“China podría tener un rol muy significativo en la recuperación de América Latina”
Por MICHAEL ZÁRATE
Se trata de su segunda visita a China en este 2015, un año importante porque su país tiene la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Durante su paso por Beijing, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, sostuvo una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y luego de ello decidió brindar una entrevista exclusiva a China Hoy, en la que analizó la relación entre China y América Latina, en una difícil coyuntura debido a la caída en el precio de las materias primas.
China Hoy (CH): Ecuador tiene en este momento la Presidencia de la CELAC. De hecho, la CELAC viene ya de sostener una reunión con el canciller chino Wang Yi en Nueva York el 26 de septiembre último. Ahora usted ha vuelto a reunirse con él. ¿Cuáles han sido los resultados de este encuentro?
Ricardo Patiño (RP): Han sido excelentes resultados. En primer lugar, hemos constatado, a través de informaciones y cifras, el avance de nuestras relaciones a nivel bilateral. Las relaciones entre China y Ecuador se han ido consolidando de manera increíble. Justamente ahora se está desarrollando la Bienal de Arte Internacional en el Museo Nacional de Arte de China con la participación de diez pintores ecuatorianos. Pero, adicionalmente a ello, estamos trabajando en temas que tienen que ver con la capacitación de nuestro talento humano. Hay más de 370 ecuatorianos formándose en las universidades chinas y estamos preparando el establecimiento de un segundo Instituto Confucio en Ecuador.
Por otro lado, en temas que tienen que ver con el comercio, el financiamiento y la infraestructura, déjeme decirle que China es el responsable de que hayamos avanzado tanto en el desarrollo de nuestra nueva energía. De las ocho centrales hidroeléctricas que hemos construido en estos últimos 5 años, seis han sido hechas con financiamiento y por empresas chinas. Ello permitirá a Ecuador convertirse en uno de los países con la energía eléctrica más limpia del mundo.
CH: Quisiera recoger algo que usted ha mencionado: la importancia del talento humano. El mes pasado se realizó en Quito el Primer Foro de Ciencia, Tecnología e Innovación convocado por China y la CELAC, un paso importante respecto al trabajo coordinado entre ambas partes. ¿Pero qué avances hay respecto a los anuncios hechos durante el Primer Foro Ministerial China-CELAC de enero pasado?
RP: Después de ese primer foro se han realizado dos foros adicionales: el foro de ciencia y tecnología –al que usted hace mención– y el foro de infraestructura que se hizo en Macao. Por otro lado, en los próximos meses se llevará a cabo el foro de energía y también una reunión de los partidos políticos de la CELAC con el Partido Comunista de China. Estamos hablando de cuatro eventos muy importantes, además del foro de enero, que se producirían solamente en este año.
Adicionalmente a ello, se está avanzando en la definición de los mecanismos para poder utilizar la oferta de financiamiento que China ha hecho para la región de 35.000 millones de dólares. Estamos coordinando cuáles serán las condiciones para que los créditos se den, en qué tipos de proyectos se podrían utilizar y con qué otros agentes financieros trabajar. Estamos pensando en que la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina puede ser un agente financiero para poder canalizar los recursos de China. Así que ha habido muy importantes avances en este periodo.
CH: Hay más de 81 empresas chinas en Ecuador que vienen construyendo los más importantes proyectos de infraestructura. ¿Cuál es su balance respecto a la inversión china en Ecuador?
RP: Es altísimo. En los últimos ocho años, solo en financiamiento chino, hemos tenido 8700 millones de dólares, de los cuales una parte importante ha sido utilizada en la construcción de obras de infraestructura, buena parte de ellas hechas también por empresas chinas. Pero hoy ya son 91 empresas chinas las que están en Ecuador, muchas de ellas en el área de la infraestructura, otras en los sectores industrial y energético. Hay algunas empresas que están ya operando en campos petroleros ecuatorianos y hay otras que están ya preparándose para operar en concesiones mineras en Ecuador.
Uno de los elementos importantes es que China, que es también un país en vías de desarrollo, comprende la importancia que tiene para Ecuador avanzar en sus niveles de desarrollo y no quedarse solamente como proveedor de materias primas. Ellos (los chinos) regularmente capacitan al personal ecuatoriano que está en sus empresas, lo cual nos deja a nosotros un importante resultado adicional a la propia inversión, al propio empleo que se genera y a la propia electricidad con la que podemos contar. El desarrollo del talento humano es un resultado mucho más importante estratégicamente y a mediano plazo, y eso también lo valoramos de manera particular porque no es cualquier cosa. No es que una empresa china hace algo y se va. Es una empresa que capacita el talento ecuatoriano.
CH: ¿Es esta la mayor diferencia que ve usted entre la inversión china y la que podría proceder de países desarrollados, por ejemplo?
RP: Sí, por supuesto. Hay una gran diferencia. Es cualitativamente distinta la una con la otra. Lo muestra el hecho de que en la conversación que tuve con el canciller chino hayamos tratado la idea de avanzar cualitativamente nuestra relación para fomentar un nivel de industrialización en Ecuador, con el apoyo directo del Gobierno chino. Estamos hablando especialmente de una transferencia en ciencia y tecnología, e incluso en el financiamiento de este proceso de industrialización que con China vamos a trabajar. China lo ve, incluso, como una cuestión de impulsar una nueva relación que pueda ser tomada como ejemplo de la relación que pueden tener con muchos otros países de la región, que en algunos casos todavía es muy limitada.
CH: ¿Cuál es la relación que China quiere tener con América Latina? ¿Qué le han dicho?
