GUANZHONG es una región que cuenta con una colorida historia. Esta hace referencia a la llanura de Guanzhong, en la provincia de Shaanxi, donde se encuentran las ciudades de Baoji, Xianyang, Xi’an, Tongchuan y Weinan. La zona destaca por la antiquísima civilización de la cuenca media del río Amarillo y representa la cultura popular de la provincia de Shaanxi.

El poblado de Yuanjia, en el condado de Liquan, está situado en el corazón de la llanura de Guanzhong. Además, está rodeado por un buen número de atracciones culturales. Uno de los más grandes mausoleos imperiales del mundo, el Zhaoling, la tumba del emperador Li Shimin de la dinastía Tang (599-648), se encuentra a solo un kilómetro del poblado y fue incluido en el primer grupo de sitios patrimoniales bajo protección estatal. Asimismo, en sus cercanías se encuentra Jianling, el cementerio del emperador Li Heng (711-762), que posee el mayor número y los más intactos grabados en piedra de todos los mausoleos imperiales distribuidos alrededor de la llanura de Guanzhong. Gracias a la restauración de construcciones antiguas y a las viejas costumbres, Yuanjia se ha convertido, en los últimos años, en un escaparate de la cultura de Guanzhong.

Concurridas calles antiguas

Este fue mi segundo viaje al poblado de Yuanjia. Había aprendido mucho en mi primera visita y quise regresar. Pero incluso después de esta segunda visita, he vuelto a sentir la sed de aprender más.

Una carretera recta, bordeada por árboles y lámparas de estilo antiguo, conduce al poblado. La comunidad se asemeja a la antigua ciudad de Lijiang, en la provincia de Yunnan, con sus calles estrechas, casas con techos de teja y pequeños canales. Sin embargo, en contraste con los colores brillantes que había visto en Lijiang, los colores dominantes en Yuanjia eran el amarillo terroso, el gris y el blanco. Fuera de las tiendas, la brisa hacía flamear grandes banderas que decían, en caracteres chinos, “fideos”, “telas” o “vinagre”. La mezcla de aromas de licor, vinagre y tofu se colaba por la calle principal. Se me hacía agua la boca.

Entré en una tienda de telas con un grupo de turistas. Las prendas de vestir y la ropa de cama, de tela tejida a mano, eran vendidas en la habitación exterior. En la sala interior, los turistas podían posar para tomarse fotos con antiguos telares y ruecas. La tienda vecina vendía zapatos de lona, además de una selección de adorables zapatos de niño que llevaban cabezas de animales bordadas. Más allá, en la misma calle, me encontré con un estudio de grabados en madera. En comparación con otras tiendas, el estudio no lucía muy concurrido. Parecía que el dueño se encontraba ausente durante un buen tiempo y había dejado en el estudio algunos tableros de piedra y grabados en madera sin color. Me percaté de que la mayor parte de los trabajos mostraban símbolos auspiciosos o ciertas escenas de libros ilustrados. Las vívidas figuras con estilo antiguo evocaban las ilustraciones de los tradicionales libros encuadernados a hilo.

Al salir del estudio, un olor a licor provenía de un bar llamado Old Street. Sus caseros shilixiang (literalmente, un vino cuyo aroma puede ser apreciado a millas de distancia) y nüerhong (vino hija) hicieron que ingresase. El interior era simple: un par de mesas y una rueda de madera que colgaba en la barra del bar. Un marcado contraste con los bares más de moda que se pueden encontrar detrás, en la nueva calle de los pubs.

La hora del acogedor té

En el punto donde el camino se ensancha hallé Tongjigong, una casa de té que se remonta a la dinastía Qing (1644-1911). Un viejo camarero tarareaba melodías de la ópera local, mientras que, rítmicamente, tiraba del fuelle para preparar el té. Aunque se encontraba muy ocupado, parecía estar en su propio mundo, y cuando hizo una pausa en el servicio, se sentó en silencio junto a la estufa de tierra, con un aspecto aburrido y solitario. El servicio de la casa de té incluye la especialidad local, el Jingweifu, un tipo de té negro con un sabor algo acre. Debido a su fuerte sabor, la gente prefiere pasar una relajada tarde bebiéndolo hasta que el gusto se suavice.

