América Latina celebra fiesta de compras con China
DURANTE el día del doble once (11 de noviembre) del año pasado, los anuncios y promociones comerciales inundaron las pantallas de computadoras y celulares. Empresas de comercio electrónico ofrecieron al consumidor la posibilidad de adquirir productos de todo el mundo sin salir de casa. Al final del día se habían registrado transacciones comerciales electrónicas por un valor de 91.200 millones de yuanes , 40.000 millones más que en 2014. La diferencia con el año anterior, sin embargo, radicó en que en la última gran fiesta de las compras hubo una mayor oferta de productos procedentes de América Latina y el Caribe, los cuales no solo nos dilatan las pupilas, sino que proporcionan más opciones para llevar una vida sana.
Taller de Geely en Uruguay.
Productos latinoamericanos aterrizan en China
La mayoría de los vendedores puso los productos provenientes de América Latina en lugares destacados de las secciones de carnes y mariscos y productos frescos: cerezas, uvas rojas y kiwis de Chile, aguacates de México, bananas de Ecuador o carne de vaca y cordero de Argentina y Uruguay. Se trata de productos que no solo destacan por su frescura, sino también por su clasificación, la cual permite a los consumidores buscarlos gracias a los códigos de barras. Y así, los consumidores chinos demandan salmón y cangrejo de Chile, camarones de Ecuador, café de Colombia, Brasil y Jamaica, los preferidos por los bebedores de café del país; tequila y cerveza Corona mexicana, ron cubano o vino chileno, del que se vende una botella por minuto.
Además, el lanzamiento de la política del segundo hijo supone una oportunidad para los propietarios de ganado en la Pampa o los agricultores que cultivan mijo en la meseta de Los Andes, todos dispuestos a exportar a China.
En el terreno de los productos beneficiosos para la salud, el propóleo de Brasil y la maca de Perú ya son conocidos entre los consumidores chinos; al igual que los zapatos de la marca Melissa y las zapatillas Havaiana de Brasil, muy bien acogidos por los jóvenes. Los productos de América Latina no solo ocupan los primeros puestos de la lista de búsquedas de Taobao (uno de los principales portales chinos de comercio electrónico), sino que han entrado en la vida cotidiana de la gente.
El celular inteligente Huawei ha tenido muy buena acogida en América Latina.
Comercio electrónico en América Latina
Mientras los productos latinoamericanos entran en el mercado chino, las plataformas chinas de comercio electrónico también ponen productos de calidad de empresas chinas a disposición de los consumidores latinoamericanos. AliExpress, filial de Alibaba, vende más de 40 tipos de productos chinos, entre ellos ropa, artículos digitales, zapatos y bolsos, adornos para vestidos o accesorios para automóviles en Brasil, Chile y México. Es el más visitado entre los vendedores electrónicos transfronterizos en Brasil.
En cuanto a los productos chinos con mayor aceptación en América Latina, están la ropa, los productos relacionados con ceremonias nupciales, los adornos, las joyas y los productos electrónicos, sobre todo los celulares de las marcas Huawei, Lenovo y OnePlus, cada vez más famosas entre los jóvenes latinoamericanos.
Por otro lado, y en comparación con la rápida aceptación en China de los productos procedentes de América Latina, la venta de productos chinos en dicha región a través de plataformas de comercio electrónico está todavía en una fase inicial. El inmaduro mercado electrónico latinoamericano, la baja penetración de Internet, la ausencia de canales de pago, las estrictas políticas aduaneras, la logística trasnacional aún incipiente y las diferencias culturales e idiomáticas suponen obstáculos para entrar en el mercado latinoamericano, donde, además, existe una importante competencia, dada la presencia de eBay, Amazon y otras plataformas locales.
Los cafés de AL ganan popularidad entre los consumidores chinos.
El “cursor” reduce la distancia entre China y AL
Sin embargo, la presión también es una fuerza motriz. El XIII Plan Quinquenal propone fortalecer el país con Internet e Internet+, desarrollar la tecnología y la aplicación de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), desarrollar la economía compartida y la economía abierta de nivel más alto, y promover las innovaciones en el comercio, la cadena de suministro y la cadena logística. Para conseguirlo, el comercio electrónico es el sector que debe tomar la delantera.
El acelerado desarrollo de las relaciones bilaterales y las buenas relaciones políticas y económicas han sentado una base firme para desarrollar el comercio electrónico. El nuevo modelo de cooperación en capacidad productiva, conocido como “3×3”, propuesto por el primer ministro chino, Li Keqiang, en su visita a América Latina el año pasado, trata, entre otras cosas, de satisfacer las necesidades de los países latinoamericanos y construir conjuntamente tres corredores: logístico, de energía eléctrica y de información para lograr la interconexión. Se trata de cooperar y construir un corredor informático con el soporte de la tecnología de Internet, las telecomunicaciones móviles de nueva generación, la fusión de los big data y el cálculo de las nubes. Esta propuesta ha dado alas a la cooperación entre empresas y plataformas de comercio electrónico chinas y latinoamericanas.
Es de esperar que con la fuerte complementariedad de las economías china y latinoamericana, las cuales se encuentran en periodos de transición y de actualización, respectivamente, los comerciantes chinos puedan ofrecer a los consumidores latinoamericanos productos de calidad a precios razonables. También que puedan ofrecer diferentes opciones para el consumidor y posibilitándoles que adquieran productos chinos sin salir de casa. Un simple clic en el cursor reduce la distancia entre China y América Latina.