El buen uso del capital
LA sede de IDG Capital Partners en Beijing alberga una docena de salas de conferencia en donde todo el año se negocian nuevos proyectos. Fundada en 1992, la compañía fue una de las primeras empresas extranjeras de capital riesgo en ingresar a China, y ha financiado a una serie de reconocidas marcas chinas. Es un buen ejemplo de negocio en el que todos ganan. IDG Capital Partners cuenta ahora con más de 7700 millones de dólares en activos, y alrededor de 100 de las más de 450 empresas en las que ha invertido han salido a bolsa o han sido compradas.
Hugo Shong, socio fundador de IDG Capital Partners, es la causa principal del éxito de la compañía. Al reflexionar sobre el alza del mercado de capitales chino, del cual su empresa es parte integrante, Shong muestra una franqueza estadounidense, matizada con un carisma chino.
El llamado de la reforma y apertura
Shong se siente afortunado de que su juventud haya transcurrido cuando China aplicaba la política de reforma y apertura al exterior. En 1977, luego de la “revolución cultural”, los exámenes nacionales de ingreso a la universidad fueron restablecidos y él había estado trabajando como electricista desde los 15 años. Shong rindió el examen y fue admitido en el departamento de lenguas extranjeras de la Universidad de Hunan. Más adelante, obtuvo el título de maestría en periodismo de la Academia China de Ciencias Sociales y viajó a Estados Unidos a continuar con sus estudios.
Como periodista en Estados Unidos, Shong cubrió las actividades de muchos legendarios inversionistas de capital en Silicon Valley. Después de unirse a IDG en la década de 1990 y de percibir las grandes oportunidades de negocio en China, le propuso a su jefe, Patrick J. McGovern, explorar el mercado Asia-Pacífico. En 1991 fue destinado a China, donde puso en marcha más de 40 revistas y periódicos bajo la fórmula de riesgo compartido (joint venture).
Cuando a principios de 1992, el líder chino Deng Xiaoping hizo su recordada gira de inspección por el sur del país, brindó varios discursos en los que reafirmó la determinación de China de acelerar las reformas. Para Shong, ello significó una potencial mina de oro en inversiones de riesgo, una observación que contó con el respaldo de McGovern. Sin embargo, el mercado chino en aquel momento era todavía inmaduro. Las primeras inversiones fracasaron, incluida una para desarrollar baterías de computadoras portátiles. No fue sino hasta 1996 que IDG Capital Partners hizo su primera oferta pública de venta, mientras que en el año 2000 vendió su accionariado, ejecutando así su primera “salida”. Con una larga experiencia en tecnología, medios y telecomunicaciones, IDG Capital Partners sembró un grupo de empresas –Tencent, Baidu, Sohu y Ctrip– que ahora dominan la industria de Internet en China. La reputación de IDG se disparó y Shong fue declarado el inversionista de capital de riesgo número uno del país.
Tencent, fundada en 1998, planteó desarrollar el sistema de altavoces inalámbrico y, al año siguiente, recibió 1,1 millones de dólares de IDG. No obstante, al igual que otros que formaron parte de la primera generación de empresas de Internet chinas, experimentó graves problemas iniciales. Al haber caído presa del llamado “invierno de Internet” en el año 2000, IDG optó por retirarse. Sin embargo, en el momento de su precipitada salida, IDG había alcanzado un rendimiento 60 veces mayor respecto a lo invertido. La decisión, lo admite Shong, sigue generando un poco de pesar hasta el día de hoy. Ahora, como proveedor líder en servicios de Internet que genera un ingreso anual de 102.860 millones de yuanes, Tencent influye y marca tendencia en el mundo de las comunicaciones y en el estilo de vida de cientos de millones de chinos, además de abrir constantemente nuevos frentes en el sector chino de Internet.
Una nueva era
El apoyo del Gobierno a la iniciativa empresarial y la innovación ha llevado a una proliferación de compañías más innovadoras, lo que ha avivado la necesidad de capitales riesgo. Mientras tanto, los inversionistas de riesgo están tanteando fervientemente el terreno para los equipos que podrían generar una mayor rentabilidad en su inversión. Esta simbiosis ha creado una avalancha de financiamientos para las pequeñas y medianas empresas de tecnología.
