La capital de la seda saluda al mundo
Por CHEN JING
HANGZHOU, famosa tanto por su sobrenombre de “paraíso del mundo” como por su prosperidad comercial, goza de gran fama además por la seda que allí se produce. Este tradicional producto chino es exportado y posee un profundo carácter local.
Túnica del emperador Qianlong, de la dinastía Qing, conservado en el Museo de la Seda Wensli. CFP
“La ciudad más preciosa y elegante del mundo”
A orillas del Lago del Oeste se yergue una estatua llamada “Marco Polo y Hangzhou”. Este famoso viajero italiano sostiene un libro sobre una mano y una pluma de ganso en la otra, como si estuviera paseando a orillas del Lago, fascinado por el lindo paisaje.
Marco Polo visitó esa hermosa ciudad durante la dinastía Yuan (1206-1368). En su libro Los viajes de Marco Polo, la descripción de Hangzhou ocupa una décima parte: “Es una ciudad majestuosa y linda, merece el primer puesto por su belleza entre todas las ciudades del mundo. Hay muchos lugares turísticos y genera en la gente la sensación de estar en el paraíso. En el casco urbano hay un gran lago (el Lago del Oeste) y a su lado se yerguen muchos pabellones preciosos, mientras que los barcos y carros a caballo cargan los artículos de uso diario y caminan por las calles y sobre el canal. Calculo que en Hangzhou hay más de 12.000 puentes”.
Vale la pena mencionar que Marco Polo se dio cuenta de que los hangzhouneses vestían ropas hechas de seda y que, de hecho, esta es una característica local. Él notó que los habitantes de esta ciudad ponían mucho esmero en su vestuario. Además de las ropas hechas de seda, las mujeres llevaban joyas. Marco Polo no escatimó palabras de elogios al describir esta ciudad e incluso llegó a llamarla “la ciudad más preciosa y elegante del mundo”. Hoy día, siete siglos después, esta frase inscrita en la base de la estatua se puede leer en chino e inglés.
13 de junio de 2015. Una modelo exhibe un vestido de seda inspirado en una pintura de Chen Xiao. CFP
Hacia el mundo
La historia de la seda de Hangzhou se remonta a una época muy anterior a la de las anotaciones del libro de Marco Polo. Los habitantes de Hangzhou dominaron la habilidad de criar gusanos y fabricar tejidos de seda en la época de la cultura Liangzhu, entre cuatro y cinco mil años atrás. En el Periodo de Primavera y Otoño (770 a.n.e.-476 a.n.e.), el rey de Yue, Goujian, aplicó medidas para estimular a quienes se dedicaban a la crianza de gusanos, a fin de enriquecer su reino. Hasta la dinastía Tang (618-907), la seda de Hangzhou era considerada un tributo para la corte imperial. En la dinastía Song del Sur (1127-1279), cada familia de Hangzhou criaba gusanos y fabricaba distintos tipos de seda, de ahí el sobrenombre de “la capital de la seda”. Hangzhou, Jiaxing y Huzhou son cunas de la cultura de los gusanos de seda. En la ruina Qianshanyang se han excavado tejidos de seda de hace más de 4600 años. En las dinastías Han (206 a.n.e.-220) y Tang, los tejidos de seda se transportaban por la Ruta de la Seda a las regiones del Oeste. El comercio exterior de Hangzhou logró rápidos avances en las dinastías Song (960-1279) y Yuan, cuando ya la seda de Hangzhou se exportaba al sureste de Asia y a los países árabes.
A lo largo de la historia, la Ruta de la Seda, que se extiende del este al oeste, y la Ruta Marítima de la Seda, que va del sur al norte, fueron las vías por donde se difundió la calidad de la seda de Hangzhou en el extranjero. Estas dos rutas han desempeñado un rol importante en la economía y cultura de China tanto en el pasado como en la actualidad.
Según Lou Yisheng, profesor de la Facultad de Historia de la Universidad de Zhejiang, Hangzhou tiene especial relevancia desde una perspectiva histórica y geográfica. Su mayor función consistió en comunicarse con las dos rutas arriba mencionadas. Además, el Gran Canal de Beijing-Hangzhou conectaba Hangzhou, Kaifeng, Luoyang y Chang’an (actualmente Xi’an), haciendo de Hangzhou una extensión en la Ruta continental de la Seda y una encrucijada entre la ruta continental y marítima. La iniciativa de “Una Franja y Una Ruta” viene generando nuevas oportunidades para la capital de la seda. El director del Instituto de Cultura y Arte de Zhejiang, Bao Zhicheng, sostiene que “la seda representa lo tierno, lo elegante y lo simpático de la cultura china”. Los griegos antiguos llamaban a China “Seres”, que significa “país de producción de seda”. “Es la fuerza de la cultura de la seda de hace más de dos mil años”, explica Bao. Hangzhou, capital de la seda, debe hoy cumplir la misión de no solo exportar la seda, sino también de difundir este importante elemento de la cultura oriental al mundo.
