Por ZHOU LIN, LUO YAO y CHEN JING

EL 4 y 5 de septiembre tuvo lugar la Cumbre del G20, en la que se aprobaron varios planes de acción cuyos resultados contribuirán, sin duda, a la reducción de la desigualdad y el desequilibrio en el desarrollo global, al cumplimiento del objetivo de desarrollo sostenible para el año 2030 y al progreso de toda la humanidad. Durante la cita, China buscó activamente la cooperación bilateral y multilateral con los países asistentes, con el fin de fomentar el desarrollo común y el crecimiento económico mundial.

4 de septiembre de 2016. Los líderes de los 20 países miembros del G20, los países invitados y los representantes de 7 organizaciones internacionales entran en el Centro Internacional de Exposiciones de Hangzhou, sede de la Cumbre del G20. Xinhua

“No dejar a nadie atrás”

“Hoy, debido a la globalización económica, no hay ninguna isla aislada en el mundo. Como habitantes de esta aldea global, debemos promover una conciencia de comunidad de destino común”, mencionó el presidente de China, Xi Jinping, en su discurso en la ceremonia inaugural de la Cumbre de Negocios “Business 20” (B20), en el que llamó a construir juntos una asociación global de cooperación y ganancia compartida, en aras de impulsar la recuperación y el crecimiento de la economía mundial.

En esta edición del G20, además de invitar, como mandan las prácticas habituales, a líderes y representantes de 20 economías miembros y 7 organizaciones internacionales, China –a cargo de la presidencia rotativa del G20– invitó a Laos, presidente rotativo de la ANSEA; Chad, presidente de la Unión Africana; a Senegal, presidente de la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad); a Tailandia, presidente del Grupo de los 77; así como a Kazajistán y Egipto, dos importantes y representativos países en desarrollo. Fue la edición con la mayor participación de países en desarrollo.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció los esfuerzos positivos de China y expresó que el objetivo del desarrollo sostenible del mundo es “no dejar a nadie atrás”.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, consideró clave las declaraciones del presidente Xi Jinping, en el sentido de que “más vale la acción que la palabra”. Manifestó que debido a lo prolongado del bajo crecimiento económico mundial y a sus pocos beneficiarios, los líderes del G20 consensuaron en la necesidad de un crecimiento más rápido e inclusivo, y en la importancia del papel innovador. Asimismo, aprobaron adoptar nuevas medidas en política monetaria y financiera, y en reforma estructural. Al mismo tiempo, Lagarde señaló que la inclusión del yuan (RMB) en la cesta del derecho especial de giro del FMI a partir del 1 de octubre será un hito en la reforma del sistema monetario internacional, y se espera que China desempeñe un mayor papel en el terreno correspondiente.

Egipto se presentó por primera vez en la Cumbre del G20 como invitado de honor. Su presidente, Abdel Fatah al Sisi, mostró su satisfacción con el alto nivel de las relaciones entre China y Egipto, y con que este fuera considerado por aquella como un gran país influyente en la región y el mundo. Al Sisi espera que la participación de Egipto en la Cumbre amplíe la cooperación pragmática del país con los miembros del G20 y valoró mucho el tema de esta edición del G20 planteado por China (“Hacia una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva”), pues consideró que ello responde a la actual demanda en el mundo y a que las economías desarrolladas y en desarrollo deben llevar adelante una mejor cooperación de beneficio mutuo.

Cooperación pragmática con países desarrollados

Los dirigentes de China y Estados Unidos tuvieron un diálogo franco y entregaron juntos a la ONU los instrumentos de ratificación del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Además, ambas partes estuvieron de acuerdo con fortalecer su cooperación en terrenos como el cambio climático, la salud mundial, el desarrollo, el mantenimiento de la paz, la seguridad nuclear, entre otros. Discutieron sus diferencias de forma clara, sincera, directa y constructiva y trataron efectivamente estos problemas, lo cual dará un impulso a las relaciones chino-estadounidenses.

La participación de Theresa May en la Cumbre significó su debut en el escenario internacional, luego de asumir el cargo de primera ministra del Reino Unido. May respaldó varios acuerdos alcanzados en el encuentro sobre el impulso de la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión, al expresar que el Reino Unido ha defendido siempre la liberalización comercial, que es un catalizador del crecimiento sostenible de la economía sobre la base de un sistema de comercio abierto e inclusivo.

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, abordaron los temas relacionados con la economía de la zona euro, el exceso de la capacidad de producción de acero, la crisis de refugiados en Europa, el terrorismo internacional y el cambio climático. Asimismo, expresaron su acuerdo con la Agenda de Implementación de la Reforma Estructural, formulada por China en su primera vez como presidente rotativo del G20.

