A propuesta china de crear el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII) surgió en octubre de 2013, pero en enero de este año dicho ente cobró vida. Con la realización de la ceremonia de apertura y la celebración de la reunión inaugural del Consejo de Miembros y de la Junta Directiva en Beijing, nació un nuevo miembro activo en el sistema de gobernanza económica mundial, y una nueva plataforma para la construcción de la comunidad de destino común. Se trata de una nueva fuerza para el motor dinámico del desarrollo económico de Asia y el mundo.

Es seguro que el BAII experimentará numerosas dificultades y obstáculos en su proceso de desarrollo, pero lo más difícil es al inicio. ¿Cómo se puede conseguir un mecanismo de gobernanza avanzado del siglo XXI si apenas ha sido creado? ¿Cómo se garantiza que las grandes potencias pongan su mayor esfuerzo positivo cuando compiten por la influencia en la toma de decisiones? Y ¿cómo se mantiene el equilibrio y se optimiza la eficiencia si hay numerosos solicitantes de fondos y proyectos? Problemas como estos son los que tendrá que afrontar el flamante BAII.

Nuevo mecanismo de operaciones

Hasta ahora, de los 100.000 millones de dólares de oferta pública como capital del BAII, 98.150 millones ya han sido abonados. China, como el mayor accionista de esta institución financiera, ha aportado 29.780 millones de dólares, lo que representa el 30,34 % del capital suscrito actual, y en esta etapa, su derecho de voto representa el 26,06 %. Sin duda alguna, China tendrá un fuerte liderazgo en el proceso de preparación y gobernanza del BAII.

Según acuerdos ya firmados, el órgano de decisión del BAII se divide en tres niveles: en el nivel más alto está el Consejo de Miembros, compuesto por miembros designados por los respectivos países miembros; en el nivel medio está la Junta Directiva, compuesta por 12 directores, a una proporción de 9 a 3 por dentro y fuera de la jurisdicción; y en el nivel bajo está la administración, compuesta por un gobernador y varios gobernadores adjuntos. En la ceremonia de inauguración celebrada en enero pasado, el ministro de Hacienda de China, Lou Jiwei, fue elegido como el primer presidente del Consejo de Miembros, y Jin Liqun, candidato recomendado por China, fue designado como el primer gobernador por un período de cinco años.

En la actualidad, de los 57 países miembros fundadores del BAII, 30 países, que representan el 74 % del capital total, han completado la aprobación legislativa nacional. En junio de 2016, se celebrará la primera reunión anual del Consejo de Miembros en Beijing.

Según el sitio Web del BAII, se establecerán cinco puestos de gobernador adjunto. De acuerdo con las regulaciones del Banco, los gobernadores adjuntos deben ser nombrados primero por el gobernador, y luego, la Junta Directiva llevará a cabo la selección sobre la base de los principios de la apertura, la transparencia y las prioridades según la capacidad.

El sistema de operaciones del BAII refleja también una gran innovación institucional. En primer lugar, en cuanto al modo de funcionamiento, la Junta Directiva no tiene una junta ejecutiva permanente. Celebra reuniones trimestrales y también puede llevar a cabo reuniones extras según las necesidades, pero siempre a través de los métodos de tecnología moderna, tales como teleconferencias, con el fin de reducir los costos de operación. En segundo lugar, el BAII aplica el sistema de reclutamiento del personal realizando convocatorias abiertas globales para mantener la competitividad y la circulación de los empleados. En tercer lugar, el BAII tiene una división bien clara en cuanto a las funciones y poderes de la Junta Directiva y de cada nivel administrativo.

Proactividad china

China es autor de la iniciativa del BAII y el mayor accionista en esta etapa de la institución. Las intenciones chinas con el Banco han sido un tema que ha generado mucha preocupación alrededor del mundo. En este sentido, el gobernador Jin Liqun ha indicado que el rol de mayor accionista no es un privilegio, sino un deber y una responsabilidad. De hecho, China no necesita evitar su influencia sobre el BAII, pero sí llevar a cabo sus intenciones e ideas a través del mecanismo de gobernanza ya establecido y el consenso al que han llegado todas las partes del BAII.

