Esto es de gran importancia en el ámbito de la investigación. Las dos secciones de la Gran Muralla son como dos brazos que acunan, en medio, al poblado de Gubeikou.

El ferrocarril en Gubeikou fue utilizado para el transporte de soldados japoneses a Beijing a lo largo del valle de la montaña Wohu, por lo que es también un sitio importante en la historia de la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa. En el pasado, yo tomaba, a menudo, un tren, desde la estación de Xizhimen, en el centro de Beijing, hasta Gubeikou. Sin embargo, en estos días, el tren ya no se detiene en el poblado. Desde la perspectiva del turismo y de la cultura, esto es una gran pena.

Sin embargo, Gubeikou todavía conserva su antiguo aspecto y muchos viejos edificios lucen bien. La antigua oficina de correos todavía está abierta. En ella, los turistas pueden comprar una postal de la Gran Muralla, colocar un sello de la Gran Muralla y conseguir un matasellos “Gubeikou”. Creo que son el perfecto souvenir para este viaje.

*Xing Zou De Yu administra un sitio web de turismo.

 

Recomendaciones:

El sector de Gubeikou de la Gran Muralla cuenta con vistas diferentes y distintivas en las cuatro estaciones. Sin embargo, tenga cuidado en verano porque suelen haber rayos. Recuerde que nunca debe usar su teléfono celular durante una tormenta.

Transporte:

Gubeikou está a unos 100 km del centro de Beijing. Los turistas pueden tomar un autobús turístico o dirigirse en coche. Si va en automóvil tome la autopista Beijing-Chengde hasta Miyun, deje la autopista en la salida 23 (salida Taishitun) e ingrese a la Carretera Nacional 101. Llegará a su destino antes del túnel Gubeikou.

Itinerario:

Si lo que desea es explorar el paisaje, un viaje de un día es suficiente, por lo general. Sin embargo, Gubeikou es un lugar con una larga historia y rica cultura. Si usted está interesado en la historia, lea antes de iniciar su viaje, así sabrá qué buscar.

Itinearios recomendados:

1. Tour de ocio y cultura en el poblado de Gubeikou (dos días)

Día 1:

Mañana: Memorial Hall – Atalaya Dahua – Ciudad antigua – Antiguo camino real – Templo del Dios de la Medicina – Templo del Dios de la Riqueza – Templo Linggong – Pozo de Tres Agujeros

Tarde: Espectáculo en el Palacio de la Linterna – Patio de la Cultura – Sala de Exhibiciones y Costumbres Folclóricas – Templo Erlang – Laberinto de Linternas en el Sinuoso Río Amarillo – Monumento a los Siete Mártires

Noche: Proyección de películas en el Patio de la Cultura o visita al Laberinto de Linternas en el Sinuoso Río Amarillo

Día 2:

Excursión desde el poblado de Gubeikou hasta la montaña Panlong. Regreso a Beijing después de la comida.

2. Senderismo al aire libre

Ciudad antigua – Gran Muralla en la montaña Panlong – Gran Muralla en la montaña Jinshanling.