En un pequeño escenario, en la parte frontal de la casa de té, varios ancianos realizaban una obra de la Ópera de Laoqiang, un tradicional arte popular de Guanzhong. Con la compañía de un erhu (violín chino de dos cuerdas), cantaban de forma imponente. A pesar de que la letra en el dialecto de Guanzhong era difícil de comprender, podía imaginarme la escena de la épica batalla que estaban describiendo.

Mientras la gente disfrutaba la hora del té, algunos masajistas comenzaban a buscar potenciales clientes. El más popular de ellos era un hombre robusto, de mediana edad y que vestía un traje chino tradicional de color rojo. Quienes contrataron sus servicios me dijeron que era un maestro en calmar los músculos del cuello y de los hombros.

Una casa de té “sin lujos” es Wang-jia, detrás de Tongjigong. En realidad, no es más que un gran galpón con techo de paja. Su campechano ambiente me recordó el lugar en el que los héroes se reúnen en la famosa novela china A la orilla del agua. Las jóvenes camareras visten trajes blancos y delantales verdes. Por un altavoz se emiten baladas y cuentos en el dialecto de Guanzhong. El crujiente sonido del dialecto crea un agradable ambiente.

Un reconocido cuentista, el viejo Deng, se presenta, regularmente, en la casa de té Wangjia. El viejo Deng, quien llevaba un par de gafas de lectura y un cigarrillo en la boca, me miraba como si fuera el protagonista de la telenovela Shanghai Bund. A pesar de que crecí en Guanzhong, me di cuenta de que el fuerte acento del viejo Deng era difícil de comprender, así que solo pude imaginar que estaba contando relatos históricos y sobre gente famosa.

Todo lo que puedas comer

La calle de comidas, más allá de la casa de té Tongjigong, es la parte más concurrida del poblado de Yuanjia. Los puestos de bocadillos son demasiado pequeños para las sillas o mesas, así que los visitantes están afuera, apretados en bancos. El volumen de negocio de estos puestos es alto: apenas uno termina su comida, hay otro que se lanza sobre su lugar.

Un bullicioso puesto de tofu me llamó la atención. El tofu que se ofrece aquí es mucho más sólido y tiene un mejor sabor debido a una solución especial que se emplea durante su elaboración. El negocio va bien, pues una serie de productos en una estantería estaban marcados como “reservados”. En lugar de tofu pedí otra apetitosa especialidad, el pudín de tofu, el cual flotaba en la sopa como capullos de flor en un lago. Desde la primera hasta la última cucharada, el sabor del pudín, condimentado con cilantro, vinagre y aceite de chile, resultó increíble.

Una conocida tienda de yogur se ubica frente al puesto de tofu. Me dijeron que debía hacer una gran cola, pero no encontré a mucha gente al llegar allá. Evidentemente, el último lote de yogur se había acabado de vender y el siguiente estaría listo en una hora. Las personas que esperaban lucían decepcionadas. Pero valió la pena esperar. Desde el primer sorbo, supe que era el mejor yogur que había probado. Un río de dulzura refrescó mi boca, mi garganta y mi estómago.

No tenía la intención de comprar un laozao (bebida hecha de arroz glutinoso fermentado). Sin embargo, cuando pasé por un puesto donde lo ofrecían, la muestra atrajo mi interés y no pude evitarlo.

El espectacular sabor de los bocadillos en el poblado de Yuanjia puede ser atribuido a sus ingredientes de primera calidad. Cada establecimiento declara en un tablero el origen de los ingredientes que emplea y lo cuelga en la puerta principal. De este modo, los comensales no solo disfrutan de un sabor exquisito, sino también de la tranquilidad de saber que los bocadillos se preparan con ingredientes genuinos.

Muchos anhelan una vida sencilla y pastoral. Vivimos en atestadas y ruidosas ciudades, comemos alimentos procesados porque son más cómodos, usamos prendas hechas de material sintético porque son más baratas y escuchamos música pop porque es inevitable. Pero en lo profundo de nuestros corazones, extrañamos terriblemente los huevos de corral, las telas tejidas a mano y las prístinas óperas folclóricas que tienen un lugar dentro de nuestros recuerdos de casa y de niñez.

La gente del poblado de Yuanjia se siente a menudo como si hubiese viajado en el tiempo hasta los buenos y dorados días, antes de la industrialización y de la comercialización, cuando la vida era simple y muy feliz. Este lugar nos permite volver a descubrir el sentido de la vida y regresar a la naturaleza.