En diálogo con la prensa, el presidente de Francia, François Hollande, indicó que el terrorismo es un problema serio que enfrenta todo el mundo, incluido Asia. China y Francia deben intercambiar información y experiencia en la lucha antiterrorista. Ambos países cooperaron en la destrucción del paso financiero abierto por grupos criminales y terroristas.

En una reunión bilateral, el presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, expresaron su deseo de impulsar el desarrollo sano y seguro de la asociación estratégica integral entre ambos países. Las dos partes aprobaron reforzar la complementación de sus ventajas, aplicar continuamente el tratado de libre comercio chino-australiano, acelerar la conexión entre la iniciativa china de “Una Franja y Una Ruta” y el plan australiano de “Gran Explotación del Norte”, expandir la cooperación en energía y recursos, agricultura y ganadería, procesamiento alimentario, construcción de infraestructuras, entre otros sectores, todo con el fin de lograr un mayor beneficio mutuo y una ganancia compartida.

Canadá fue el primer país norteamericano en solicitar su incorporación al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII). En su primera visita a China como primer ministro de Canadá, Justin Trudeau consiguió varios resultados en materia de cooperación. El 1 de septiembre pasado, ambos países firmaron 17 convenios de cooperación relativos a la cultura, las inversiones, la asociación y las empresas. Compañías de las dos naciones suscribieron también 56 contratos o acuerdos por un valor de 1200 millones de dólares canadienses.

Acerca de la importancia del G20 y China, Trudeau indicó: “No solo necesitamos el G7, sino también el G20. Necesitamos que China participe en la discusión de la economía mundial. Valoramos mucho los conceptos de desarrollo inclusivo e innovador, de inversión en el futuro y de desarrollo con beneficios de alcance general, formulados por el presidente Xi Jinping. Es precisamente lo que necesita la parte canadiense”.

4 de septiembre de 2016. El presidente chino Xi Jinping ofrece un discurso en la inauguración de la Cumbre del G20. Xinhua

Cooperación con mercados emergentes

Bajo el marco del G20, China busca, junto con los mercados emergentes, una mayor cooperación en nuevos campos sobre la base de sectores tradicionales, a la vez de brindar sugerencias para la gobernanza económica mundial.

Rusia y China han venido cooperando con alta eficiencia en este marco para promover la reforma del sistema financiero internacional, la reforma de las cuotas en el FMI, entre otros temas. En esta Cumbre del G20, la parte china planteó especialmente el tema sobre la conexión de los proyectos de infraestructura de los dos países, el cual corresponde no solo con la idea china de construir una franja económica de la Ruta de la Seda, sino también con el objetivo ruso de establecer una alianza económica Europa-Asia.

En Hangzhou, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se reunió por sexta vez con su homólogo chino, Xi Jinping. Este fue su tercer viaje a China como jefe de Estado. Antes de su partida, Peña Nieto subrayó que el G20 es un mecanismo importante de coordinación de las políticas macroeconómica y monetaria a nivel internacional, y expresó su disposición de aprender de la exitosa experiencia de China. En esta reunión, Xi mencionó los frutos de la cooperación bilateral en diversos terrenos y llamó a aprovechar las ventajas complementarias para fomentar las inversiones y construir zonas especiales. Peña Nieto también manifestó su voluntad de impulsar la cooperación bilateral en las áreas de finanzas e inversiones.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, visitó por primera vez China en su condición de mandatario. Consideró que la cooperación entre los dos países es muy importante y complementaria. Macri añadió que ambas partes han logrado notables éxitos en la cooperación económica, comercial, inversora y agrícola y en el intercambio cultural. Además, expresó su deseo de continuar profundizando la cooperación bilateral, y se refirió a la exportación a China de productos de alto valor añadido y al desarrollo del turismo.

Arabia Saudita es el mayor exportador de crudo del mundo y el único país árabe en el G20. Aprovechando la celebración de la Cumbre, la Comisión Conjunta de Alto Nivel de los dos países llevó a cabo su primera reunión, en la que ambas partes firmaron un convenio sobre el establecimiento de la Comisión y el acta correspondiente, y suscribieron documentos de cooperación en terrenos como los de la política, la energía, las finanzas, la inversión, la vivienda, los recursos hídricos, la inspección de calidad, la ciencia y tecnología y la cultura. Asimismo, Arabia Saudita dio inicio en Beijing al foro “Conexión entre la Visión para el año 2030 de Arabia Saudita y la iniciativa de Una Franja y Una Ruta de China”, y firmó varios convenios de cooperación en lo que respecta a las áreas de energía, infraestructura, ciencia y tecnología, entre otras, lo que evidencia la relación de colaboración pragmática con China.