La Tianzhou-1, portadora del sueño chino
Por LI YUAN
El equipo creador de la nave forma la palabra Tianzhou en chino.
El pasado 20 de abril, el cohete portador Gran Marcha-7 Y2 despegó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang, en la provincia meridional de Hainan, transportando la nave Tianzhou-1, que tres días después se acopló con el laboratorio espacial en órbita Tiangong-2.
La Tianzhou-1 es la primera nave de carga de China. Muchas de sus nuevas tecnologías son de las más avanzadas del mundo. Un grupo de jóvenes chinos con una edad promedio de 35 años lograron tales éxitos.
Bai Mingsheng: convertir a China en una potencia aeroespacial
Bai Mingsheng, diseñador general de la Tianzhou-1, se graduó de la facultad de diseño de aviones y mecánica aplicada en la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing en 1988. Empezó a trabajar en el Instituto de Tecnología Espacial de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China y tomó parte en la creación de las naves espaciales Shenzhou-1, Shenzhou-5 y Shenzhou-7. En 2011, bajo su dirección, un grupo de jóvenes de unos 20 años empezó a investigar y desarrollar la Tianzhou-1. En ese entonces tenía 45 años.
El 28 de abril pasado, después del despegue de la Tianzhou-1, el grupo regresó a Beijing. Aunque no había vuelto a su casa durante unos meses, Bai fue directamente al Centro de Control Aeroespacial. Estaba consciente de que el lanzamiento de la Tianzhou-1 solo era el comienzo, y que en los siguientes cinco meses la nave tendría que acoplarse tres veces con el Tiangong-2, añadir en órbita propulsores al mismo, realizar una serie de experimentos espaciales, etc. Todo eso provocó que no dejara de pensar en el “viajero espacial”.
Durante seis años, desde la primera pieza, el establecimiento del proyecto y la terminación de la nave hasta el despegue, el grupo tuvo que trabajar más de 10 horas diariamente.
Cada uno cosecha lo que siembra. La Tianzhou-1 posee seis características que la convierten en única de su tipo en la historia de la astronáutica en China: la primera nave con mayor capacidad de carga del mundo que realiza tareas experimentales en servicio; añadió por primera vez en órbita propulsores entre naves espaciales, de esta forma China se convirtió en el tercer país que domina esa tecnología después de EE. UU. y Rusia; posee banda ancha de mil Mbps; se redujo por primera vez la prueba de acoplamiento automática y acelerada de dos días a 6,5 horas; primera aeronave que carga múltiples equipamientos para aplicaciones espaciales y experimentos tecnológicos; puede salir de órbita y lograr una caída controlada en el espacio.
Cuando se produjo el lanzamiento, Bai Mingsheng se emocionó. Reconoce el trabajo en equipo que hizo posible el despegue de la Tianzhou-1. “Me siento muy orgulloso del grupo Tianzhou”, confesó.
En cuanto al ambiente para capacitar a los jóvenes de hoy día, el científico cree que ellos se enfrentan tanto a las oportunidades como a los desafíos. “En los últimos años, el sector astronáutico de China se ha desarrollado rápidamente. Antes tardaba años construir solo un satélite, pero ahora pueden ser muchos más en un solo año. Por lo tanto, los jóvenes de hoy pueden desplegar a plenitud su aptitud. Con el tiempo limitado y la tarea pesada, tienen que adaptarse a su trabajo rápidamente una vez que emprendan la profesión”, aseguró Bai.
Ahora mientras controlan los experimentos durante el movimiento orbital, realizan los preparativos para las Tianzhou-2 y Tianzhou-3. Desde luego, Bai Mingsheng nunca se ha sentido relajado: “Ahora China se puede considerar un país importante en la astronáutica, sin embargo, para llegar a ser poderoso en ese sector le falta un largo camino por recorrer. Es nuestro deber impulsar el desarrollo de la astronáutica para hacer de China un país potente”.
Yu Lei: “Vale la pena dedicarse seis años a este asunto único”
El diseñador general de electrónica del grupo Tianzhou, Yu Lei, nació en 1983. Hace 10 años, muy apasionado como otros jóvenes, entregó un proyecto para una nave de carga después de dos días sin dormir. No imaginó que tal proyecto pudiera ejercer una influencia tan fuerte en su carrera profesional. En 2010 se creó el departamento encargado de la electrónica de la nave, al cual se unió.
¿A qué se dedica el grupo encargado de la electrónica? Se encarga del diseño del sistema energético, informático y todo relacionado con la electricidad. Yu Lei comparó el papel que desempeña este grupo con los meridianos del cuerpo humano: “Estamos sigilosamente en todos lados”.
Muchos desafíos enfrentaron desde el inicio de la investigación y desarrollo de la Tianzhou-1. Lo que tuvo que establecer el grupo es un nuevo sistema de electrónica e informática. “No teníamos ningún ejemplo que seguir. No nos quedaba otra que empezar desde cero”, recordó.
Como no pudieron encontrar un módulo para suministrar electricidad ni cables de alta velocidad, Yu Lei y su gente recorrieron fábricas e hicieron una gran variedad de experimentos, gracias a los cuales inventaron un tipo de módulo propio. El mismo se empleó por primera vez en la Tianzhou-1, aliviando el peso del equipamiento electrónico y de los cables, y promoviendo la innovación en el diseño de piezas para nave espacial.
Cada prueba de conexión implicaba una monitorización a más de 10.000 nudos que duraba 2000 horas. Los miembros del grupo encargado de la electrónica tenían que estar presentes todo el tiempo. “La astronáutica exige sistematicidad. El reconocido científico chino Qian Xuesen dijo que había que tener un punto de vista general y buscar la optimación conjunta del sistema”, explicó Yu Lei, quien hoy siente la necesidad de absorber más conocimientos. “Aunque estoy dedicado a la electrónica, necesito conocer mucho más allá de ella”. Y concluyó: “Soy muy afortunado porque me ha tocado una buena era y un buen proyecto. Gracias a ello he tenido la oportunidad de crecer rápido”.
Ren Liang: un tornillo en la causa astronáutica
“De niño yo miraba hacia el cielo de noche y me preguntaba a cada instante si vivía en la luna la diosa Chang’e. Quizá esa fue la razón por la que me dediqué a la astronáutica después de graduarme de la universidad”, así empezó a contar su historia Ren Liang, el diseñador general de pruebas de la Tianzhou-1.
Había participado en la invención y el lanzamiento de la Tiangong-1. Se unió al grupo Tianzhou en 2013 y se encargó de los ensayos. Los 12 miembros del grupo de pruebas estuvieron muy cerca de la aeronave, pues pasaban mucho tiempo con ella para resolver todos los problemas hasta que la nave se lanzó.
“Las pruebas son como un examen médico general y una administración periódica de la nave. Durante este proceso, era nuestro deber evitar cualquier error mientras dábamos las instrucciones, informábamos de los parámetros y conectábamos los cables. Cualquier tipo de error le hubiera causado una pérdida irrecuperable a la nave”, aseguró Ren.
El 20 de abril, Ren Liang, junto con sus colegas, acompañó a la Tianzhou-1 hasta el sitio de lanzamiento. “Me emocioné”, confesó. Aunque había participado en varios proyectos de ingeniería astronáutica nunca había presenciado un lanzamiento. “Cada tornillo forma parte de una aeronave. Yo prefiero ser uno de ellos en la causa astronáutica”.