Modo tradicional de moler con asno. CFP

Un muro-biombo antiguo en Yuanjia. CFP

 

Atractivos turísticos en los alrededores

El Mausoleo Zhaoling

Zhaoling se encuentra en la montaña Jiuzong. El extenso mausoleo tiene una superficie de 2000 km² y alberga más de 180 tumbas de aristócratas y altos funcionarios de la dinastía Tang, además de la del emperador Li Shimin. Ocupa el primer lugar entre todos los mausoleos imperiales de China en cuanto al número de tumbas adjuntas y destaca entre todos los cementerios reales de la dinastía Tang.

Las ruinas del canal Zhengguo en el monte Zhangjia

En el año 246 a.e.c., Zheng Guo, ingeniero de la dinastía Qin, comenzó un proyecto de irrigación en la margen oriental del río Jinghe, a 25 km al oeste del poblado de Jingyang. El canal de 150 km de largo se terminó una década más tarde y se le puso, posteriormente, el nombre del ingeniero jefe. Más instalaciones de irrigación fueron construidas en la región durante los regímenes posteriores, lo que la convirtió en un “museo antiguo sobre la conservación del agua en China”. Ahora es un lugar histórico bajo protección del Estado.

Gran cañón del río Jinghe

Al lado se encuentra el impresionante cañón del río Jinghe, llamado el Gran Cañón n.° 1 de Guanzhong. Ubicado a 25 km al noroeste del poblado de Jingyang y a 3 km al oeste del mausoleo Zhaoling, esta maravilla natural presume de sus cumbres y rocas escarpadas. Un hermoso río serpentea a través del maravilloso y aislado valle, lo que crea un magnífico paisaje.

Transporte

El acceso al poblado de Yuanjia es fácil desde Xi’an, la capital provincial, y es adecuado para un viaje en automóvil. Otra opción es tomar el autobús interurbano. Se toma un autobús hacia el pueblo de Yanxia desde la estación Chengxi (Xi’an), y luego se aborda otro hasta el poblado de Yuanjia. También se puede llegar a través de un autobús expreso desde la ciudad de Xianyang.

Comida

En Guanzhong abunda el trigo, por lo que la comida a base de este ingrediente es, particularmente, excelente. Se dice que hay más de 50 tipos de comida de trigo cocido, oriundos de esta región. No puede perderse estas delicias.

Fuzi (cebada fermentada)

Se trata de un bocadillo tradicional del norte de China y sabe como el arroz glutinoso fermentado que es popular en el sur. Sin embargo, el fuzi se fermenta a partir de la cebada. Es reconocido como un alimento saludable, ya que fomenta la buena digestión y reduce la retención de líquidos en el cuerpo, entre otros beneficios. Hoy en día, la habilidad de preparar el fuzi ha desaparecido en gran medida en las ciudades y el plato solo puede ser encontrado en las zonas rurales.

Los fideos Zhutou (palillos)

Este famoso bocadillo de la provincia de Shaanxi debe su nombre al espesor de los fideos, cada uno de los cuales se asemeja a la cabeza de un palillo. Tiene un sabor maravilloso luego de ser preparado en aceite de colza caliente.

El pastel Baiji

Este pastel es exclusivo de Xianyang. La corteza es delgada y crujiente, mientras que el relleno es suave y delicioso. Es mejor que se sirva con carne preservada y salsa. La popularidad de este económico bocadillo ha superado las fronteras de la provincia.

Qianxian Guokui

Es un tipo de panqueque originario del condado de Qianxian. Cuando es horneado de manera uniforme, la tortilla se asemeja a un crisantemo floreciente. Es delgado en los bordes, grueso en el centro y tiene varias capas. El crujiente panqueque tiene un sabor duradero y es fácil de llevar, por lo que es un perfecto bocadillo.

Paopao Yougao (turtó inflado)

Es un notable bocadillo del condado de Sanyuan, en Xianyang. Su historia se remonta a la dinastía Tang (618-907). Su relleno contiene azúcar, rosa, nueces, entre otros ingredientes. La envoltura está hecha de harina mezclada con agua hervida y manteca de cerdo.

Los fideos fríos Liangpi de Xi’an

Se trata de un bocadillo que no es famoso solo en Xi’an, sino en todo el país. El sabor único de los Liangpi gusta a todos. Las tiras masticables de trigo o polvo de arroz, acompañadas de variadas salsas, pueden tener un sabor dulce, amargo, agrio y picante. Es una opción ideal durante el verano.