Sabor latinoamericano en el paladar chino
CHINA en el paladar es una serie de documentales que tiene muy buena audiencia en China. La serie presenta la gastronomía de todos los grupos étnicos de China en la que predominan cinco sabores: agrio, dulce, amargo, picante y salado. El sabor picante tiene más corta historia en la civilización china de 5000 años. Este proviene de los chiles y hoy, junto con más de 30 plantas comestibles, que tienen origen en América Latina, son inseparables en la comida diaria de los chinos. Los chiles llegaron a China hace unos 400 años. Son deliciosos, nutritivos y de variados y peculiares sabores. No es una exageración decir que la comida china está estrechamente vinculada con las plantas comestibles de América Latina.
Proveer nutrición a los chinos
En los últimos 50 años, los productos agrícolas de América Latina se han integrado cada vez más en la vida de los chinos. A principios de los años 60 del siglo pasado, los chinos experimentaron una grave escasez de alimentos que duró tres años. En aquel tiempo, Argentina rompió con valentía el embargo contra China, exportándole millones de toneladas de trigo. Cuba también exportó grandes cantidades de azúcar. Hoy, los chinos mayores de 60 años todavía recuerdan el azúcar cubano de color amarillento. Estos productos ayudaron mucho a los chinos a superar el hambre y nutrirse.
Durante miles de años, para los chinos del norte del país, el aceite comestible era generalmente de cacahuete, semillas de algodón y soya, mientras que para los chinos del sur, el aceite de colza. Debido al bajo volumen de producción, la demanda siempre excedía la oferta, y el consumo real de aceite per cápita era muy bajo. Por ejemplo, desde los años 50 hasta principios de los años 80 del siglo pasado, bajo el marco de economía planificada, el consumo mensual de aceite vegetal de cada ciudadano de Beijing era de 0,25 kg, y el de las ciudades capitales de otras provincias, sólo de 0,15 kg. Desde finales de los años 80, la oferta y variedad del aceite vegetal de China tuvieron cambios graduales. Primero, el racionamiento que había sido aplicado por 30 años fue anulado. Actualmente, en el mercado hay suficiente oferta de aceite vegetal y la gente puede comprarlo cuando quiera. Segundo, el aceite de soya (el importado desde Brasil y Argentina, y el hecho en China con soyas importadas de América Latina como materia prima) reemplaza gradualmente el aceite de colza y de semillas de algodón, que pueden tener efectos negativos para la salud humana.
La soya desempeña un papel importante en el comercio chino-latinoamericano. Cabe mencionar que la soya es originaria de China. Hace 5000 años, los chinos ya tenían maduras técnicas del cultivo de soya. A mediados del siglo XX, EE.UU., Brasil y Argentina empezaron a cultivar a gran escala la soya, y se convirtieron pronto en los mayores productores y exportadores de este cultivo, muy por encima de China que hoy es el mayor importador de soya de América. En los últimos años, la soya importada ocupa el 80 % del consumo de China, la mayoría proviene de América Latina.
Mejor calidad de vida
A finales de los años 70 del siglo pasado, con el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Ecuador, en el mercado de Beijing aparecieron por primera vez plátanos de América Latina y, en aquel entonces, los plátanos nacionales todavía eran muy escasos.
Hace unos 20 ó 30 años, el “vino” que bebían los chinos generalmente era el producto de la mezcla de alcohol, agua y azúcar. Esto se explica posiblemente por el gusto de los chinos por las bebidas alcohólicas de sabor dulce en aquellos años de escasez de alimentos. Cuando en el mercado había vinos importados, hechos con uvas, la mayoría de los chinos no estaban acostumbrados a beberlos. Hace más de diez años, cuando los vinos producidos en Chile y Argentina, empezaron a venderse en los grandes supermercados de China, poca gente se interesó por comprarlos. Por supuesto, aparte de los hábitos de consumo, el precio es otro motivo de este fenómeno. Pero, en los últimos años, la situación ha cambiado totalmente. Más y más chinos ya conocen los buenos efectos del vino para la salud y tienen mayor poder adquisitivo. El gusto por el alcohol dulce se está sustituyendo por el vino verdadero. Hoy día, en los grandes supermercados de China, se puede comprar vinos producidos por Chile y Argentina, de muchas variedades.
En los últimos 20 años, como los consumidores son más exigentes con la calidad de los productos lácteos, su importación ha crecido en gran medida. En el pasado, los chinos sólo conocían los productos lácteos de los Países Bajos, Nueva Zelanda y Australia. En años recientes, los lácteos de Argentina están ganando cada día más fama. Su precio es casi igual que el de los lácteos de los Países Bajos de la misma calidad.
La carne bovina de los países latinoamericanos también ha entrado al mercado chino demostrando su excelente calidad y buen precio.
Durante la pasada Fiesta de la Primavera, los consumidores chinos descubrieron un nuevo tipo de camarones, de Argentina, que tenían mayor tamaño, pero es sólo un 1/3 más caro que los camarones nacionales. En el mercado, la gente los llama “camarones rojos de Argentina” por su color. En Internet, estos camarones empaquetados en cajas de 2 kg tienen muy buena acogida. Una razón importante es su color rojo que los chinos prefieren usar durante la fiesta.
Además, las frutas de América Latina, tales como las cerezas de Chile, de color brillante, y los aguacates nutritivos de México, también son frutas “de moda” en el país de Confucio.
Oportunidad para productos agrícolas
Los productos agrícolas de América Latina reflejan el rápido desarrollo del comercio chino-latinoamericano.
Sin embargo, según las estadísticas, el crecimiento del comercio chino-latinoamericano ha venido desacelerándose en los últimos tres años, sobre todo en el año 2015, cuando hubo una caída de las exportaciones, aunque el volumen real de comercio no es muy bajo. El comercio chino-latinoamericano se ve influido, principalmente, por el gran entorno del mercado internacional, además del impacto producido por la nueva fase que atraviesa la economía china denominada “nueva normalidad” (reequilibrio). Una vez que la economía mundial empiece a recuperarse y la economía china logre el reequilibrio, la situación cambiará.
El XIII Plan Quinquenal empieza a aplicarse este año, con la meta principal de mantener el crecimiento rápido de la economía china, mejorar la calidad de vida del pueblo, elevar notablemente las cualidades cívicas y el nivel de la civilización social, mejorar el medio ambiente y asegurar el cumplimiento del objetivo de construir una sociedad modestamente acomodada en 2020. Eso supone que, a mediano plazo, China procurará alcanzar un crecimiento económico medio-alto del comercio exterior, por lo que en los próximos cinco años, se espera que el comercio bilateral entre China y América Latina mantenga un crecimiento adecuado y, sin duda, China será un mercado importante para los productos agrícolas de esa región.
Bajo las nuevas circunstancias, China, con la firme decisión de aplicar la política de reforma y apertura al exterior, ha elaborado la estrategia estatal de “Una Franja y Una Ruta”. La Ruta se refiere a la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI.
Hasta el año 2020, cuando China complete la construcción integral de la sociedad modestamente acomodada, el pueblo latinoamericano compartirá más beneficios del desarrollo de China, y el pueblo chino también disfrutará de más frutos de la cooperación económica con América Latina.
*Lu Guozheng es asesor de China Hoy, miembro del Consejo de la Asociación de Comercio Internacional de China, miembro de la Asociación China de Estudios Latinoamericanos y asesor del Centro de Estudios de México del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales.