Por SHI XUN
La cuidadora de animales
Zhang Dan cría en su casa a 38 gatos, que antes vagaban por las calles o habían sido maltratados por sus antiguos dueños.
Joven, delgada, elegante y modesta, después de acoger al primer gato vagabundo, hace 14 años, Zhang Dan se ha dedicado por completo a la protección de los animales, participando en todo tipo de actividades relacionadas. Por ejemplo, junto con otros animalistas, ha creado un sitio web dedicado a la protección de los derechos de los animales, administra una sala para periodistas especializados en dicho tema, protesta en contra de la cría de osos que busca extraer su bilis –cuando todavía están vivos– para obtener ganancias económicas, rechaza el consumo de carne de perro y gato, anima al círculo cinematográfico a tratar bien a los animales que usa para el rodaje de películas, promueve el uso de perros guía en sitios públicos, rechaza los artículos fabricados con piel animal y fomenta la liberación correcta de crías.
Como embajadora del Día Mundial de los Animales en China, Zhang Dan asegura que aunque esta causa benéfica apenas está dando sus primeros pasos en el país, no se trata de una práctica exclusiva del mundo occidental. Tradicionalmente, en China siempre se ha velado por la protección de los seres vivos, prohibiendo su matanza indiscriminada.
Zhang Dan y uno de sus 38 gatos.
Aquellas personas que visitan la residencia de Zhang Dan suelen sorprenderse con la limpieza del sitio. Todos los gatos que cuida tienen un aspecto pulcro y vigoroso, y cada uno cuenta con un nombre propio y un registro individual.
Lingling fue el primer gato que Zhang Dan adoptó, en octubre de 2003. A pesar de que salvarlo de las garras de su vecina –una señora cruel con los animales– fue una tarea difícil, Lingling sentó un precedente para que luego decenas de gatos encontraran refugio en la “guarida de Zhang”.
Entre los 38 felinos que cuida Zhang, el más famoso es Lucky 99, una gata que a sus 40 días de nacida sufrió un grave accidente automovilístico cuando se encontraba vagando en el campo. Tras perder una pata a causa de dos complicadas operaciones, Zhang Dan decidió llevarla a varias conferencias que ofreció en la Universidad Tsinghua, en la Escuela Secundaria de Ritan y en la Escuela Primaria de Zhongguancun. Al ganarse el afecto de una gran cantidad de personas, no pasó mucho tiempo antes de que Lucky 99 se convirtiera en el “gato estrella de Internet”.
Aunque la protección de los animales parece ser un arduo trabajo para Zhang Dan, la joven asegura que al final del día siente mucha satisfacción por su labor. Además de llevar un registro diario de los movimientos y conductas de sus gatos, y conocer el carácter y estado de salud de cada uno de ellos, Zhang está feliz de haberse ganado la dependencia y cariño de estas mascotas y de haber forjado amistades con voluntarios respetables y agradables.
La protección de los animales abarca seis áreas –granja agrícola, mascotas, experimentales, de demostración, de laboratorio y salvajes–, y en China cada vez más se están despertando mayores tendencias proteccionistas. Por ejemplo, cuando en el patio de determinada comunidad residencial aparece un gato sin marca en la oreja, pronto acuden voluntarios para capturarlo y llevarlo al veterinario a ser esterilizado. Luego de llevarse a cabo este procedimiento, el animal es liberado bajo vigilancia de cuidadores, que diariamente se encargan de proporcionarle comida y agua limpia.
Dong Wencai (centro), aldeano de Haikou, en la provincia de Jiangxi, libera los patos mandarín comprados en el mercado.
Hacia una mayor legislación
El 1 de enero de este año entró oficialmente en vigor la Ley de Protección de Animales Salvajes de China, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en la lucha de los defensores de los animales en el país.
Zhang Dan y sus colegas voluntarios esperan que también se promulgue una ley que amplíe la protección hacia todos los animales. Sin embargo, China aún tiene mucho camino que recorrer en materia de legislación. A pesar de que en los últimos años el país ha tenido grandes avances, como puede verse en el hecho de que cada vez más gente se niega a comer aletas de tiburón y de que los perros guía ahora son admitidos en los medios de transporte, las leyes siguen siendo muy vagas.
Jiang Jinsong, profesor asociado del Instituto de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Tsinghua, sostuvo que si bien “en nuestra sociedad hay poca gente que maltrata a los animales deliberadamente, sí existe una actitud de indiferencia”.