RP: China quiere una relación profunda, muy amplia. Al ser una de las más grandes economías del mundo requiere para su desarrollo insumos de todo tipo, y requiere también que sus empresas –que han crecido mucho– puedan trasladarse a los países del mundo entero. Miles y miles de empresas que requieren mercados más amplios y que requieren expandirse pueden encontrar en América Latina una posibilidad de destino, como lo están haciendo en Ecuador.
Sin embargo, lo interesante de la relación con China es que es una relación que no es dominante, que no impone condiciones y que es realmente respetuosa. Nosotros ya llevamos ocho años y medio de esa relación y lo podemos decir con absoluta claridad. Nunca un crédito ha sido condicionado a un voto o a un apoyo político de ninguna naturaleza. Es peor lo que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI), que busca que tengas una política económica determinada. El FMI en Ecuador nos imponía condiciones sociales e incluso políticas salariales. Era terrible. La relación con China es diametralmente distinta. Es una relación de absoluto respeto a las decisiones autónomas de nuestro Gobierno y que se limita a participar en aquellos temas en los que nosotros les pedimos algún tipo de comercio.
CH: China vive un cambio de modelo económico, el cual viene generando mucha atención en el mundo. ¿Cuál es su lectura respecto a este momento que vive la economía china?
RP: Es muy gracioso porque se habla de una desaceleración de la economía china. Alguien que no tiene mucha información de lo que pasa en China podría decir que China está en crisis. No. Es una desaceleración del 8 al 7 %. Ya quisiéramos algunos países tener esa desaceleración. En Ecuador posiblemente este año tengamos un crecimiento del 0,5 %, cuando hemos tenido un promedio de más del 4 % en los últimos años. Y hay países europeos que ya quisieran crecer siquiera.
Pero esa pequeña disminución en el ritmo de crecimiento chino se explica también por la crisis en los otros países. En buena hora que en muchos países no sentimos ese impacto. En el caso de Ecuador, nosotros no sentimos el impacto de la pequeña desaceleración china. El año pasado, nuestras exportaciones no petroleras a China alcanzaron los 444 millones de dólares, y este 2015 vamos a terminar exportando 576 millones de dólares. Estamos hablando un crecimiento del 30 % en un año en el que supuestamente China se desacelera y en el que Ecuador ha tenido graves problemas, como consecuencia de la disminución de los precios del petróleo.
Y en temas financieros, en cuanto a la presencia de empresas chinas en Ecuador, no hemos tenido tampoco un impacto negativo, afortunadamente. A lo mejor otros países sí lo han tenido, por el tipo de relación que tienen con China. Aspiramos a que China pueda recuperarse porque finalmente cualquier cosa que pase en China tendrá un impacto en el mundo entero.
CH: La nueva normalidad que vive China, entre otros objetivos, busca una economía orientada más hacia el consumo doméstico. Ello abre oportunidades en los países para acceder a este vasto mercado. ¿Cuál será la actitud que seguirá el gobierno del presidente Rafael Correa al respecto?
RP: Estamos trabajando cada vez más para que también puedan entrar productos ecuatorianos a China. En 2007, cuando comenzó el Gobierno de la Revolución Ciudadana, solamente exportábamos 40 millones de dólares en productos no petroleros a China. Este año vamos a terminar en 576 millones. Es un crecimiento exponencial. Y el Gobierno chino, el canciller chino y también las otras autoridades con las que nos hemos reunidos, nos han dicho que tienen toda la disposición para aumentar la adquisición de productos no solamente primarios, agrícolas, sino de productos industrializados por parte de ellos hacia Ecuador. Así que vemos ello con mucho optimismo porque eso también va a permitir que continúe dinamizándose la economía ecuatoriana.
CH: En los últimos quince años, China ha sido un factor importante para el crecimiento de América Latina. Hoy América Latina vive una coyuntura difícil por la caída de los precios de las materias primas. El FMI acaba de decir que la economía de la región decrecerá un 0,3 % este año. ¿Qué papel cree que podría desempeñar China en aras de una recuperación económica latinoamericana y, en concreto, de Ecuador?
RP: Un papel muy significativo. Si nosotros no hubiéramos impulsado una relación con China en los últimos ocho años, tenga la seguridad de que no habríamos crecido al ritmo en el que lo hicimos: más del 4% anual en los últimos ocho años. Este año posiblemente nuestro crecimiento será muy limitado, pero por la caída fenomenal de los precios del petróleo, que es nuestro principal producto de exportación. Pero allí incluso el papel de China puede ser muy importante porque ellos pueden convertirse en un comprador de productos que nosotros no podemos colocar en otros mercados, como consecuencia de la crisis económica general. América Latina también ha disminuido su demanda, pero la demanda china no disminuye, y si disminuye no tiene muchos efectos sobre la economía de nuestros países. Entonces, ellos (los chinos) pueden cumplir un rol muy importante en la medida en que puedan seguir adquiriendo productos latinoamericanos. Y han manifestado su disposición de hacerlo.
Pero para el mediano plazo sirve mucho la cooperación, por ejemplo, con los miles de millones de dólares en la infraestructura de nuestra región, que tiene un efecto dinamizador de la economía, o lo que nosotros llamamos “el multiplicador de la inversión”. En nuestro país la inversión pública, en buena medida financiada con recursos chinos, ha permitido que Ecuador crezca económicamente, que se generen mayores niveles de empleo, que mejoremos la equidad, que mejoremos la distribución de la riqueza, que mejoremos de manera considerable la demanda interna y eso tiene mucho que ver con la cooperación china.