Por ello, con el fin de fomentar las nuevas tecnologías y los buenos proyectos, IDG Capital Partners estableció un fondo de 100 millones de dólares para start-ups. Hasta ahora se ha invertido en alrededor de 30 firmas establecidas por empresarios de la generación post-90.
Según Shong, una tecnología en particular prevalece en cualquier periodo histórico de desarrollo económico y, por lo general, tiene un especial atractivo en los jóvenes, por lo que entre ellos se suele encontrar una amplia gama de aplicaciones. Tanto Bill Gates como Steve Jobs aprovecharon la oportunidad que la tecnología de la computadora personal abrió y fue así como crearon dos de las más prominentes empresas de la historia reciente. Más tarde, Google y Facebook se unieron al salón de la fama, como resultado de la tecnología en Internet. Hoy en día, la tecnología de Internet móvil es ampliamente utilizada. La generación post-90 ha crecido con ella. IDG Capital Partners ha financiado con miles de millones de dólares a varias empresas dirigidas por miembros de este grupo demográfico, esperando que se conviertan en el próximo Alibaba o Tencent.
En 2014, IDG Capital Partners comenzó a patrocinar concursos de emprendimiento en universidades chinas, y se han podido reunir muchas ideas auspiciosas e innovadoras.
Cinco socios de IDG, incluido Shong, fueron considerados en 2014 dentro de la lista Forbes de los mejores inversionistas de capital riesgo de China. IDG Capital Partners le da mucha importancia a la formación de jóvenes talentos para puestos que van desde gestor de inversiones hasta analista, pues ellos formarán la columna vertebral del desarrollo futuro de la compañía. “En vista de que nuestra firma comenzó en 1992 con los financiamientos y las inversiones, es también parte de la generación post-90”, bromea Shong.
IDG Capital Partners dirige una serie de fondos, entre ellos un fondo post-90, un fondo VC (capital riesgo), un fondo PE (capital privado), varios fondos industriales y un fondo RMB (yuanes). Su fondo de medios y su fondo PE han invertido conjuntamente en la empresa de entretenimiento Legendary Pictures, mientras que su fondo RMB lo ha hecho en Beijing Baofeng Inc. Al explicar toda esta serie de inversiones de su compañía, Shong usa la jerga del ping-pong: “Tenemos el porta raquetas, el ataque veloz y la defensa rápida. Solo cuando cuentas con todos los tipos de talento entre tus trabajadores puedes asegurar el crecimiento sostenido de tu empresa”.
Estudiantes extranjeros de cine participaron en el programa Observando a China, en Hangzhou en 2011.
Nuevas áreas de inversión
En la última década, el maduro mercado de capital de China ha captado a más inversionistas extranjeros. Ellos traen consigo nuevos fondos, nuevos sistemas de gestión y mayores aplicaciones de las herramientas de Internet. Esto ha mejorado significativamente la eficiencia de la puesta en marcha de la financiación, pero ha intensificado la competencia para IDG Capital Partners. Los flujos y reflujos del mercado han generado en Shong y su equipo una aguda perspicacia sobre la economía china. Ello les ha permitido hacer juicios razonables sobre las inversiones con mayor potencial.
IDG Capital Partners predice la llegada de nuevas súper empresas en varios subsectores de las finanzas en Internet. Consecuentemente, ha invertido en 35 firmas que cubren casi todo el espectro en este ámbito. Hasta el momento, 14 de ellas han alcanzado la segunda ronda de financiación, y el valor estimado de cada una se ha disparado por encima de los 100 millones de dólares.
A medida que los recursos energéticos convencionales se van agotando, la humanidad se enfrenta a la apremiante cuestión de encontrar nuevas formas de energía renovable. Hasta el momento, el capital riesgo raramente ha entrado en proyectos de nueva energía, debido a los enormes gastos en exploración y a su prolongado periodo. Shong cree que ha llegado el momento de un cambio. IDG Capital Partners ha invertido en la producción de postes de carga para automóviles eléctricos de Titangas Technology. La contaminación ambiental, un subproducto no deseado del fuerte crecimiento económico de China, es ahora una gran preocupación nacional. La promoción de los automóviles eléctricos es una respuesta a este problema, pero el interés del público es escaso debido a la falta de instalaciones de carga.
