¿Por qué trasladamos el agua del sur al norte?

¿Es necesaria la obra?

De acuerdo con la topografía china, el oeste del país es más elevado que el este. La zona más alta corresponde a la Meseta Qinghai-Tíbet, a una altura promedio de 4.000 msnm, conocida como “El Techo del Mundo”. En China, la mayoría de los ríos corre de oeste a este, como es el caso de los ríos Amarillo, Huaihe, Haihe, Yangtsé y de la Perla. ¿Por qué, entonces, debemos variar el curso fluvial y trasladar agua al norte?

Según Shen, el agua no escasea en China, pero su proporción per cápita alcanza sólo la cuarta parte del promedio mundial. Más aún, en las cuencas de los ríos Amarillo, Huaihe y Haihe, la proporción por persona sólo es de 462 m3, lo que representa la quinta parte de la media nacional y la vigésima de la mundial. En Beijing, Tianjin y el norte del país, la proporción por persona es de 292 m3, lo que equivale a la séptima parte del promedio nacional y a la trigésima del mundial.

Los recursos de agua dulce en China alcanzan los 2,8 billones de m3, cifra que representa un 6% de la reserva mundial y hace que el país ocupe el cuarto lugar, luego de Brasil, Rusia y Canadá. Sin embargo, la proporción per cápita es de 2.163 m3, la cuarta parte de la media mundial. Además, no hay una balanceada distribución del agua en China y, a lo largo del año, ésta escasea en el norte del país. Shen asegura que, debido a ello, más de 200 millones de habitantes sufren problemas de abastecimiento de agua potable y más de 7 millones de habitantes beben aguas amargas y saladas, con alto contenido de flúor. Si bien desde la década de 1950 se viene planificando el traslado de agua desde el sur, la necesidad es hoy imperiosa, pues la economía no podrá desarrollarse sin contar con este recurso. Para 2013 está previsto que funcione la línea oriental de la obra hidráulica y se concluya con la obra principal de la línea central. El funcionamiento de esta última debería darse en 2014.