Tres años después
En vista de que el distrito ya no puede ser reconstruido ni habitado, se decidió que fuera un lugar que recordara a las víctimas del sismo. Es así que en junio de 2009 se estableció la Dirección de Protección del Viejo Distrito de Beichuan. Zhao Kaisheng y otros 60 trabajadores llegaron hasta este deshabitado pueblo para comenzar su labor. Ante todo, se empeñaron en eliminar los riesgos ecológicos y en reforzar las construcciones que aún se mantenían de pie. Todo ello con la finalidad de proteger la zona devastada por el terremoto (la más extensa del mundo en su género) y garantizar así la seguridad de sus futuros visitantes.
“Este despoblado y destruido lugar me hizo sentir mucho miedo los primeros días, sobre todo al recordar que miles de vidas se habían perdido bajo sus escombros. Con el paso del tiempo me he ido acostumbrando y he comenzado a sentir una responsabilidad: nosotros somos ahora los custodios de las víctimas. De vez en cuando, incluso, me da la sensación de que converso con sus espíritus”, relata Zhao. Paradójicamente, la Dirección de Protección del Viejo Beichuan no está integrada por ninguno de sus antiguos pobladores. “Imagínese, ¿quién podría soportar ver a diario los escombros donde yacen sepultados sus familiares?”, explica Zhao, quien procede de Mianyang, ciudad de la provincia de Sichuan que también resultó afectada por el terremoto.
El Gobierno ha invertido 420 millones de yuanes en la preservación del Viejo Beichuan. Según la planificación de los expertos de la Universidad Tongji de Shanghai, realizada a finales de 2009, la Dirección de Protección cumple sus funciones bajo los siguientes principios: autenticidad (mantener el estado original de la zona), reversibilidad (el que todas las instalaciones añadidas puedan ser desmanteladas), clasificación (establecer un orden de lo hallado en el lugar) y la menor intervención (construir instalaciones sólo si su uso es indispensable para los visitantes).
Zhao Kaisheng señala que la vía principal del Viejo Beichuan, que antes lo unía con los cantones y poblados colindantes, hoy tiene sólo fines conmemorativos. Con la finalidad de que los vehículos no transiten al lado de las tumbas de las víctimas del terremoto, se ha construido una nueva carretera junto al dique que resguarda la zona.
En mayo de 2010, el Viejo Beichuan fue abierto al público a modo de prueba y hoy recibe alrededor de 1.000 visitantes cada día, previa reservación. Sin embargo, el 12 de mayo pasado, casi 50.000 de los antiguos pobladores de Beichuan regresaron para recordar a sus parientes y amigos fallecidos. “Mi deseo es que sientan algún consuelo al ver todos nuestros esfuerzos por proteger el Viejo Beichuan”, expresa Zhao.
El miedo a la soledad
De los 1.500 funcionarios que trabajaban en Beichuan, 436 perdieron la vida en el terremoto. No sólo eso, sino que el 90% de los cuadros sobrevivientes tuvo algún familiar muerto, indica Han Guijun, quien labora en el gobierno distrital de Beichuan y perdió a nueve de sus parientes. “Somos damnificados y, a la vez, organizadores, instructores y ejecutores de la reconstrucción. Por lo tanto, afrontamos una mayor presión”, señala.
Han y sus compañeros trabajan aún en oficinas provisionales, donde el sudor se hace copioso incluso cuando se está sólo por unos minutos, pues la temperatura supera los 30 grados en pleno mes de mayo. No obstante, la reconstrucción de las oficinas será el último proyecto que se realizará en el nuevo distrito de Beichuan, pues la prioridad es aplacar las necesidades inmediatas del pueblo. En ese sentido, se estima que Han tendrá que trabajar todavía unos meses más, antes de ver restablecida su oficina.
Li Hua, de la etnia qiang y actual subdirector de la Comisión Administrativa de Planificación y Construcción de Beichuan, perdió a siete familiares en el terremoto. Pese a todos los infortunios, se considera una persona sumamente optimista. “Es verdad, perdí a mi padre, a mi hermana menor y a otros parientes, pero el presidente, el pueblo chino, e incluso amigos de todo el mundo se están preocupando por nosotros y nos están ayudando. Nos están brindando una nueva vida”, declara.