¿Por qué trasladamos el agua del sur al norte?

Un tercer inconveniente es el agua subterránea, extraída excesivamente hoy en día. Se requiere una precisa estimación del nivel de agua subterránea que hay en el lugar donde se hagan los trabajos, pues si se sobreestima habrá un desperdicio de recursos; mientras que si se subestima, la construcción podría correr el riesgo de colapsar una vez que vuelva a subir el nivel de agua subterránea. Estos tres problemas serán solucionados muy pronto.

Una cuarta dificultad es la reubicación de la población. En las líneas central y oriental vivían alrededor de 450.000 habitantes, de los cuales, hasta finales del año pasado, 219.000 (un 49%) habían sido ya trasladados. La reubicación de la población es un problema de largo plazo y se le está dando una adecuada solución.

Un quinto problema es el tratamiento de aguas residuales. Se trata de una ardua tarea por el poco tiempo que se dispone en la primera etapa de las obras de las líneas central y oriental. Hoy, el mayor esfuerzo está concentrado en el tratamiento de residuos en la línea oriental y en la protección del nacimiento del agua en la línea central.

Los numerosos beneficios

En 2002 se ratificó la planificación general de la Obra de Trasvase de Aguas del Sur al Norte, que abarca –como ya se ha descrito– tres líneas: la oriental, la central y la occidental. En lo que se refiere a la línea oriental, el agua es extraída del curso medio e inferior del río Yangtsé, desde Jiangdu de Yangzhou, y es trasladada, a través del Gran Canal de Beijing-Hangzhou y de los ríos afluentes, hasta Tianjin, Yantai y Weihai. En cuanto a la línea central, el agua es extraída del canal Taocha de la presa Danjiangkou y, tras atravesar el río Amarillo, es conducida a Beijing y Tianjin. En lo que respecta a la línea occidental, se están construyendo diques y presas en el curso superior del río Yangtsé, y se están perforando túneles en la montaña Bayankala, para así trasladar el agua hacia el curso superior del río Amarillo.