La democracia y la legalidad promueven el desarrollo de China
3 de marzo de 2009. Diputados de la asamblea popular del municipio de Wenling, provincia de Zhejiang, intercambian con internautas.
LA modernización de China es un proceso de constantes reformas y desarrollo. Se intentó seguir el modelo de la monarquía constitucional, la república democrática y también el modelo de la Unión Soviética, pero al final, la teoría de Deng Xiaoping se impuso y estableció el modelo de desarrollo chino que no emula otro camino, sino que crea el suyo propio: el camino del socialismo con peculiaridades chinas.
El desarrollo económico y la reforma necesitan el apoyo de la estructura política y la garantía de la democracia y la legalidad. La Tercera Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del Partido Comunista de China decidió “promover la institucionalización de la democracia consultiva en planos más amplios y en niveles más diversificados” para fomentar la política democrática socialista. La Cuarta Sesión Plenaria trazó la disposición general sobre el impulso integral a la gobernanza del país con arreglo a la ley.
Fuente del desarrollo de China
Respecto a la relación entre el país y los individuos, China no la considera, simplemente, poner los intereses de uno por encima de los del otro, sino como una mezcla armoniosa. En las postrimerías de la dinastía Qing y los comienzos de la República, los intelectuales y los políticos ya reflexionaban sobre las reformas democráticas y las políticas a fin de independizar a la nación y enriquecer al pueblo.
La actual Constitución determina el principio de “Todo el poder pertenece al pueblo”, y garantiza con eficacia que el pueblo disfrute de derechos y libertades, y participe en la gobernación del país, así como en la administración de la sociedad por medio del sistema de asambleas populares, el de cooperación multipartidista y la consulta política bajo la dirección del Partido Comunista de China, el de autonomía regional de las minorías étnicas, y el sistema de autogobierno de las masas a nivel de base, lo que confirma que el pueblo es el verdadero dueño del país.
“El desarrollo fluye a favor del pueblo, cuenta con su apoyo y le hace disfrutar de los logros que consigue”. Este concepto democrático, junto al sistema y los derechos democráticos establecidos y garantizados por la Constitución y las leyes, despiertan el entusiasmo del pueblo. Prueba de ello son el sistema de diálogo democrático, el presupuesto participativo y el sistema de audiencias.
Democracia consultiva
La democracia socialista basada en el principio de “el pueblo como dueño del país”, no solo demuestra que el pueblo domina el poder supremo del país, sino también la administración social diaria, es decir que el pueblo puede decidir lo relacionado con ello.
Gracias a la participación del pueblo, la democracia consultiva completa lo que le falta a la democracia electoral y desarrolla su profundidad y extensión, beneficiando más el espíritu de buscar terrenos comunes y archivar las diferencias, así como el fomento del desarrollo social armonioso. Además, constituye una peculiaridad y una ventaja de la democracia socialista de China.
Algunos gobiernos locales y organizaciones sociales se esfuerzan para tantear diferentes formas de la democracia consultiva como la consulta a especialistas, la solicitud de sugerencias públicas, la reunión en audiencias públicas, el diálogo democrático, el foro de los ciudadanos, el presupuesto participativo, la discusión comunitaria, el foro comunitario, la recolección de informaciones públicas, la consulta colectiva sectorial sobre los salarios, etc. Gracias a la participación pública, las decisiones públicas se toman más abierta y transparentemente, y con mayor legalidad y eficacia.
25 de agosto de 2014. El conteo de los votos para la elección del responsable de la aldea de Da’an, en la ciudad de Liuzhou, se hace públicamente.
En Wenling, provincia de Zhejiang, podemos ver un ejemplo del diálogo democrático y el presupuesto participativo. Allí, el gobierno logró que haya comprensión y consenso sobre los criterios al introducir y ampliar la participación pública.
En junio de 1999, con el fin de fortalecer y mejorar el trabajo en el campo de manera democrática, el distrito de Songmen, de la ciudad de Wenling, estableció un foro, en el que los cuadros del Partido y los campesinos dialogaron directamente en torno a cierto problema público, creando así una nueva forma de la democracia consultiva que es el diálogo democrático. Siendo un mecanismo de intercambio, se amplió su aplicación, después de 2000, y pasó del nivel de distrito al de aldea y municipio, a las empresas privadas y dentro del partido, produciendo buenos efectos.
