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2011-November-17 10:32

La revolución verde de la roja Yan'an

Por LI WUZHOU

Yan’an disfruta de excelentes condiciones naturales para el cultivo de los manzanos.

Ubicada en la Meseta de Loess, la ciudad de Yan’an fue la cuna de la revolución china. Durante los trece años que fueron de 1935 a 1947, el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), con Mao Zedong a la cabeza, dirigió desde aquí la resistencia contra Japón y la guerra de liberación contra el Gobierno del Guomindang, cimentando así la fundación de la República Popular.

Sin embargo, Yan’an tuvo que pagar un alto precio por convertirse en la principal base revolucionaria. En aquellos momentos, se trataba de una pequeña localidad de poco más de 30.000 habitantes en la que se asentaron más de 100.000 soldados del PCCh; el bloqueo de las tropas japonesas y del Guomindang provocó la escasez de cereales, amenazando la supervivencia de los habitantes del municipio y del Ejército Rojo, por lo que el PCCh lanzó una gran campaña de producción: sus tropas tuvieron que quemar los bosques circundantes para poder plantar grano, con lo que se evitó la hambruna, pero la superficie forestal quedó diezmada. En los años 60, la población local siguió cultivando en las montañas del entorno, deteriorando aún más el medio ambiente. Las tierras de Yan’an sufrieron así una de las más graves erosiones del terreno en las regiones del curso superior y medio del río Amarillo: un 77,8% de su extensión se vio afectado y las lluvias arrastraban sin dificultad la superficie del suelo, convirtiendo los terrenos en lodazales y llenando de barro barrancos, pendientes y ríos.

La nueva superficie verde de terrenos de cultivo devueltos a los bosques.

La Meseta de Loess, del amarillo al verde

Pero, en los últimos años, se han producido grandes cambios en las tierras de Yan’an. Los campos en terrazas de las laderas de las montañas han sido reforzados con la plantación de árboles; los montes vuelven, así, a estar cubiertos de verde y las aguas corren limpias por la zona.

Al emprender el desarrollo económico del oeste, el Gobierno se dio cuenta del deterioro medioambiental de la zona y decidió poner en marcha un plan de devolución de tierras de cultivo a los bosques para su recuperación. En 12 años, entre 1999 y 2010, la superficie reforestada fue de más de 600.000 hectáreas y, según se puede observar en las imágenes obtenidas vía satélite por el Departamento de Silvicultura de Shaanxi, el tono dominante en la Meseta de Loess ha cambiado gradualmente del amarillo al verde en poco más de una década. La zona verde se extiende por más de 400 km hacia el norte de Yan’an, el volumen anual de precipitaciones ha aumentado en un 20%, la cantidad de limo que habitualmente era arrastrada hasta el río Amarillo desde Yan’an se ha reducido a la mitad, y ya no se originan tormentas de arena en esta zona (las que llegan hasta aquí proceden del desierto de Ordos, al norte).

Conforme fue avanzando el proceso de reforestación, el pueblo de Yan’an aprendió del pasado, prestando atención a la recuperación de la biodiversidad y utilizando la capacidad de restablecimiento de la naturaleza para recuperar la flora. En poco más de diez años, Yan’an ha vuelto a ser verde y el poblado de Wuqi, bajo su jurisdicción, lidera a nivel nacional la devolución de tierras a los bosques, obteniendo también los mejores resultados.

Los antiguos campos en terrazas de la Meseta de Loess. Foto de archivo

Industria verde

La roja China va en camino de convertirse en verde, pero si se quiere que esta estrategia funcione, en el proceso tiene que aumentar el nivel de vida de los campesinos, para que aquellos que pierden tierras por la devolución a los bosques no vean mermados sus ingresos. Así, en las umbrías de las montañas se han plantado bosques, mientras las zonas de sol se han dedicado a cultivos y árboles económicamente rentables, como manzanos, perales, dátiles, castañas y otros. Actualmente, los manzanos cubren en Yan’an más de 200.000 hectáreas, con una producción anual superior a los dos millones de toneladas, y los ingresos de los campesinos han alcanzado unos niveles saludables, situándolos entre los que más ganan en la provincia de Shaanxi.

La familia de Wang Yufu, por ejemplo, un campesino de la aldea de Kongjiagou, gana más de 200.000 yuanes al año gracias a sus manzanos, tres o cuatro veces más que el salario de los funcionarios locales. Wang confiesa que, en un principio, todos los campesinos locales se mostraban reacios al cambio, pero, tras realizarse un pequeño ensayo en una zona limitada y recibir la ayuda de técnicos gubernamentales que les enseñaron los pormenores del cultivo de manzanas, observaron que los márgenes de beneficio eran mucho mayores que los que obtenían del grano: en 1994, todos los aldeanos se habían pasado a los manzanos.

