“RMB en la cesta”, más querido que antes
El 1 de octubre de este año entró en vigor la inclusión de la moneda china en la cesta de Derechos Especiales de Giro (DEG). Cnsphoto
Por CHAI YIFEI*
Una tarde de mediados de septiembre, en el aeropuerto de Frankfurt, Alemania, Chen Shi, un turista chino que acababa de terminar una gira por Europa, se sintió ansioso frente a la larga cola de la ventanilla de reembolso de impuestos.
“Los turistas chinos que quieran recibir el reembolso con Alipay pueden venir. Basta con rellenar el formulario con el nombre, número de pasaporte, dirección, la cuenta de Alipay y podrán irse. Además no necesitan pagar por los trámites”.
Chen, levantó la vista y observó que el personal del aeropuerto hablaba en chino. Como tenía prisa rellenó el formulario de declaración de impuestos y lo entregó, para salir corriendo a tomar el avión. Diez días laborables después, las devoluciones de impuestos en yuanes llegaron a su cuenta de Alipay. “Nunca había imaginado que en el extranjero también podría usar Alipay, la cuenta de RMB”, dice con asombro.
Lo que vivió Chen refleja el proceso de internacionalización del Renminbi (RMB). El 1 de octubre de este año, entró en vigor la inclusión de la moneda china en la cesta de Derechos Especiales de Giro (DEG). A partir de entonces, el RMB, junto con el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y el yen, se convirtió en “dinero de los pueblos del mundo” (Renminbi significa en chino “dinero del pueblo”).
Ahora el RMB es moneda de reserva para diversos países del mundo, organizaciones internacionales y empresas transnacionales, una divisa que se puede “gastar” y “cobrar”. Sin embargo, esto no se ha conseguido en una sola acción. Una historia llena de altibajos tiene mucho que decirnos.
Más fácil de usar
Lo que satisfizo a Chen Shi en ese viaje, además de la devolución de impuestos a su cuenta de Alipay, fue la conveniencia de casi no llevar euros en efectivo. “Solo cambié en el aeropuerto 200 euros como dinero de bolsillo, ya que el transporte y el alojamiento se podían pagar en línea con antelación, y en algunos casos incluso, se indicaba directamente el precio en yuanes. Hacer compras con tarjeta fue aún más conveniente, porque muchas tiendas aceptaban las de UnionPay y ofrecían descuentos si se pagaba con estas”, cuenta Chen sin poder ocultar su felicidad.
Fu Hou, una estudiante vietnamita en China, que antes trabajaba como guía turística en su país, dice que allá a la gente le encanta recibir el pago en yuanes. Según Fu, cuando llevaba a turistas chinos a la playa en Vietnam, los pescadores locales les vendían mariscos en cubos con etiquetas que decían “100 RMB”, lo que significa que adimitían la moneda china. Cuando los turistas pagaban en VND (la moneda de Vietnam), los pescadores reiteraban que querían yuanes, porque son más fáciles de usar.
En Tailandia, es una costumbre dar propinas en los restaurantes. Algunos turistas chinos optan por pagar 20 baht tailandeses, mientras que otros prefieren dar 5 o 10 yuanes. Los camareros aceptan el RMB con placer. “China es la segunda mayor economía del mundo, y los chinos tienen gran poder adquisitivo, por lo tanto, la oportunidad de usar el RMB será cada vez mayor, no me preocupa si puedo usarlo o no”, explica un camarero local.
Incorporarse a la “cesta” no ha sido nada fácil
El Fondo Monetario Internacional (FMI) creó el DEG en 1969. Originalmente, el valor se definió como equivalente a 0,888671 gramos de oro puro, que también fue equivalente a 1 dólar estadounidense de esa época.
Dado que varios países adoptaron el tipo de cambio flotante en 1976, el DEG se desacopló del oro y se convirtió en una unidad de activos de reserva y contabilidad. Para decirlo más claramente, las monedas en el DEG son el dinero más aceptado por la comunidad internacional, al igual que el oro. De ahí que algunas personas le llaman “oro de papel”.
Según el FMI, el RMB tiene una ponderación del 10,92 % en la nueva cesta del DEG, la tercera moneda solo después del dólar estadounidense y el euro.
“Esto marca la elevación del nivel de aceptación internacional del RMB, así como de los logros de la aplicación de las políticas de reformas económicas y la apertura de China”, dice Wen Bin, investigador principal de China Minsheng Banking Corporation.
Un pasado de “circulación limitada”
La incorporación del RMB al DEG es solo un signo de la internacionalización de la moneda china. Ha recorrido un largo camino desde que era inaceptable hasta que fue aceptado. Y para una mayor circulación, le quedará aún mucho que hacer. Hace mucho tiempo, incluso después de la reforma y la apertura de China, el RMB no podía circular en otros países. Los chinos incluso tenían una cuota de cambio de monedas extranjeras. Según datos de la ONU, China solo tenía 1600 millones de dólares estadounidenses de reservas de divisas en 1978, y la cifra no era más que 28.600 millones de dólares en 1990.