Es posible que esta actitud tenga su origen en la ignorancia. Por este motivo, Zhang Dan persuade frecuentemente a los padres de familia a que no lleven a sus hijos al circo. “Los espectáculos de animales en los circos siempre son crueles. Ya sea un tigre atravesando una argolla, un oso practicando boxeo, un mono manejando una bicicleta o un elefante parado de cabeza, siempre serán prácticas en contra de sus deseos y de la naturaleza”, manifestó Zhang Dan. “Esta diversión para los humanos es construida sobre el dolor y el temor extremo de los animales”.
En junio de 2014, China dejó de exigir el uso de animales para probar cosméticos elaborados dentro del territorio nacional. Desde entonces, y por primera vez en la historia, los fabricantes han tenido que comprobar la seguridad de los productos utilizando medios alternativos, como la obtención de datos de las materias primas u otros experimentos certificados por la Unión Europea. Animales como conejos o ratones han dejado de ser utilizados como objetos de laboratorio, y ya no es necesario presentar este tipo de pruebas ante los departamentos competentes. Este fue el resultado de un proyecto en el que participó Zhang Dan, con miras a contar con un “consumidor sin crueldad” y una “belleza sin perjuicios”.
No hace mucho tiempo, Zhang Dan fue invitada a Estados Unidos a dar un discurso en el Middlebury College. Muchos de los asistentes se conmovieron con su intervención porque no sabían que en China se estuviesen llevando a cabo este tipo de iniciativas.
China no es una depresión moral
Mientras que los activistas en China se esfuerzan por mejorar la situación de los animales, algunos países occidentales, autodenominados en ciertos casos como “vanguardias animalistas”, exportan proyectos o productos tradicionales provenientes de animales mutilados, difíciles de comercializar tanto a nivel local como en otros países y regiones del mundo. Esto ha generado un gran malestar en Zhang Dan y otros activistas chinos, que han alzado sus voces de protesta.
Los productos canadienses elaborados con foca y los típicos rodeos del oeste de Estados Unidos son dos casos representativos. Acorde con una reciente reacción espontánea del pueblo chino en contra de la importación de productos canadienses de foca, las empresas deben asumir su responsabilidad social, salvaguardar la seguridad de los consumidores y mantener la imagen nacional, así como generar ganancias económicas.
El 80 % de los productos de foca procedentes de Canadá son elaborados con piel de crías de entre 12 días y un año de edad, las cuales son despellejadas vivas y en estado sobrio. Las foquitas desolladas mueren a causa del dolor extremo. Una encuesta realizada en 2005 arrojó que el 69 % de los canadienses se oponían a esta práctica, y en 2009 la Unión Europea abolió, con una resolución abrumadora, la importación de productos de foca a la región.
China no ha tenido ninguna tradición de consumo de productos de foca, y tampoco tiene la necesidad de exigirles a los comerciantes extranjeros que cultiven tales prácticas. Incluso, algunos temen que si en un futuro los productos de foca entran en el mercado chino, la única especie de foca en el país podría verse amenazada y con un destino incierto.
Cabe destacar que los productos canadienses de foca son tan solo una diminuta parte de lo que se denominan productos “tradicionales”, los cuales también incluyen corridas de toros, rodeos, alimentación forzada (como en el caso del foie gras francés), carreras de perros y consumo de carne de especies amenazadas.
La Asociación de Protección de Pequeños Animales de Hainan organiza una actividad a favor de perros y gatos vagabundos.
Después de graduarse de la Universidad de Beijing, Zhang Dan ha ejercido durante 10 años como periodista especializada en cine. Actualmente, laborando para la revista estadounidense Fortune, ha tenido la oportunidad de relacionarse con destacadas personalidades cinematográficas de Asia, como Ken Takakura y Chen Yifei. Algunas personas le han sugerido que escriba libros sobre estas celebridades. Sin embargo, la activista ha expresado su negativa al argumentar que “las obras literarias del mundo han sido demasiadas” y que “sus libros no serán lo suficientemente buenos como para que haya valido la pena imprimirlos en papel proveniente de árboles talados”.
Sin embargo, publicada por la Editorial de los Escritores de China y seleccionada cuidadosamente por Zhang Dan, Los animales es una colección de famosas escrituras chinas y extranjeras sobre el mundo animal.
El prefacio del libro fue encargado al maestro budista taiwanés Hsing Yun, quien lo tituló “Los pájaros, las bestias, los insectos y los peces; todos poseen un corazón budista”. Además de que a Zhang Dan le pareció una idea perfectamente acorde con el contenido de la obra, a la joven también le conmovió profundamente un detalle del maestro. Dado que la editorial sufrió cambios en tres ocasiones, el maestro tuvo que firmar un documento autorizando el uso de su texto una y otra vez. A pesar de que la visión de Hsing Yun al final ya estaba muy deteriorada a causa de una enfermedad, el maestro no musitó una sola palabra de queja.