El bajo carbono llega a Wuhan
LOS habitantes convierten el aceite comestible sacado por el extractor de aire en jabón, recolectan el agua de lluvia para regar las plantas, las empresas de cemento que, anteriormente, tenían altos índices de contaminación son ahora las que protegen los espacios verdes y las siderúrgicas de Hubei con gran emisión de bióxido de carbono se han convertido en empresas de punta en ahorro energético. Tras la visita a Wuhan, capital provincial de Hubei, la periodista de China Hoy percibe que el bajo carbono ha llegado a esta ciudad del centro de China.
Sistema de recolección de agua de lluvia en Baibuting.
Zona residencial con aire puro
En casa del director de la Comisión de Vecindad de la zona residencial Baibuting, en Wuhan, Yang Guangjie, nos explica detalladamente el proceso para convertir el aceite recogido por el extractor de aire en jabón. Como el jabón que él produce contiene alta alcalinidad y tiene fuerte poder abrasivo al momento de limpiar, se lo usa, principalmente, para lavar chaquetas y trapos. “Mis jabones son muy bien aceptados entre los habitantes de Baibuting”, expresa Yang.
En realidad, Yang Guangjie empezó a elaborar jabón reciclado en 2009, porque muchos vecinos le decían que el aceite expedido por el extractor de aire contamina el ambiente y obstruye las tuberías. Un día, por casualidad, Yang leyó un artículo en Internet sobre cómo hacer jabón con aceite y pensó en probar. Después de más de 20 ensayos, finalmente, tuvo éxito.
“Desde 2010, cada año reciclamos entre 400 y 500 kilos de aceite usado. Con un kilo de aceite usado se puede hacer hasta un kilo y medio de jabón, es decir, la producción anual de mis jabones supera los 600 kilos”.
Yang Guangjie hace un cálculo: Wuhan tiene registrada una población de más de 10 millones de habitantes y un millón de familias. Si cada familia recoge, anualmente, 2,5 kilos de aceite usado y los convierte en jabón, teniendo la precaución de no desecharlo en cualquier lugar, será bueno para el medio ambiente.
Niños, junto con profesores extranjeros, hacen bolsas de protección ambiental.
El ahorro que cae del cielo
En la ciudad de Wuhan, la lluvia es frecuente y abundante. Gracias al sistema de recolección de agua de lluvia, que hace más de siete años creó, Li Yuanyan, un habitante de la zona residencial de Baibuting, se pueden economizar hasta 200 metros cúbicos anuales de agua.
Li Yuanyan, de 60 años de edad es considerado “el genio del ahorro de agua”. Él vive en el piso más alto y encima de su techo hay un espacio de más de 100 metros cuadrados. En los últimos años, él ha plantado allí mil árboles frutales. “Después de usar este dispositivo, los gastos mensuales de agua no llegan a 10 yuanes”, dice Li sonriendo. “La persona que registra el consumo de agua duda si he hecho algo con el contador”.
El dispositivo inventado por Li ya se ha popularizado en toda la zona residencial. A día de hoy, 320 familias han instalado este aparato de recolección de lluvia, de modo que se pueden aprovechar 60.000 metros cúbicos de agua anualmente.
Ahora, cada habitante de Baibuting tiene incorporado, conscientemente, el concepto de bajo carbono. Li Fang selecciona los residuos antes de tirarlos a la basura y, en forma consciente, pone pilas usadas en el contenedor de recolección de pilas.
Transformaciones ambientales de Huaxin
Al entrar a la fábrica de cemento de Huaxin, uno siente que está en un jardín. Los talleres se yerguen entre el bosque de árboles.
Antes la escena era: talleres bajos y almenas con humo negro. Los vecinos cercanos no podían abrir las ventanas. “Ahora todo es diferente. No se oye ruido ni se ve el humo negro”, destaca Shu Changxue, de 73 años de edad, que lleva 50 años viviendo allí.
Mediante la eliminación de la capacidad de producción obsoleta, el cierre de viejos hornos y la innovación tecnológica, Huaxin ha instalado el concepto de bajo carbono.
La innovación tecnológica es un medio para estimular el bajo carbono. “Se genera electricidad con el calor excedente del horno de cemento, con lo cual se puede disminuir un tercio de la generación de electricidad”, indica Han Qianwei, jefe del departamento de producción de Huaxin.
Huaxin se dedica ahora a usar la basura cotidiana como combustible, en lugar del carbón. Por el momento, siete fábricas lo han aplicado.
“Si nuestra tecnología puede expandirse a todo el país, cada año con solo un 25 % de la capacidad de producción de cemento se pueden tratar los 100 millones de toneladas de basura, o sea, se pueden economizar 13,05 millones de toneladas de carbón estándar y disminuir la emisión de 157 millones de toneladas de dióxido de carbono”, añade Han.
Gracias a las diversas medidas, solo entre 2011 y 2013, se han ahorrado 80.000 toneladas de carbón estándar y se han disminuido más de 200.000 toneladas de dióxido de carbono.
Jabones hechos por Yang Guangjie.
El renovado Grupo Siderúrgico de Wuhan
Antes Wuhan era denominada “el horno de fuego”, con mucha contaminación. Eso estaba relacionado en algún grado con las empresas siderúrgicas y sus hornos de emisión de humo de carbón, de la provincia de Hubei.Ahora, la reforma ambiental abarca toda la ciudad.
De 2010 a hoy día, dicho grupo ha invertido, cada año, más de 1500 millones de yuanes en ahorro energético y disminución de emisión de dióxido de carbono, generando electricidad con calor excedente.
Según la presentación de Wang Xibin, vicedirector del departamento de planificación de dicho grupo, durante el XII Plan Quinquenal, el Grupo Siderúrgico de Wuhan seguirá invirtiendo en la disminución de emisiones. “La disminución de emisiones también significa reducción de costos”.
Por el momento, el espacio verde de dicho complejo registra unos 3,73 kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie de una ciudad pequeña. Los datos demuestran que con el “aire acondicionado” natural de la ciudad, la vegetación hace que la temperatura en verano baje en 5,64°C.
En Hubei hay 25 empresas siderúrgicas, ocho están incluidas en la administración de cuotas de emisión de carbono. Desde 2011, Hubei ha eliminado la producción obsoleta de hierro en 3,61 millones de toneladas.