“En aquella época, para cambiar las divisas que uno necesitaba, hacía falta solicitar una cuota a la administración de divisas, lo que a veces tomaba varios meses”, dice Mei Xinyu, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, subordinada al Ministerio de Comercio.
Por otra parte, los extranjeros no confiaban en el RMB. Mark Smith es un investigador estadounidense que ocasionalmente visita colegios y universidades chinos para asistir a seminarios o como profesor invitado. Cuando visitó China por primera vez hace 20 años, llegó con dólares estadounidenses y los cambió en yuanes. Cuando se fue, volvió a cambiar los yuanes sobrantes en dólares, porque pensó que no podía gastarlos en su país y era arriesgado guardarlos como depósito.
Querido por los extranjeros
“Pero ahora ya no tengo que preocuparme”, dice Mark Smith, mostrando su tarjeta de UnionPay en la mano. En los últimos años, ha tenido un mayor intercambio con universidades chinas, y ha dejado de hacer los cambios entre RMB y dólar en cada viaje. Ha optado por guardar los yuanes en una cuenta del Banco de China para las visitas próximas. Incluso prefiere que le paguen la remuneración en RMB. “De vez en vez llevo algunos yuanes a mi país y no es difícil convertirlos en dólares. Además, muchas tiendas allá ahora aceptan la tarjeta UnionPay”, manifiesta Smith.
La liquidación en RMB se ha vuelto más frecuente en los negocios internacionales. En el mercado mayorista de Yiwu, cada vez más empresas lo utilizan para hacer liquidaciones con comerciantes extranjeros. Algunas utilizan directamente el RMB para realizar el balance con otra moneda extranjera, como el rublo ruso, lo que no solo reduce la pérdida por la tasa de cambio en el eslabón intermedio, sino que también evita la incertidumbre de las fluctuaciones del cambio.
Tomemos a Volkswagen como ejemplo. Su primera moneda para realizar transacciones es el euro, y la segunda, el RMB, en lugar del dólar, lo que destaca la importancia del mercado chino y el incremento del comercio bilateral. De acuerdo con el Departamento de Relaciones Públicas de Volkswagen China, este país es el mercado más importante en el ámbito mundial para dicha compañía. En 2014 vendió 3,7 millones de vehículos en el país y todas las transacciones se realizaron en yuanes.
El volumen de ventas de Jaguar en China se mantiene en aumento, y el fabricante de automóviles británico también llegó a un proyecto de inversión mixta con Chery Automobile de China. Las transacciones en RMB y su uso se han convertido en un eslabón importante de las finanzas corporativas de Jaguar Land Rover Public Ltd.C. Según Ben Burger Pauer, supervisor de finanzas de esta firma, para ellos, el RMB es tan importante como otras monedas principales. “En realidad en Londres ya podemos usar el RMB para negociar y gestionar casi todas las cosas que queremos hacer”, manifiesta.
La internacionalización del RMB
La internacionalización del RMB ofrece más comodidades y beneficios a los chinos en el consumo, las compras y las inversiones en el extranjero. Aunque existen logros notables, aún está en la fase inicial. En cuanto a los usuarios, la mayoría de ellos son organizaciones asociadas con China, y solo unos pocos pertenecen a otras.
Mientras tanto, la incorporación del RMB en la cesta del DEG trae tanto oportunidades como desafíos. En el futuro, el aumento del derecho de expresión de China en las organizaciones financieras internacionales y el impulso de la internacionalización del RMB dependen del constante desarrollo estable y sano de la economía del país.
“China tiene algunos defectos en lo referente a la tasa de interés del RMB y el control de riesgo del tipo de cambio. Por otra parte, la debilidad de la economía mundial, especialmente la devaluación del RMB, presionará para su internacionalización. Por lo tanto, es necesario profundizar en la reforma financiera interna y mejorar la comercialización del precio de los factores financieros”, señala Guo Tianyong, director del Centro de Investigación de la Industria Bancaria China, subordinado a la Universidad Central de Finanzas y Economía.
La puerta de la moneda de reserva internacional está abierta para el RMB tras ser agregado al DEG. Sin embargo, hay un largo camino por recorrer desde ser elegible hasta ser bien acogido. La historia de su internacionalización continuará.
*Chai Yifei es periodista de la edición de ultramar del Diario del Pueblo.
3 de diciembre de 2014. El Banco de China realiza una ceremonia para empezar su servicio de liquidación en RMB en París, Francia. Cnsphoto
5 de octubre de 2014. Anuncios de Alipay sobre reembolsos de impuestos en el barrio de Myeongdong, en Seúl, Corea del Sur. CFP