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2015-January-21 10:57

“Un excelente espacio de diálogo”

Por PEDRO LAGO
 

9 de diciembre de 2014. Brasileños hacen compras de navidad en un mercado de China Town, Sao Paulo, Brasil.

 

 
A propósito de la I Reunión Ministerial del Foro China-Celac, China Hoy entrevista a la señora Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), desde Santiago de Chile, donde tiene su sede el organismo de la ONU.
 

China Hoy (CH): El desequilibrio en el intercambio comercial y las inversiones es uno de los temas que más ha preocupado a Latinoamérica y el Caribe. ¿Cuánto puede aportar el Foro China-Celac para disminuir ese desequilibrio?

Alicia Bárcena (AB): Desde el año 2000, América Latina y el Caribe registra un déficit comercial creciente con China, el que en 2013 superó los 60.000 millones de dólares. El déficit de la región con China es aún mayor en el comercio de manufacturas (145.000 millones de dólares), siendo parcialmente compensado por el superávit que la región exhibe en el comercio de productos primarios en bruto y procesados (85.000 millones de dólares).

Por otra parte, existe una asimetría entre el elevado monto del comercio entre China y nuestra región (cerca de 275.000 millones de dólares en 2013) y los flujos mucho más reducidos de inversión extranjera directa (IED). La IED china en América Latina y el Caribe se ha estabilizado en alrededor de 10.000 millones de dólares anuales desde 2011, cifra importante pero que no ubica a China entre los principales inversionistas en la región. Además, la inversión china se concentra en muy pocos sectores, sobre todo energía y minería. En cuanto a la IED latinoamericana en China, ésta es aún mucho menor.

El Foro China-Celac es una excelente oportunidad para que los gobiernos de la región y de China alcancen acuerdos que permitan superar gradualmente estas situaciones. Por ejemplo, acuerdos que incentiven una mayor diversificación de las compras que China hace a nuestra región, o que canalicen mayores flujos de IED china hacia ella, especialmente en sectores poco explorados hasta ahora como las manufacturas y los servicios.

CH: La desaceleración económica de China y su cambio de modelo de desarrollo tienen una incidencia directa en las economías vinculadas a la mayor nación de Asia. ¿Cómo favorecen y afectan estos factores a las economías latinoamericanas y caribeñas?

AB: Durante la década pasada, cuando China crecía a un promedio cercano al 10 % anual, su fuerte ritmo de crecimiento generaba una gran demanda de materias primas como petróleo, mineral de hierro, cobre y soja, entre otras. Esto, a su vez, produjo fuertes aumentos de las exportaciones de aquellos países que son exportadores netos de esos productos, que en nuestra región se concentran, sobre todo, en América del Sur.

A medida que el crecimiento en China se ha moderado, esto se ha reflejado en un menor dinamismo de las exportaciones de América Latina y el Caribe, las que han permanecido estancadas desde 2012. En todo caso, esto es consecuencia de varios factores y no solo de la menor demanda china. Por ejemplo, las exportaciones de varios países de la región se han visto fuertemente afectadas por la recesión casi continua que ha afectado a la zona del euro desde 2011. Quisiera destacar también que las exportaciones de la región a China siguen creciendo, aunque a un menor ritmo que en la década pasada.

 

8 de diciembre de 2014. La plataforma petrolera “Poshxanadu” en el astillero de Zhoushan, en la provincia de Zhejiang, de donde saldrá para México. Cnsphoto

 

En el mediano plazo, los cambios previstos en el modelo de desarrollo de China ofrecen interesantes oportunidades para nuestra región. Por ejemplo, el mayor énfasis relativo en el consumo de los hogares debiera favorecer mayores exportaciones de alimentos de alta calidad, en los cuales nuestra región ya es internacionalmente competitiva.

CH: ¿Cuáles son esos espacios en los que todavía se pueden crear sinergias? ¿En qué ámbitos se vislumbra una mayor cooperación entre China y la región?

AB: Pese a todas sus diferencias, China y los países de nuestra región enfrentan numerosos retos comunes, que se pueden resumir en la necesidad de alcanzar un desarrollo sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental. Esto implica desafíos ligados con cómo manejar los procesos de urbanización y expansión de las clases medias, cómo enfrentar la desigualdad, cómo avanzar en la eficiencia energética y el combate al cambio climático, entre muchos otros. Estos son solo algunos de los temas en que observamos importantes espacios de cooperación, aunque por supuesto la decisión sobre qué áreas privilegiar le corresponde a los gobiernos de China y de América Latina y el Caribe.

CH: Ricardo Jordán, jefe de la Unidad de Asentamientos Humanos de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Cepal, refiriéndose al vínculo de su entidad con la Academia China de Ciencias Sociales, declaró a nuestra revista: “la secretaria ejecutiva quiere que se consolide una relación permanente China-América Latina”. ¿Por qué persigue usted ese objetivo?

AB: Para nuestra región, establecer una relación permanente de confianza y colaboración con China tiene una importancia estratégica, por muchos motivos. Entre estos se destacan el enorme peso económico, demográfico y político que ha alcanzado China; su posición central en las cadenas de valor asiáticas (la denominada “Fábrica Asia”); y el hecho de que muchos de los desafíos que China enfrenta en su camino al desarrollo son similares a los que enfrentan los países de nuestra región.

CH: En enero de este 2014, en La Habana, usted calificó a la Celac como “el logro político más importante de los últimos años en la región”. ¿Cómo califica el Foro China-Celac?

AB: Para América Latina y el Caribe, la creación del Foro China-Celac es una enorme oportunidad de generar un vínculo institucional estratégico de largo plazo con un actor central del sistema internacional como es China. Quizás el aspecto más importante del Foro es que nos abre la posibilidad de que ese vínculo lo establezcamos como región, complementando las instancias de diálogo que cada país tiene individualmente con China. Las características del Foro debieran llevar a los países de América Latina y el Caribe a conversar más entre ellos, y así, idealmente, definir posiciones comunes sobre cómo aprovechar mejor las inmensas oportunidades que ofrece la relación con China. Sólo por mencionar algunos temas en que sería deseable una coordinación regional, puedo citar los de infraestructura, logística y conectividad, el desarrollo de cadenas de valor entre la región y China, y la cooperación en ciencia y tecnología.

CH: ¿En qué dirección deberán ir los primeros pasos del Foro China-Celac?

AB: Como la Cepal se ha dedicado por varios años a analizar las oportunidades para identificar áreas de cooperación, estamos convencidos que el Foro China-Celac es un excelente espacio de diálogo. Áreas de interés común incluyen: el triángulo inversión, comercio, cooperación en temas como recursos naturales, seguridad alimentaria, urbanización y, ciudades sostenibles y transporte.

CH: Usted ha afirmado que uno de los sueños más acariciados por la Cepal es la integración regional. También aseguró: “Diviso en el sueño chino, las imágenes de la región de América Latina y el Caribe”. ¿Cuánto ayuda el establecimiento del Foro China-Celac a la materialización de esos sueños?

AB: El establecimiento del Foro China-Celac puede apoyar una mayor integración de América Latina y el Caribe, si logramos cadenas de valor en sectores de interés para China. Una región bien integrada potencia el atractivo individual de los países que la componen.

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