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2014-February-10 15:08

Una alta natalidad no aparecerá en China

Por LU RUCAI

“Todas las zonas de China se están preparando para la aplicación de la política del segundo hijo. Algunas provincias la implementarán en el primer trimestre de 2014”, expresa Yang Wenzhuang, director del Departamento de Guías de los Niveles de Base de Planificación Familiar, de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar.

“El reajuste no producirá un gran crecimiento anual de la natalidad. Para el año 2020, la población china será, evidentemente, de menos de 1430 millones de habitantes. La población no debe llegar a los 1500 millones, ni exceder el límite establecido en las metas a largo plazo para el desarrollo demográfico del país”, considera Wang Peian, subjefe de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar.

El programa de asignación de cereales y de servicios públicos básicos está diseñado, por ejemplo, de acuerdo con las siguientes cifras: una población de 1430 millones de habitantes en el año 2020, y unos 1500 millones en torno al año 2033. Se prevé que la población, en 2015, sea de menos de 1380 millones de habitantes.

A las 00:00 del día 1 de enero de 2014, nació, en el Hospital de Ginecología y Obstetricia de Beijing, un bebé de 3,2 kilogramos. CFP

 

La planificación familiar no es solo “el hijo único”

Muchos extranjeros creen, erróneamente, que la planificación familiar china se basa en que todo matrimonio solo pueda tener un hijo o una hija. En realidad, esta política no comprende a todos los matrimonios chinos.

La planificación familiar se aplica con mucha menor restricción en las zonas de minorías étnicas. Las familias de aquellas zonas que cuentan con una población menor de 10 millones de habitantes, pueden tener un segundo hijo. Incluso, pueden tener un tercer hijo las familias rurales y ganaderas de las minorías étnicas de las provincias de Qinghai y de la Región Autónoma Hui de Ningxia, las rurales y ganaderas de las minorías étnicas con solo dos hijas de la provincia de Hainan y la Región Autónoma de Mongolia Interior, las rurales de minorías étnicas de las aldeas fronterizas con población escasa de la provincia de Yunnan, y las de minorías étnicas con población escasa de la provincia de Heilongjiang.

El caso más especial: el Tíbet

La aplicación de la planificación familiar es más especial en la Región Autónoma del Tíbet. Los habitantes urbanos en Tíbet pueden tener un segundo hijo. Incluso, no hay límite de nacimiento para los tibetanos y los habitantes ganaderos y rurales de las minorías étnicas con una población escasa. Según el sexto censo doméstico de 2010, la cantidad promedio de personas que integran una familia en el Tíbet es de 4,23, el número más alto en todo el país (el promedio nacional es de 3,10).

En 1985, en la provincia de Zhejiang, se comenzó a aplicar, a modo de ensayo, la política de “si los dos miembros de una pareja son hijos únicos, el matrimonio puede tener un segundo hijo”. En 2011, la política cubría las 31 provincias y zonas del país.

En realidad, después de la apertura de la política antes mencionada, pocas familias han querido tener un segundo hijo. Según el Buró de Planificación Familiar y Población del Municipio de Guangzhou, en 2011, de las 24.420 familias de Guangzhou que cumplían con las condiciones para tener un segundo hijo, solo 313 familias lo deseaban, apenas un 1,28 %.

El impulso de un equilibrado desarrollo demográfico

El 3 de diciembre de 2013, durante la Cumbre Mundial de Familias celebrada en Berlín (Alemania), al resumir los cambios presentados en las familias chinas en los últimos años, Wang Peian, subjefe de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, señaló que han aparecido muchas familias no tradicionales en China. Especialmente, ha sido evidente el incremento de familias como las DINK (acrónimo en inglés de “sueldo doble sin hijos”), las monoparentales y las solitarias. Las funciones tradicionales de la familia, como la de procreación y manutención en la vejez, se han debilitado en alguna medida.

Wang añadió que la aplicación de la política del segundo hijo es un importante reajuste ante el cambio de la tendencia demográfica, la cual busca, además, desacelerar el envejecimiento de la población e impulsar un equilibrado y sostenible desarrollo demográfico en China.

Habitantes del distrito de Taining, de la ciudad de Sanming, provincia de Fujian, pasean con sus hijos. CNSPHOTO

 

Crecimiento demográfico bajo control

“La nueva política ofrece a los habitantes urbanos muchas opciones en cuanto a tener un segundo hijo”, expresa Zhai Zhenwu, jefe del Instituto de Población y Sociedad, de la Academia de Población de la Universidad Renmin de China.

En realidad, la intención de tener un segundo hijo no parece que se convertirá en una acción real. Según la Academia de Sociedad y Tecnología de Shanghai, en 2011, de todos los recién nacidos en Shanghai, un 92 % eran primogénitos, mientras que en las zonas urbanas, los segundos hijos representan un 7,08 %, y en las áreas alejadas, como Songjiang, Qingpu y Fengxian, suponen un 8,63 %, un 10,45 % y un 9,60 %, respectivamente.

Según muchas investigaciones de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, la natalidad ha sido restringida por muchos factores, entre ellos la vivienda, el costo de manutención, el tiempo y la energía. En vista de que no hay hoy muchas familias que estén en condiciones de tener un segundo hijo, la natalidad no aumentará mucho en China. Aproximadamente, unos 2 millones por año. El poco aumento no generará una gran presión para el abastecimiento seguro de cereales y de servicios públicos básicos, como educación, salud y empleo.

De acuerdo con la Asociación de Población de China, el reajuste de la política de natalidad traerá 22 millones de beneficios demográficos para el país. En 2030, los trabajadores chinos menores de 60 años aumentarán de 875 millones a 877 millones. No obstante, el hecho de que podamos obtener beneficios demográficos dependerá de las circunstancias en la aplicación de la nueva política de planificación familiar.