Jingrong, la búsqueda de los sueños
Por LUO YAO
SI uno va a la comunidad de Jingrong, en la provincia de Sichuan, verá letreros de diversos negocios en todos los colores y apreciará bulliciosas calles llenas de emprendedores. Aquí se respira un ambiente creativo y lleno de iniciativa, mucho mayor al de un año atrás, cuando a esta comunidad parecía faltarle impulso y vigor.
25 de abril de 2016. El primer ministro chino Li Keqiang visitó la comunidad de Jingrong en Chengdu, Sichuan, donde dialogó con los makers.
Los bordados de Sichuan
Hace 2000 años, el entonces administrador de la provincia de Sichuan Li Bing y su hijo llevaron adelante la construcción del sistema de irrigación Dujiangyan, el cual buscaba que el río Minjiang irrigara la llanura de Chengdu. Gracias a ello, Chengdu, la capital de Sichuan, se convirtió en la tierra de la abundancia. Esta zona goza de un clima agradable y resulta muy conveniente para plantar morales (árboles oriundos de Asia) y criar gusanos de seda. Esto último generó el apreciado “bordado de Sichuan”, un patrimonio inmaterial que apareció en la dinastía Han del Oeste (206 a.C.-25), y cuyo arte vívido y espléndido se popularizó en la zona.
Sin embargo, la manufactura tradicional de los bordados de Sichuan parece no satisfacer las demandas de la sociedad moderna. La eficiencia de las máquinas ha sustituido al trabajo manual y el arte del bordado de Sichuan ha venido disminuyendo.
“Me encanta el bordado de Sichuan y quiero dedicarme a este oficio”, dice firmemente Fu Guolian, de 24 años. Esta joven se graduó en diseño en el Colegio Textil de Chengdu, donde también se encuentra el Centro de Estudios del Bordado de Sichuan. En la Escuela, Fu conoció y se enamoró de este arte. Desde entonces, ella y el bordado establecieron un lazo indisoluble. Fu Guolian viene de la provincia de Hainan, aunque luego de graduarse decidió permanecer en Chengdu. Junto con otros compañeros abrió la empresa Qingzhenyixian, que busca difundir la cultura del bordado de Sichuan en Chengdu y cuenta con una oficina en la comunidad de Jingrong.
“Jingrong nos ofrecía condiciones favorables, así que decidimos establecernos acá”, señala Fu. La comunidad está a unos 30 km del centro de Chengdu, donde hace apenas un año y medio se estableció un parque de emprendimiento. Ha pasado solo un año desde que Fu Guolian y sus compañeros abrieran su empresa. Estos jóvenes tienen el sueño de difundir el bordado de Sichuan, un arte de más de mil años, en una comunidad que renace como la de Jingrong.
Antes de que emprendedores como Fu Guolian vinieran a esta comunidad, nadie habría imaginado que este pueblo, afectado por la actualización de las industrias tradicionales, pudiera tener una segunda vida. Jingrong ha tardado poco más de un año en convertirse en un motivo de orgullo para el distrito de Pixian y para toda la provincia de Sichuan.
Jingrong está ubicada en el distrito de Pixian, en la ciudad de Chengdu. El año pasado, debido a la transformación industrial y al uso masivo de robots disminuyó notablemente el empleo en las empresas de mano de obra intensiva. Así fue como se convirtió en un pueblo opaco. Sin embargo, una cosa son los edificios, y otra, la gente.
A principios de 2015, gracias al impulso de una política de emprendimiento e innovación, la ciudad de Chengdu puso en marcha el plan “Emprendimiento en Tianfu”. Fue así como el distrito de Pixian decidió establecer una base de emprendimiento e innovación en el poblado de Deyuan: la comunidad de Jingrong. “Jing” significa esencia o pureza, y representa al trabajador cualificado, mientras que “rong” es el otro nombre con el que se conoce a Chengdu. En Jingrong se fomenta el emprendimiento y la innovación, así como el uso de desocupadas instalaciones como oficinas. La comunidad cuenta, además, con profesionales cualificados de 19 universidades y escuelas superiores cercanas. Así comenzó el resurgimiento de esta comunidad.
29 de abril de 2016. Un equipo de emprendedores expone sus perspectivas empresariales.
