Una nueva generación lista para rendir frutos en la forestación

Toshihiko Inoue.
EN el Foro Internacional de Kubuqi sobre el Control de la Desertificación hubo un diálogo abierto entre jóvenes corresponsales de Beijing y expertos procedentes de Pakistán, Turquía, Australia, Uzbekistán, Túnez y Chile. Los especialistas explicaron una serie de ejemplos sobre el tratamiento de la desertización en sus países, lo que benefició mucho a quienes, como yo, cuentan con pocos conocimientos en la materia.
Según los especialistas, la desertificación es un problema complejo porque no cesa aun cuando los voluntarios se esfuercen por plantar un gran número de árboles. Más aún, tampoco puede ser resuelta solo con la financiación y la tecnología proporcionadas por los países desarrollados.
Entre los jóvenes hay también mucho interés por la cuestión medioambiental, sobre todo en muchos chinos que han estudiado dentro o fuera del país. Durante el foro asistí a una reunión sobre el tema y quedé impresionado con los proyectos elaborados por los jóvenes estudiantes, en los cuales se percibe la gran preocupación que tiene esta nueva generación. Uno de ellos fue Cai Yuanming, estudiante chino de 18 años que cursa la secundaria en Carolina del Norte (Estados Unidos). Cai pidió una mayor atención en la educación medioambiental y en la cooperación con organismos internacionales.
El desierto de Kubuqi está cubierto de arena. ¿Acaso no es posible hacer de ella un recurso útil? De hecho, no tardamos en conocer una empresa que ha hecho realidad esta idea.

Plantando árboles. Yang Jia
Visitamos personalmente los lugares en los que el grupo viene realizando el tratamiento de la desertización. Allá encontramos a Shang Youfu, empleado del Grupo Elion de 58 años, quien enterraba un tubo de metal en la arena para luego, con una bomba, perforar un lado del tubo por donde inyectaba agua hacia el fondo de la arena. Posteriormente, uno de sus compañeros sembró un brote de árbol en el agujero recién abierto en el tubo. De esta manera, en un solo día se pueden plantar árboles en un terreno de alrededor de 1,3 hectáreas, con una tasa de supervivencia del 90 %.
Con una sonrisa en el rostro, Shang Youfu nos contó que su segundo hijo desempeña también el mismo trabajo. Así como los árboles ya plantados en el desierto, esta nueva generación de jóvenes dedicados a la forestación está también lista para rendir frutos.
Wang Guoguang, gerente de la empresa ecológica Kangmu, perteneciente al Grupo Elion, ha pasado muchos años investigando cómo obtener pasto ganadero en ambientes desérticos. Esta labor, emprendida en 2000, ha permitido producir forraje orgánico con actividad microbiana. Así como la Ruta de la Seda está volviendo a florecer, esta nueva generación de jóvenes dedicados a la forestación irá también creciendo y madurando.
*Toshihiko Inoue es un periodista japonés de la revista China del Pueblo.