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2014-June-19 11:10

China y Unicef por la educación temprana para todos

Por ZHOU LIN

LA doctora Chen Xuefeng, especialista en protección de la infancia de Unicef, tiene ricos conocimientos profesionales y experiencias sobre el desarrollo temprano y la educación infantil. Se esfuerza, junto con sus colegas de la organización, por ayudar al Gobierno chino a elaborar programas estatales para ofrecer servicios en diversas regiones. Según ella, la primera infancia es el periodo del ciclo vital con mayor repercusión en el desarrollo del ser humano, por lo que tiene características y valores especiales. Es de suma importancia escuchar y respetar a los niños.

Chen Xuefeng se siente muy feliz junto a los niños.

 
Difundir experiencias y crear modelos

La doctora Chen dice: “Siempre cooperamos con el Gobierno Central y los locales de China para difundir las experiencias internacionales y crear modelos eficaces en diversos lugares del país”.

Unicef inició su cooperación con el Ministerio de Educación chino en 1980, haciendo grandes contribuciones al desarrollo de los derechos infantiles en el país y tomando una década como un ciclo. Antes de 2010, la organización promovió políticas enérgicamente y cooperó con el Gobierno chino en las inspecciones en otros países, la participación en conferencias internacionales, la realización de investigaciones y análisis de políticas, y la formulación de propuestas para la mejora de las políticas existentes.

Durante el periodo de economía planificada, las empresas e instituciones crearon guarderías infantiles por su propia cuenta, ofreciendo servicios públicos para la educación temprana de los niños. Luego de la reforma de las empresas estatales, en la década del 80 del siglo pasado, muchas de esas guarderías se cerraron o pasaron a la gestión privada. En 2000, la tasa de matrícula de los jardines de infantes bajó a 33 %, lo que significa que los niños de zonas rurales casi no tuvieron acceso a la educación temprana.

En 2003, el gobierno promulgó una circular que orientaba la reforma y el desarrollo de la educación infantil, mientras que Unicef y China llevaron adelante, juntos, el “modelo de Tianjin”, o sea, la cooperación entre el gobierno, la comunidad y la sociedad para la fundación de escuelas. Las experiencias exitosas de Tianjin se resumen en estimular la creación de guarderías infantiles por parte de diversos sectores sociales, promoviendo servicios eficaces para el desarrollo de los niños. A pesar de ello, pocos chicos de las zonas rurales podían entrar en ellas.

“El objetivo de Unicef es hacer experimentos, cada ciclo, en 30 distritos del país, exhortando a los gobiernos locales rurales a impulsar el desarrollo infantil temprano, aprovechando sus propios recursos. Aboga por establecer jardines para niños de 3 a 6 años y centros de atención para los de 0 a 3 años, recluta voluntarios, proporciona servicios de apoyo tecnológico y capacita a los padres”, subraya Chen Xuefeng.

En 2010, la organización internacional creó un modelo para el desarrollo de la educación temprana para niños de las zonas rurales, basado en la responsabilización del gobierno, la prestación de servicios por parte de la comunidad y la búsqueda de bajos costos y alta cobertura. Eso quiere decir que se construyen jardines infantiles no lujosos en el campo con los recursos existentes en la localidad y con apego a las normas básicas de seguridad sanitaria.

A fines de 2010, el Consejo de Estado anunció la meta del programa, según la cual, para el 2020, la educación infantil temprana incluirá a todos los niños menores de 6 años. El país hará inversiones para su materialización en los próximos cinco años. El sueño se hará realidad pronto.

Unidos por los niños

Liang Jialie, un trabajador gubernamental jubilado de una aldea de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, dijo que su mejor forma de llevar la vida de jubilado es ayudar al desarrollo infantil temprano. Participó en varios cursos de capacitación, a través de los cuales comprendió la importancia de la educación preescolar y los efectos negativos causados cuando no es de alta calidad.

En la actualidad, Liang coordina una clase de juegos, dirigiendo a más de 10 niños en sus preparativos para ingresar a la escuela primaria; incluyendo la lectura, recitación de rimas y aprendizaje de matemáticas contando granos de maíz. Además, Liang ha inventado muchos juegos combinando la enseñanza con el placer. Es considerado como “experto en educación de infantes” por los padres de la aldea y se siente satisfecho por sus esfuerzos.

Al hablar del funcionamiento del programa, Chen Xuefeng explica: “El programa no solo es nuestro, sino también es del gobierno y la comunidad. Con la demanda social, probaremos un nuevo mecanismo de cooperación”.

Madre de la etnia zhuang juega con su hija.

Nuevo reto en las ideas

De mediados de mayo a mediados de junio de cada año es el Mes de Difusión de la Educación Preescolar. Unicef desea aprovechar esta ocasión para despertar la esperanza del desarrollo infantil temprano en todos los padres y en diversas partes del mundo. Se expresa a los padres, a través de los hijos, sus necesidades de crecimiento, permitiéndoles superar los entrenamientos anteriores en el aprendizaje de la lectura, la expresión y las matemáticas, y mostrar su interés en los juegos.

La educación de niños de 0 a 3 años es más difícil que la de los de 3 a 6 años, pues la última está administrada por organismos definidos y supervisada por el Ministerio de Educación. Para la primera, todavía no se ha establecido un mecanismo regular. En la actualidad, los padres desembolsan una parte del dinero, la comunidad ofrece el lugar, Unicef subsidia los servicios de los voluntarios y el gobierno se encarga de controlar la calidad.

“Los niños no pertenecen solamente a la familia y la implementación de sus derechos no corresponde, simplemente, a la responsabilidad de sus progenitores. Se necesita que toda la sociedad la asuma”, afirma la doctora Chen.

Con el cambio de las ideas tradicionales, Unicef ha fomentado el nuevo programa “Amor en 10 m²”, estimulando a la madre a ir al trabajo con su bebé para amamantarlo. Pero muchas empresas no lo aceptan, considerando que no es su responsabilidad. “Por ello, estamos procurando que el gobierno preste servicios públicos. También es menester elaborar la ley para que los empresarios protejan los derechos de la madre durante su periodo de lactancia”, indica la doctora.

“Para el desarrollo infantil temprano, Unicef tendrá un largo camino por recorrer en China”, concluye Chen Xuefeng.

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