Por JIAO FENG
A correr se ha dicho
EN estos últimos años, correr se ha vuelto una práctica muy popular en varias ciudades del país. En Beijing, por ejemplo, hay más de 2 millones de personas que tienen el hábito de correr largas distancias. Más aún, hay más de 80 aplicaciones en el teléfono celular relacionadas con el correr. Por ejemplo, la aplicación codoon, la red social más antigua de China en deportes, ha superado ya las 25 millones de descargas y cuenta con más de 30 millones de usuarios.
19 de septiembre de 2015. Participantes en la Mini Maratón de Binzhou, provincia de Shandong.
Más que un deporte
La señora Wu Zili, quien reside en el Puente Yansha (Beijing), corre cada fin de semana a las ocho y media de la noche en el Parque Forestal Olímpico. A su alrededor, muchos hacen lo mismo y visten, incluso, indumentarias profesionales.
Wu Zili, de 46 años, cuenta que comenzó a correr hace seis meses. Entonces pesaba 93 kilos. Un examen en el hospital reveló que tenía hiperglicemia y glucemia. Para colmo, debido a su sobrepeso, le dolían frecuentemente las articulaciones de la rodilla y el tobillo. El doctor le indicó que necesitaba adelgazar. Por ello, empezó a correr. “Al principio fue muy duro. Finalizaba la media hora apretando los dientes. En cambio, ahora no tengo problemas en correr dos horas”, manifiesta Wu. “Se ha vuelto casi un vicio. Correr 10 km es ya una obligación para mí”.
Wu Zili ha logrado reducir su peso a 70 kilos. “No cabe duda de que el mayor beneficio de correr es fortalecer la salud, pero es también muy divertido”, indica. Wu trabaja en una empresa estatal. A pesar de que tiene un buen salario, siente mucha presión, debe laborar horas extras frecuentemente y a veces hasta debe pasar la noche en vela. “Antes sufría de insomnio y me dolía la cabeza. Solía estar cansada y no tenía interés en nada. Después de empezar a correr, mejoró mucho mi problema de insomnio y tengo ahora más energía. Sudo mucho después de hacer deporte y estoy de buen humor”, señala. Lo más importante para Wu Zili es que su idea de la vida ha cambiado. “No persigo el éxito. Correr es solo correr y, de este modo, observo la vida de un modo más simple. Muchas cosas no son obligatorias en la vida. Cuando la vida se transforma en algo simple, la gente vive con mayores facilidades”.
Yang Xinxin tiene 39 años y es un típico hombre de ciencia. Trabaja como ingeniero principal en una empresa transnacional y lleva ya dos años corriendo. Debido a su carácter introvertido y al profesionalismo de su oficio, su vida después del trabajo era muy monótona y no frecuentaba a muchos amigos. Sin embargo, desde que comenzó a participar en el Grupo Sijiucheng (que significa “las cuatro puertas de la Ciudad Prohibida y las nueve de la ciudad de Beijing”), cada jueves por la noche corre junto con los otros miembros del grupo por las calles y callejones de la capital china. Incluso, hay gente especializada en contar la historia de los lugares por donde van corriendo. “Conozco lo esencial de la historia y cultura de Beijing”, asegura. Cuando Yang publica estas historias en la aplicación de mensajería WeChat, muchos le dan “pulgar arriba” y recibe buenos comentarios.
La maratón se populariza en el país
El señor Cui Shaoping, de la ciudad de Shenzhen, es aficionado al fútbol desde la escuela secundaria. Sin embargo, ahora se inclina también por la maratón. Su primera competencia fue en la “Run for love” de Shenzhen, la primera maratón realizada en esta ciudad. “Recuerdo claramente que en su primera edición, en 2009, solo había 831 competidores. Pero en 2014, la cifra ascendió a 10.000, y participaron muchos más al año siguiente”, indica Cui.
En 1981, la primera edición de la Maratón de Beijing atrajo a 86 personas, mientras que en 2014 hubo 21.163 participantes que se registraron en la maratón completa. En 2015, el número de inscripciones alcanzó los 63.118, de los cuales la mitad logró participar, en vista del límite establecido para este tipo de competencia.
A principios de 2015, la Asociación Atlética de China publicó en su sitio web las 53 maratones programadas para ese año en todo el país. Sin embargo, la cifra real fue mayor. Según las estadísticas, en 2015 tuvieron lugar 120 maratones, de las cuales solo 44 se realizaron en noviembre y diciembre.
25 de octubre de 2015. Inauguración de la Maratón Internacional de Lianyungang 2015, Copa Fangyang. Cnsphoto
Prosperidad económica
El incremento de aficionados a este deporte ha hecho que el equipo para su práctica se vuelva más profesional. Ya hay toda una cadena industrial alrededor de ello.
Yang Xinxin, por ejemplo, tiene tres pares de zapatillas de carrera, y los usa de acuerdo con la estación. Hace dos años, él empezó a correr solo con una camiseta deportiva y un pantalón corto. El hecho de participar con otros grupos de aficionados ha hecho que ahora su equipo incluya una indumentaria deportiva quick-dry (de secado rápido), pantalones compresores, pantalones cortos deportivos, una botella que conserva el calor, un reproductor mp3 de gran capacidad, bolsillos deportivos, bandas, etc. Si incluimos las zapatillas de carrera, el costo de su equipo deportivo supera ya los 3000 yuanes. “Este equipo es de un nivel medio. Los de alto nivel cuestan de entre 5000 a más de 10.000 yuanes”.
El año pasado se celebró la primera edición de la Maratón de Shenyang, que contó con más de 15.000 participantes, de los cuales un tercio no eran locales. Decenas de ellos procedían de Rusia, Corea del Sur, Kenia, Etiopía, entre otros países. Todo ello genera, además, grandes oportunidades comerciales en los restaurantes, alojamientos y medios de transporte de esta ciudad.
Así que correr es un buen negocio. Más allá de la venta de equipos deportivos, otros sectores se ven beneficiados, como el de la salud (por los tratamientos médicos) y el turismo, lo que completa la cadena industrial. Y ello conlleva, lógicamente, una prosperidad económica.