Ahora, de las 40 familias de Kongjiagou, los ingresos de 13 de ellas superan los 200.000 yuanes anuales, pudiendo permitirse disfrutar de las comodidades modernas, incluyendo automóviles. La pérdida de tierras de cultivo no ha supuesto desempleo, sino todo lo contrario: Wang Fuyu dice que en su plantación de una hectárea necesita emplear a diez personas para aplicar fertilizantes, podar, recolectar y empaquetar la fruta.

Wang Yufu junto a su esposa y su hija en la aldea de Kongjiagou.

Marcas verdes

Pero lo anterior es tan sólo una parte de la revolución verde. Con el desarrollo de marcas propias, las industrias verdes de Yan’an han obtenido aún mayores beneficios. El distrito de Luochuan, por ejemplo, subordinado a Yan’an, disfruta de condiciones geográficas y climatológicas excelentes para el cultivo de la manzana. Tras adecuarse a los estándares solicitados, sus manzanas fueron designadas como las manzanas oficiales de la Expo de Shanghai, así como de los Juegos Olímpicos de Beijing y de los Juegos Asiáticos de Guangzhou. Sus frutas se exportan a Estados Unidos, Japón, Tailandia e Indonesia, y la compañía japonesa ITOCHU Corporation está invirtiendo en un proyecto de zumo de manzana en la localidad.

El pueblo de Liulin también está desarrollando su propia marca. Cao Yaxiong, su alcalde, explica que sus manzanos cubren más de 3.000 hectáreas. Liulin está creando la “Manzana de montaña del pueblo de Liulin”, para la que ha solicitado la certificación de fruta orgánica, lo que supondría un aumento de su valor de mercado. Si su proyecto de desarrollar manzanas para regalo tiene éxito, podrían venderse cada una por 10 yuanes, cuatro o cinco veces más que el precio de las manzanas normales.

La reconversión de los cultivos de cereal y el desarrollo de marcas propias han hecho aumentar en un 20% los ingresos anuales de los campesinos de Yan’an. Siete pueblos y distritos de la región se han situado entre los 100 con mayor poderío económico del oeste de China y seis de ellos están entre los diez primeros de la provincia de Shaanxi.

Energía limpia

Un eslogan a la entrada de Yan’an reza “Para hacerte rico, cría manzanas y puercos”, algo que puede resultar extraño para los forasteros; sin embargo, los cerdos son parte de una cadena que resulta en cultivo orgánico y ahorro energético: sus heces se pueden utilizar para producir metano o como combustible por los campesinos, evitando el uso de madera. El estiércol de biogás se utiliza como fertilizante y sus residuos como abono orgánico gracias al cual se producen frutas con esta etiqueta.

El gobierno local de Yan’an había invertido hasta finales del año pasado un total de 439 millones de yuanes en la construcción de 125.000 tanques de metano, con los que puede proporcionar energía a un 35% de la población rural, y cada familia que se beneficia de la misma puede llegar a economizar hasta dos toneladas de carbón al año.

El desarrollo de la energía procedente de la biomasa es una de las estrellas de la estrategia industrial de nuevas energías de la región. Como el primer poblado del país en poner en marcha el programa de devolución de tierras de cultivo a los bosques en 1999, Wuqi reforestó 104.000 hectáreas de tierras de cultivo ese mismo año, colocándose a la vanguardia del país en este aspecto. Las plantaciones de espino amarillo de Wuqi se extienden ahora por una superficie de más de 130.000 hectáreas. En el pasado, el poblado invertía muchas horas de trabajo en la poda y recorte de estos arbustos; ahora, las ramas se utilizan para generar energía.

Por su parte, el poblado de Huang-long cuenta con 194.200 hectáreas de bosque y 7,427 millones de m3 de madera, que proporcionan anualmente 180.000 toneladas de biomasa para la producción de energía. Tanto Wuqi como Huanglong colaboran con Wuhan Kaidi Electric Power Co., Ltd. para la generación de electricidad a partir de la biomasa. Cuando hayan madurado las condiciones de los recursos y la tecnología, proyectan desarrollar biocombustibles sólidos y líquidos, que son más eficientes que la conversión de biomasa en energía.

Para finalizar, cabe destacar al poblado de Ansai, que disfruta de condiciones muy favorables para la producción de energía solar gracias a sus 2.379 horas de sol anuales, con una duración relativa del brillo solar (radiación directa) de entre el 54% y el 58%. En Ansai, con el apoyo de la administración local, Jiangsu Green Power Photovoltaic Co., Ltd está desarrollando una planta de generación de energía solar fotovoltaica de 60 MW que espera producir anualmente 300 millones de kWh. Wuqi y Huanglong también tienen proyectos relacionados con la energía solar fotovoltaica, como la promoción de los paneles solares en tejados y la integración de construcciones con capacidad para generar y aprovechar la energía solar y sus aplicaciones. El objetivo es la diversificación de canales y la integración de la cadena industrial de la energía en los cursos superior e inferior del río Amarillo.