Con varios años de aplicación del diálogo democrático, los poblados de Wenling han descubierto que la falta de efectividad para concretar los proyectos importantes se explica en el presupuesto. En vista de eso, en julio de 2005, la asamblea popular del distrito de Xinhe discutió y aprobó su presupuesto por medio del diálogo democrático, creando el sistema del “presupuesto participativo” que incluye tres pasos de participación y negociación que son: primero, la elaboración del bosquejo del presupuesto, la revisión del mismo y la ratificación hecha por la asamblea popular; segundo, la puesta en práctica del presupuesto y, tercero, la supervisión del mismo. Adoptando el diálogo democrático en la elaboración del presupuesto financiero del gobierno de base y su proceso de ejecución y supervisión, se puede fomentar la interacción entre el gobierno y los ciudadanos, e intensificar la supervisión de la asamblea popular sobre el gobierno, garantizando el derecho de supervisión de los ciudadanos al gobierno.
Con sus positivos efectos sociales, el “presupuesto participativo” también fue adoptado por el gobierno municipal de Suzhou y otras ciudades de la provincia de Henan.
Después de casi 20 años de práctica y desarrollo, la democracia consultiva logra cubrir cada día más territorios, aunque su eficacia necesita ser mejorada.
En la práctica, la democracia consultiva tiene cuatro formas en China: la consultiva, la coordinada, la de audiencia y la decisoria. La decisoria implica un tipo de “plena participación” de las masas, la de audiencia se refiere a una “participación parcial”, es decir que las masas participan en el proceso de análisis, pero la decisión final será tomada por el gobierno.
En la actualidad, la democracia consultiva a través de audiencias se aplica ampliamente, pero debido a la inferior institucionalidad y la imperfección del mecanismo para recoger las opiniones públicas, las masas no tienen entusiasmo para participar.
9 de enero de 2013. Aldeanos de Baofeng, en la provincia de Henan, viendo la información pública del comité vecinal de la aldea.
Garantía de derechos e intereses
La administración, según la ley, no solo garantiza el derecho de los ciudadanos a saber, a participar, a expresarse y a supervisar promoviendo la institucionalidad de la democracia consultiva, sino que también fomenta la igualdad social y la protección de los derechos humanos, sentando la base del desarrollo de la política democrática.
Asumir las buenas experiencias e institucionalizarlas es un modo de promover el desarrollo sostenible de la democracia consultiva. Por ejemplo, en 2004, el gobierno municipal de Wenling promulgó Algunos reglamentos sobre el diálogo democrático, determinando claramente sus temas y procesos a diferentes niveles, haciéndola más institucionalizada, más reglamentada y procesada.
En estos últimos años, provincias como Shanxi, Liaoning, Heilong-jiang, Jiangsu, Anhui, Jiangxi, Shandong, Guangdong, Guangxi, Guizhou, Yunnan, Gansu, Qinghai y algunas ciudades como Tianjin y Chongqing promulgaron sucesivamente leyes y reglamentos locales sobre el proceso para tomar decisiones en asuntos importantes, así como sobre las audiencias públicas para las decisiones administrativas. Guangdong, Gansu, Fujian, Hebei y Shenyang también elaboraron reglamentos sobre la participación ordenada de los ciudadanos en la elaboración de leyes y reglamentos locales, la administración empresarial y la protección ambiental.
La gobernanza de China con arreglo a la ley es un proceso común y armonioso en aspectos de la legislación, la aplicación de las leyes, la justicia, la difusión de las leyes y la supervisión sobre la ejecución de las mismas. En los primeros años, al aplicar la política de reforma y apertura, “contar con leyes a que atenerse” fue la primera meta para alcanzar. En 2011, se formó un sistema jurídico socialista con peculiaridades chinas, y la ejecución de la Constitución y las leyes se convirtió en la tarea más importante. Al mismo tiempo, la protección de los derechos humanos también experimentó una transformación profunda pasando de enfocarse en la legislación a la garantía judicial.
En cuanto a la garantía judicial para los derechos humanos, los veredictos injustos, erróneos o basados en acusaciones falsas dañan más los derechos ciudadanos y, por eso, se deben perfeccionar los mecanismos de prevención, corrección y de exigencia de responsabilidades cuando se emitan veredictos erróneos.
Antes, la corrección de los casos erróneos tomaba como base la aparición del verdadero asesino o de la víctima. En agosto de 2014, Nian Bin, que experimentó ocho años de litigio, tras ser nueve veces sometido a juicio, cuatro veces sentenciado a la pena de muerte y posponer seis veces el procedimiento judicial, acabó siendo declarado inocente por el Tribunal Supremo Popular de la provincia de Fujian. Nian Bin, quien había sido acusado por envenenar a una familia provocando la muerte de dos de sus miembros, fue declarado inocente debido a la escasez de testimonios y liberado enseguida. Es un buen ejemplo que demuestra el desarrollo positivo del sistema judicial penal.
*Investigadora adjunta del Instituto de Derecho Internacional de la Academia China de Ciencias Sociales.