Saluda al mundo
A fin de ampliar la influencia de la cultura de la seda y la cultura oriental, así como cumplir con el pedido de la Administración Estatal de Turismo de difundir la “diplomacia de turismo”, la Comisión Municipal de Turismo de Hangzhou puso en marcha en julio de 2015 el “Viaje de embajadores de Hangzhou al mundo”, que duró un mes y pasó de nuevo por la Ruta de la Seda, materializando la difusión del espíritu de la Ruta de la Seda, así como de la cultura de Hangzhou.
En este evento, la familia del taxista Zhou Zhen, la familia del músico estadounidense Capaldi y un periodista de China y otro de EE. UU. fueron nombrados Embajadores e iniciaron su viaje cultural al mundo.
A Zhou Zhen, lugareño de Hangzhou, le encanta mucho tratar con los extranjeros. Él habla inglés con mucha fluidez, aunque no ha entrado en la universidad. En el libro La leyenda moderna de Hangzhou, de la famosa escritora Chen Zufen de 2006, se describe: “Si uno quiere conocer la China de hoy, debe ir al Lago del Oeste y buscar a un taxista cuyo nombre en inglés es Jerry”. Jerry es Zhou Zhen.
Zhou Zhen no solo es un taxista hospitalario, sino que tiene un gran sentido de la responsabilidad. Un matrimonio francés visitó Hangzhou en búsqueda de la cultura y los libros antiguos de China. Ellos querían alquilar el taxi de Zhou Zhen a un precio económico. Al enterarse de esto, Zhou Zhen les ayudó a contactarse con la Comisión Municipal de Turismo de Hangzhou y les ofreció servicios gratuitos de coche y consultas. Al mencionar eso, Zhou Zhen expresa que es más importante dar servicios que ganar dinero. De ahí que se haya ganado el sobrenombre de “Embajador de base”.
11 de octubre de 2014. Shao Guanxing muestra el tradicional arte del tejido de Hangzhou. CFP
Capaldi, compañero de viaje de Zhou Zhen y músico estadounidense, está fascinado por la cultura china. Su padre, también músico, sabe hablar cuatro idiomas, incluido el chino. Gracias a que se registró en Internet y entregó un video, Capaldi consiguió la oportunidad de visitar Hangzhou, su primer viaje a esta ciudad. “Siento que aquí no hay distinción entre chinos y extranjeros, somos una gran familia”, declara este músico.
La seda les acompaña todo el viaje. En Dunhuang, ciudad sumamente importante en la Ruta de la Seda, los embajadores de Hangzhou cambiaron tejidos de seda por un gracioso juguete de camello; en la isla de Mykonos (Grecia), ellos regalaron tejidos de seda al capitán del famoso buque Costa Cruise Lines y se tomaron fotos con él; al llegar a Venecia, los embajadores intercambiaron los abanicos de seda por los abanicos de encaje italianos. El encanto de la seda atrae a los amigos amantes de la cultura oriental del mundo y es un símbolo de la cultura y espíritu de apertura al exterior de Hangzhou. Como Zhou Zhen escribe en su diario de viaje: “La Ruta de la Seda de China no solo es una vía comercial, sino también un camino cultural y de tecnología. Los occidentales conocen la calidad de vida de los chinos a través del té y la seda, dos productos que reflejan el brillo y la grandiosidad de la milenaria China”.
Li Hong, director de la Comisión Municipal de Turismo de Hangzhou, revela que la particular cultura de Hangzhou se transmite a todas partes del mundo mediante la Ruta de la Seda en la actualidad. “El viaje de los Embajadores de Hangzhou al mundo es un viaje magnífico que traspasa Asia y Europa, y cubre EE. UU., y, al mismo tiempo, promueve el mercado exterior de Hangzhou; o sea, no solo es un viaje al mundo, sino que es un viaje que seguirá el espíritu de la Ruta de la Seda y transmitirá la cultura de Hangzhou al mundo”.