Los sueños de la comunidad
“Tardamos diez años en tener árboles, pero nos toma cien el formar a las personas. Preparamos la tierra y sembramos semillas de emprendimiento e innovación para que los sueños de la gente echen raíces y broten”, manifiesta Xiao Shijie, representante de la Federación de Círculos Sociales y Científicos del distrito de Pixian y responsable de difusión de la comunidad de Jingrong.
La empresa Qingzhenyixian, que se dedica también al diseño, fabricación y venta de bordados de Sichuan pertenece a Optics Valley Startup Cafe, una incubadora de empresas de la comunidad de Jingrong. La mayor parte de sus socios son graduados del Colegio Textil de Chengdu.
“Al principio, las condiciones favorables de Jingrong nos ayudaron mucho, sobre todo en el ahorro de costos”, recuerda Dang Jianping, una de las socias de Qingzhenyixian. “Es muy difícil comenzar una empresa. Uno se encuentra con varias dificultades, como la falta de canales de venta. Para superar este problema ampliamos nuestros canales con Internet y abrimos una tienda en Taobao (un sitio web para comprar, socializar y compartir información en China). Además, hemos buscado financiación en masa (crowdfunding) para algunos proyectos. Los responsables de la incubadora de empresas nos han ofrecido consejos y asesorías. Hoy en día, nuestros clientes proceden desde Beijing hasta Guangzhou”.
Además de dedicarse a los bordados de Sichuan, Fu Guolian y Dang Jianping tienen un objetivo más alto que va más allá de lo pecuniario.
“Pensamos abrir un taller de bordados. La comunidad de Jingrong nos proporcionará gratuitamente un espacio. Los amantes de este arte serán bienvenidos a aprender la cultura y la elaboración del bordado de Sichuan. Este patrimonio de más de mil años debe ser transmitido”. Para ellas, el emprendimiento no significa solo crear nuevos servicios, sino también revitalizar los tradicionales.
28 de abril de 2016. Las ventanas de los edificios de la comunidad de Jingrong muestran letreros de numerosas empresas.
Además del bordado tradicional de Sichuan, la industria de datos masivos (big data), la más avanzada, ha echado también raíces en la comunidad de Jingrong.
“Aparte de las condiciones preferenciales, la asesoría que nos brindan en el seno de la industria fue otro de los motivos que nos hizo permanecer aquí. Los ejemplos de emprendimiento e innovación son de un gran valor para empresas como la nuestra”, indica Peng Juan, trabajadora de la empresa Xundao Technology, la cual se estableció a fines del año pasado en el centro de emprendimiento e innovación de la empresa YOUE en Jingrong.
Zhou Tao, un líder en el sector de datos masivos de China y traductor del libro Big data: Una revolución que transformará cómo vivimos, trabajamos y pensamos, es científico jefe de esta institución. La comunidad de Jingrong, junto con el Centro Estatal de Información y varias universidades cercanas, como la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China, ha establecido aquí una plataforma de big data, en la que se ha congregado esta industria. “Decenas de empresas relacionadas con el big data se han instalado ya. Mi empresa se dedica a la aplicación de datos masivos en el sector educativo, mientras que hay otras dedicadas al campo de la seguridad y que se apoyan en esta ciencia avanzada. Trabajamos en el mismo lugar, así que es una inspiración mutua”, menciona Peng Juan. La empresa Xundao Technology se fundó en 2014 y consiguió una inversión ángel (inyección de capital realizada por individuos en start-ups) de 50 millones de yuanes.
Para las empresas dedicadas al big data, la comunidad de Jingrong no solo es una base industrial, sino que significa también grandes oportunidades de establecer contactos con las firmas principales de dicho sector.
El Congreso de Aplicación de Datos Masivos de China se celebró en julio pasado en Chengdu y la comunidad de Jingrong fue una de sus sedes. Empresas de renombre internacional como Sinosteel Corporation, China International Marine Containers, Baidu, Alibaba, entre otras, tomaron parte en esta conferencia. Trabajadores como Peng Juan pudieron entrar en contacto con la élite de este sector.
Jingrong desea crear la primera comunidad de big data a través de la convergencia industrial. Hasta el momento, hay 59 empresas de big data que cuentan con unos 3000 profesionales. Una de estas es la empresa Inspur.
