Los beneficios de la cooperación en capacidad productiva
A fin de fusionar a fondo la economía china con la mundial, el año pasado el Gobierno chino emitió una directriz destinada a promover la cooperación internacional en la capacidad de producción y la fabricación de equipos y maquinarias. En el documento se mencionan doce sectores industriales clave para la cooperación internacional: fabricación de acero, fabricación de metales no ferrosos, materiales de construcción, ferrocarriles, electricidad, ingeniería química, industria textil, fabricación de automóviles, industria de telecomunicación, ingeniería de maquinaria de obra, industria aeroespacial y de la aviación e industria del transporte marítimo e ingeniería oceánica.
El XIII Plan Quinquenal de China también apuesta por promover la cooperación con el resto del mundo en la capacidad productiva vinculada a los doce sectores mencionados durante los próximos cinco años. Se trata de impulsar la exportación de equipos, tecnologías, normativas y servicios chinos, a través de inversiones en el extranjero, titularidad de obras, cooperación tecnológica, exportación de maquinaria, etc. Desde que China planteó en 2015 la iniciativa de la cooperación en capacidad productiva, ya sea con los países en vías de desarrollo en Asia, África y América Latina o con los países desarrollados de Europa, esta ha ido fructífera. La nueva propuesta china sobre cooperación internacional, que se une a la iniciativa de “Una Franja y Una Ruta”, tendrá una influencia radical tanto en la economía china como en la internacional.
Crea nuevo motor del crecimiento de la economía mundial
Actualmente, la economía mundial se encuentra en un período de ajuste tras la crisis financiera y la recuperación es todavía débil. Entre 2012 y 2014, la economía mundial registró un crecimiento promedio de un 3,4 %, mucho menor que el 5 % del periodo anterior a la crisis global. Según los pronósticos del FMI, el crecimiento económico global no superará el 4 % anual hasta 2020. Frente a la crisis y la recesión de la economía mundial, algunos países han adoptado políticas monetarias de flexibilización cuantitativa para estimular la inversión y el consumo e incentivar el crecimiento económico. Sin embargo, estas políticas destinadas sencillamente a incrementar la demanda del mercado no han obtenido los efectos deseados. Para lograr un incremento continuo de la economía real, se requiere un reajuste económico desde el lado de la oferta, es decir, la solución consiste en realizar una reforma estructural destinada a incrementar la competitividad y la eficiencia. En tales circunstancias, la cooperación internacional en la capacidad productiva, planteada por China, favorecerá el crecimiento equilibrado y sostenible de la economía mundial desde el lado de la oferta y funcionará como una receta eficiente frente a la falta de impulso de la economía global.
El funcionamiento de esta cooperación se refleja en tres aspectos: En primer lugar, la colaboración internacional ayudará a los países en vías de desarrollo a extender sus propios conglomerados industriales, a impulsar su proceso de industrialización y a crear un nuevo motor de crecimiento económico. Un buen ejemplo es un proyecto ubicado en el Parque Industrial Kuantan, que se empezó a construir el 23 de diciembre de 2014: la Corporación Siderúrgica Lianhe (Malasia). Con una inversión total de 1400 millones de dólares, la Corporación Siderúrgica Lianhe se dedicará principalmente a la producción de acero de alta tecnología, como el de tipo H. Con una producción prevista de 3,5 millones de toneladas al año, no solo será la mayor fábrica siderúrgica de Malasia, sino también la primera en producir acero de tipo H en toda la región de la ANSEA, lo que impulsará notablemente el desarrollo de la industria siderúrgica del país, elevará su nivel de producción y creará más de 4000 puestos de trabajo. Malasia proyecta dedicar el parque industrial, en la primera parte de la construcción, a la instalación de varias empresas siderúrgicas.
En segundo lugar, la cooperación internacional de la capacidad productiva es propicia para la construcción de infraestructura en los países participantes, mejorando la conectividad regional y superando los “cuellos de botella” del desarrollo en el transporte, el suministro de energía y la telecomunicación. Un ejemplo es el ferrocarril entre China y Tailandia. Una vez comience a operar, un viaje de ida y vuelta entre la ciudad china de Kunming y Bangkok, capital de Tailandia, costará unos 700 RMB (yuanes), lo que supone entre un tercio y la mitad de lo que cuesta viajar en avión, mientras que los costes de transporte equivalen a una novena parte de los que supone el desplazamiento aéreo. Se espera que unos dos millones de turistas chinos viajen cada año a Tailandia en este tren, el cual facilitará el transporte de productos agrícolas entre ambos países. De acuerdo con el proyecto, esta línea ferroviaria conectará con la que unirá China y Laos, actualmente en construcción, lo que promoverá la conectividad entre Tailandia y otros países de la ANSEA y hará de Tailandia un centro de transporte regional.
Por último, la cooperación internacional en capacidad de producción acelerará el desarrollo integral de las industrias en el curso superior, medio e inferior de la cadena industrial global. Además, promoverá tanto la cooperación Sur-Sur como Norte-Sur, impulsando así el crecimiento inclusivo de la economía mundial. El premier chino, Li Keqiang, cuando visitó Francia en junio de 2015, dijo sobre la cooperación en la cadena industrial mundial: “China disfruta de un gran número de productos de gama media, líneas de producción y capacidad de equipos de alta relación precio-rendimiento que se adecuan a las necesidades de los países en desarrollo, mientras los países desarrollados poseen tecnología y equipos de gama alta. La promoción de la cooperación internacional en la capacidad de producción puede combinar las ventajas de China y de los países desarrollados para producir equipos con tecnologías clave de mayor calidad a un precio menor”.
Eliminar los malentendidos y prejuicios
La cooperación internacional en la capacidad productiva es un nuevo modelo que China ha propuesto para la cooperación económica internacional. Sin embargo, algunos países pueden albergar malentendidos y prejuicios acerca de la propuesta, temiendo que China quiera volcar su excesiva y contaminante capacidad de producción en otros países. Sin embargo, el exceso de capacidad no se puede equiparar con la obsoleta capacidad industrial. Si el traslado de la capacidad de producción se adapta a las necesidades internas del desarrollo de los países receptores, y no causa problemas económicos ni/o ambientales, no se debe determinar que el traslado sea nocivo.
Al inicio de la década de 1980, China introdujo un gran volumen de “exceso de capacidad” de los países desarrollados como Japón, EE. UU. y Alemania. Los equipos quizá fuesen anticuados y excesivos para los países exportadores, pero se acomodaban al desarrollo económico y a la industrialización de China. Décadas después, China ha acumulado una gran cantidad de capacidad productiva de calidad que puede satisfacer las demandas de industrialización de los países en vía de desarrollo y de ingresos medios.
Son comprensibles los actuales malentendidos y prejuicios de ciertos países sobre la cooperación internacional de la capacidad industrial, recién propuesta por China. Sin embargo, cuando se ejecuten determinados proyectos, la sociedad internacional irá percibiendo gradualmente el valor económico y social de la iniciativa de China. Las acciones, como se suele decir, se expresan mejor que las palabras. Las dudas desaparecerán frente a la realidad de que China está exportando su capacidad, la cual tiene ventajas comparativas y cuenta con tecnología verde.