Para adaptarse a este periodo de crecimiento impulsado por el consumo y el turismo masivo, IDG Capital Partners ha comenzado varios proyectos turísticos, incluyendo los pueblos ribereños de Wuzhen, provincia de Zhejiang, y de Gubei, en Beijing. Estos pueblos ubicados al lado del agua, con edificios antiguos bien conservados y restaurados, ofrecen a los habitantes de la vecina metrópolis un escape a la agitada vida urbana. La compañía está también cooperando con seis áreas escénicas de China respecto a la mejora de sus servicios, mediante la organización de eventos culturales y otras actividades.
Hugo Shong, socio fundador de IDG Capital Partners.
Retribución a la sociedad
La educación cambió la vida de Shong, y él lo ha retribuido con creces desde que construyera una carrera exitosa. Hace 21 años donó 1 millón de yuanes a la Universidad de Hunan para un programa de becas. A ello siguieron un premio para los mejores profesores, un gimnasio y un centro de natación. El total de sus donaciones superan los 10 millones de yuanes.
En 2004 dotó a la Universidad de Boston con el Premio “Hugo Shong” a la Trayectoria Periodística, con una bonificación de 35.000 dólares, y con el Premio “Hugo Shong” al Reportaje sobre Asia, con una bonificación de 15.000 dólares (5000 dólares más que el Premio Pulitzer). Se trata de los primeros premios establecidos por un ex estudiante chino en una determinada profesión en Estados Unidos. Shong también donó 2 millones de dólares al Instituto McGovern para la Investigación Cerebral del Instituto Tecnológico de Massachusetts, con el fin de incrementar los intercambios en cuanto a la investigación de enfermedades cerebrales entre China y Estados Unidos.
Gracias a Shong, IDG llegó en 2011 a un acuerdo con la Universidad Tsinghua, la Universidad de Beijing y la Universidad Normal de Beijing para el establecimiento en cada una de ellas del Instituto IDG/McGovern para la Investigación Cerebral, con una financiación total de 30 millones de dólares. Dedicado a la investigación de enfermedades cerebrales y de la comunicación y cognición humana, se espera que el Instituto fomente el avance de la neurociencia en China.
IDG Capital Partners patrocina desde 2014 concursos empresariales en prestigiosas universidades chinas y estadounidenses.
Hace seis años, IDG y la Universidad Normal de Beijing fundaron el Instituto para la Comunicación Internacional de la Cultura China. Su programa Observando a China, iniciado por Shong, patrocinó la producción conjunta de cortometrajes sobre China hechos por estudiantes chinos y extranjeros de artes cinematográficas. Hasta ahora se han producido unos 200 cortos, incluido uno que expone el concepto de la armonía en la cultura china y la filosofía del Tai Chi. Shong espera que estos cortometrajes puedan facilitar la comprensión en Occidente de la cultura china y promuevan así la apreciación internacional de las películas chinas.
El presidente de China, Xi Jinping, se refirió al programa Observando a China en el discurso que pronunciara el 7 de noviembre de 2015 en la Universidad Nacional de Singapur. “En julio pasado, varios estudiantes universitarios de Singapur, de poco más de 20 años de edad, se unieron al programa Observando a China para aprender más sobre China a través de la toma de fotografías. El programa les llevó al noroeste del país. Allá, con el lente de la cámara, capturaron imágenes de la China moderna, y experimentaron y compartieron la cultura china al ver la ópera local Qinqiang, al comer los fideos de Lanzhou y al viajar por el río en balsas de piel de oveja. A su vez, dos estudiantes chinos de la Universidad Nacional de Singapur pasaron un año entero filmando historias personales y los sueños de 50 singapurenses. Estoy seguro de que han escuchado muchas anécdotas de este tipo”, mencionó el presidente chino.
En estos últimos 30 años, en los que la economía china ha alcanzado su más sólido crecimiento, Shong ha logrado dar un buen uso al capital y así hacer realidad tanto su sueño chino como americano.