En Jingrong los emprendedores no son solo jóvenes.
“Empecé a estudiar la fabricación de vehículos solares en 2012. Aquí hay un gran número de personal cualificado y se cuenta con un ambiente favorable a la iniciativa. Los estudiantes universitarios vienen con nuevas ideas y emprendemos juntos aquí”, manifiesta Wu Guilin, fundador de Santong, una empresa de nuevos recursos energéticos. Antes de jubilarse, Wu fue profesor en una universidad de ciencia e ingeniería. A sus 70 años, él ha preferido, al igual que muchos de sus estudiantes, acudir a la comunidad de Jingrong para realizar sus sueños de emprendimiento.
“El vehículo producido por nuestro grupo corre unos 200 km sin necesidad de volver a cargar la batería. La tasa de conversión de los paneles solares es muy elevada. En las pruebas, los alambres de cobre resultaron fusibles quemados debido a la gran electricidad”, indica Wu Guilin. “Luego nos esforzamos en elevar la eficiencia de la batería solar. Además, hemos querido alcanzar otro objetivo: solucionar el problema de desempleo entre los estudiantes universitarios”.
Su empresa ha ofrecido empleo a unos 200 graduados. Algunos empleados del grupo de Wu Guilin están alojados en el departamento de creadores (makers) proporcionado por la comunidad de Jingrong. Según el reglamento de la comunidad, ellos gozan de un alquiler gratuito por tres años.
Hasta el momento, Jingrong ha logrado reunir a alrededor de 10.000 emprendedores. Cada uno tiene su propia historia de esfuerzo y todo ello se llama comunidad de Jingrong.
28 de abril de 2016. Imágenes de reconocidos emprendedores, como Steve Jobs y Ma Yun (Jack Ma), se lucen en la comunidad de Jingrong.
La fuerza de la comunidad
En un año, Jingrong ha logrado transformar los edificios de unos 400.000 m² y reformar construcciones, como el Edificio Zhuimeng (la búsqueda de los sueños), el Edificio Ruimeng (los sueños afortunados), la Mansión Mengxiang (el vuelo de los sueños), entre otros. Asimismo, ha establecido 30 incubadoras de empresas, 1098 proyectos de innovación y emprendimiento, ha albergado a unos 10.000 emprendedores, entre ellos Chen Jianwen, un experto que forma parte del Programa de Mil Talentos del Departamento de Organización del Comité Central del Partido Comunista de China, y Zhou Tao, un líder en el sector del big data en el país.
De este modo, ha logrado apuntalar cuatro sectores principales: biomedicina, Internet+, big data y fabricación inteligente (vehículos aéreos no tripulados y robots). El rápido desarrollo de esta comunidad se debe a que es “una buena plataforma y a sus reglamentos”, asegura Xiao Shijie. “Jingrong ofrece servicios preferenciales, como la gratuidad por tres años de alquileres de locales, gastos de mantenimiento de la propiedad, agua y electricidad, y ofrece también departamentos gratuitos. Además hemos establecido un Fondo de Inversión Ángel de 100 millones de yuanes, un Fondo de Capital Riesgo de 200 millones de yuanes y un Fondo de Capital Industrial de 1000 millones de yuanes. Con estas condiciones favorables, Jingrong ha podido atraer a muchos makers y expertos de ciudades como Beijing, Shanghai y Guangzhou”.
El 25 de abril pasado, el primer ministro Li Keqiang visitó la comunidad de Jingrong y expresó su satisfacción con la labor desplegada. “Los departamentos sin uso se han convertido en espacios de emprendimiento. Es como si la nueva economía saliese al mercado apoyándose en las industrias tradicionales”.
En mayo de este año, el Consejo de Estado estableció 17 áreas piloto regionales de innovación y emprendimiento, entre ellas la del distrito de Pixian, junto con la de Haidian (Beijing) y la de Yangpu (Shanghai).
El río Minjiang fue la cuna de la civilización en la provincia de Sichuan. En los tiempos antiguos había una frase que decía “shao bu ru shu (si uno es joven es mejor no ir a Sichuan)”. Sin embargo, esta provincia, y en especial la comunidad de Jingrong, viene hoy atrayendo a más makers, quienes esperan plasmar aquí sus sueños de emprendimiento.