Fadhil Al-Dulaimy: En China realizo mi sueño
EN el verano de 1998, gracias al apoyo de una beca del Gobierno chino, el estudiante iraquí Fadhil Al-Dulaimy pudo llegar a China con su familia y el sueño de cursar estudios avanzados, empezando de esta manera su vida de estudiante en la prestigiosa Universidad Tsinghua en Beijing. Ahora se da cuenta de que esto ocurrió ya hace casi dos décadas.
En 2004, Fadhil Al-Dulaimy obtuvo el doctorado en Ingeniería Electrónica, tras lo cual estableció una nueva meta. A sus familiares les encantaba Beijing, se habían adaptado a la vida en esta ciudad, y los niños habían sido admitidos en la escuela de árabe. “Nos sentimos muy cómodos viviendo aquí. El modo de vida de los chinos no difiere mucho del nuestro. Es conveniente para la vida y el crecimiento de los niños. Además, el mercado chino es muy atractivo, por lo tanto optamos por quedarnos en Beijing”, recuerda Fadhil Al-Dulaimy.
El hijo de Fadhil Al-Dulaimy y empleados chinos de su empresa.
Materializar aspiraciones en el mercado chino
En 1998, la industria de la computación estaba en su periodo de mayor desarrollo en China, lo cual estimuló a Fadhil Al-Dulaimy a orientarse hacia el sector comercial. Buscó piezas electrónicas y de computadora demandadas en el mercado iraquí. “La Universidad Tsinghua está cerca de Zhongguancun, un mercado de electrónicos muy movido, que es conocido como el Silicon Valley de China. Entonces aprovechaba mi tiempo libre para pasear allí y tratar de comprar unas piezas de tamaño pequeño y peso ligero que se vendían bien y enviarlas por correo a Irak. Aunque hacían falta unos trámites complicados para el envío postal debido a la situación difícil en mi país, valía la pena probar”, cuenta Fadhil Al-Dulaimy.
Mediante esfuerzos incansables, Fadhil Al-Dulaimy ha logrado ampliar sus negocios. Primero se dedicaba a la compra de objetos de menos de 2 kg, luego enviaba mercancías de alto precio, después se convirtió en intermediario hasta que finalmente estableció su propia compañía de importación y exportación de materiales de construcción, maquinarias, equipos y líneas de producción, orientados a Irak y otros países árabes. “Me puse en contacto con iraquíes, animándoles a entrar en el mercado chino, pues se trata de un mercado vigoroso y estimulante que puede traer beneficios tangibles”, afirma Fadhil Al-Dulaimy.
Hablando del ambiente económico y comercial, Fadhil Al-Dulaimy cree que los problemas encontrados de vez en cuando en los negocios residen en los cambios constantes de las condiciones comerciales, así como de las tasas de cambio del renminbi y el dólar, entre otras divisas importantes, y el aumento de precios de las materias primas resultante de las vacaciones en los tipos de cambio. “En cuanto a las exportaciones, nos encontramos con una serie de dificultades, incluyendo la falta de un estándar chino a seguir para los fabricantes de otros países, un estándar que permita la confiabilidad de los productos y facilitar la exportación. Ahora estoy trabajando con otras personas interesadas en la materia, para elaborar unas normas unificadas de exportación, con el fin de satisfacer los intereses de todas las partes. En este proceso, me doy cuenta de que la vitalidad del mercado chino es un factor determinante que promueve el desarrollo de las cosas hacia una buena dirección. Ello también me sirve de estímulo para continuar mi carrera”, agrega Fadhi Al-Dulaimy.
Gran vitalidad del mercado chino
En 2004, se estableció el Foro de Cooperación China- Estados Árabes (Fccea), un paso importante en la promoción de las relaciones de cooperación económica y comercial entre China y los países árabes.
Fadhi Al-Dulaimy dijo: “La iniciativa ejerció un impacto positivo sobre nuestra relación con los diversos departamentos chinos, al servir de un marco efectivo que permite estrechar aún más ambas partes. Durante mi estancia en China, he sentido el gran potencial del mercado chino y su influencia positiva en los países árabes y el mundo. Algunos de mis amigos iraquíes y árabes también han sentido lo mismo. Además, entendemos los factores históricos de las relaciones de amistad bilaterales. Desde la antigüedad, la Ruta de la Seda nos ha unido a través de contactos amistosos y comerciales que resultaron fructíferos. Estos antecedentes históricos de amistad nos ayudan, en gran medida, a vivir en China y hacer negocios con chinos. El actual desarrollo del mercado y el comercio nos exige esforzarnos más”.
“El mercado chino es tan grande como un mundo completo. Es capaz de proporcionar productos y materias primas de calidad y a precios razonables. Los equipos aduaneros modernos son alentadores y los distintos modos de transporte y la logística también son modernos y seguros. Pero ello no quiere decir que no hay ninguna dificultad. Las experiencias han demostrado que, sin el esfuerzo y el trabajo duro, no es posible adaptarse al nuevo desarrollo, ni es posible lograr buenos resultados. Desde la crisis económica mundial en 2008, la desaceleración económica a escala mundial ha ensombrecido la mayoría de las economías del mundo. Sin embargo, el mercado chino ha seguido adelante a medida que cambian las condiciones internas y externas. Se ha conectado con el mundo y se ha vuelto cada vez más fiable y más influyente. En China, vemos una enorme vitalidad de su mercado, así como una serie de medidas que el Gobierno chino ha tomado para mejorar el ambiente de inversión y el comercio. Estamos convencidos de que China sigue siendo un mercado importante que atrae la inversión de diversos países del mundo”, explica Fadhi Al-Dulaimy.
Fadhil Al-Dulaimy hizo hincapié en el enorme mercado de China.
Oportunidades y desafíos
El éxito del comerciante iraquí Fadhi Al-Dulaimy nos enseña la importancia de aprovechar la oportunidad favorable para escoger la ruta óptima. Según él, cuando vio que Irak estaba experimentando una fase de construcción, entendió que era su oportunidad: el mercado iraquí demandaba urgentemente materiales de construcción. Su decisión fue la correcta, por lo que sus esfuerzos han dado frutos.
Al mismo tiempo, Fadhi Al-Dulaimy también ha sentido los desafíos causados por la desaceleración económica mundial, incluyendo el alza de los precios de la mayoría de las materias primas, en especial las materias primas industriales, así como el continuo aumento de precios de la vivienda. “Como hemos vivido aquí desde hace muchos años y nos hemos adaptado a las condiciones del mercado, hemos hecho todo lo posible para enfrentar los retos y mantener nuestra vida y trabajo normales. Junto con los desafíos también existen oportunidades. La modernización de China, la construcción tecnológica y el desarrollo del sector de servicios, así como la iniciativa de ‘Una Franja y Una Ruta’ nos han proporcionado diversas oportunidades. Creo que todos los luchadores saben utilizar cada desafío y oportunidad que se les presenta”.
El Dr. Fadhi Al-Dulaimy no ha dejado de esforzarse en China. En la actualidad, está tratando de establecer otra compañía en Xiamen, a cargo de su hijo. “La razón por la que he podido lograr éxitos académicos y profesionales reside en contar con un sueño y una voluntad firmes. Eso es muy importante. Pero lo más importante en mi caso es que he escogido el mercado chino, lleno de vitalidad y potencial, que me permite realizar mi sueño y aspiraciones”, concluye.