Siendo una herramienta para aumentar de manera eficaz la inversión en infraestructura para la región de Asia, el papel positivo que desempeña el BAII en promover el proceso de la conectividad y la integración económica regional coincide con la actual estrategia diplomática de China. El funcionamiento del BAII ayudará a mejorar el ambiente de inversión de los países en desarrollo de Asia y promoverá el pleno empleo y la prosperidad a largo plazo de estos países. Además, siendo un nuevo banco de desarrollo multilateral, el BAII ejercerá influencia en el reajuste y la reforma de la gobernanza global económica.

Como señaló el primer ministro chino, Li Keqiang, en el discurso pronunciado en la inauguración de la Junta Directiva del BAII, China tomó la iniciativa de establecer el BAII con el objetivo de ampliar los canales de financiación, aumentar la demanda global y, a la vez, mejorar la oferta global utilizando sus logros en el desarrollo para promover el desarrollo común de la región. Como miembro del sistema internacional para el desarrollo, el estatus de China está en transición pasando gradualmente de ser participante activo y beneficiario a contribuyente constructivo. La responsabilidad que asuma China en el BAII refleja que nuestro país está dispuesto a asumir más responsabilidades internacionales y proporcionar más bienes públicos internacionales. En el acto de apertura del BAII, el presidente de China, Xi Jinping, anunció la entrega de 50 millones de dólares como financiamiento para fondos especiales para los preparativos de los proyectos destinados específicamente al sector de infraestructura a realizarse en los países miembros menos desarrollados.

En cuanto a las relaciones del BAII con los bancos de desarrollo multilaterales existentes, el presidente Xi Jinping señaló que los diversos organismos antiguos y nuevos deben adoptar diversas formas de cooperación y, a través de la sana competencia, mejorar su contribución a la conectividad de la infraestructura de Asia y el desarrollo económico sostenible.

La desaceleración del crecimiento económico de China en los últimos años, especialmente en 2015, cuando se registró un crecimiento anual del 6,9%, ha generado preocupación en la comunidad internacional sobre la escasez de la fuerza económica china y su posible impacto al BAII. En realidad, China, India y Rusia, los tres mayores accionistas del BAII, son miembros de los BRICS, y los tres han enfrentado diversos desafíos en la desaceleración general de la economía mundial. Sin embargo, China, con una base económica de más de 10 billones de dólares, logró un crecimiento relativamente estable y rápido que se colocó en los primeros puestos entre las principales economías. En cuanto a la calidad del crecimiento, el empleo ha sido relativamente pleno y los ingresos de los residentes urbanos y rurales también han aumentado de manera estable. Lo más importante es que el reajuste estructural económico de China y el cambio de modelo de desarrollo han empezado a dar resultados positivos y se han registrado avances en diversos sectores, tales como la tecnología, los productos y la innovación. El año 2016 es el primer año del XIII Plan Quinquenal. Se espera que la economía china obtenga más fuerza para lograr el cambio de modelo de desarrollo, lo que no solo promoverá aún más el desarrollo relativamente rápido de los países emergentes incluidos los BRICS, sino también seguirá inyectando más dinamismo y vitalidad al BAII.

Funcionamiento sostenible

El BAII ya ha entrado en funcionamiento, con la aprobación de los documentos por la Junta Directiva, incluyendo el presupuesto de 2016, el plan comercial y las normas del crédito. A partir del segundo trimestre de 2016, el BAII empezará las primeras operaciones de préstamos, las que ahora se encuentran en su etapa de preparación, y los primeros préstamos serán aprobados a mediados de 2016. En la etapa inicial de la fundación, para el BAII, los campos importantes de la inversión incluyen la energía, transportes, telecomunicaciones, infraestructura rural, suministro de agua y tratamiento de aguas residuales, la protección del medio ambiente, el desarrollo urbano y la logística.

La Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático celebrada en París ha establecido documentos programáticos en respuesta al calentamiento global. Por lo tanto, el BAII prestará más atención a los efectos ambientales al otorgar préstamos y aprobar proyectos. Serán más estrictos los controles sobre el consumo de energía y las emisiones contaminantes.

Como banco de desarrollo, el BAII debe asegurarse de los beneficios de la inversión. Sin embargo, el propósito y la naturaleza de la institución determinan que el banco no tenga por objetivo la maximización del beneficio, por lo que un rendimiento constante será la dirección principal del Banco. El BAII puede utilizar un retorno constante de la inversión para atraer la inversión privada y así compensar la falta del capital. Desde el punto de vista de la financiación, se necesita un fuerte apoyo de los accionistas.

China espera que los primeros préstamos bancarios se puedan aplicar en los países prioritarios a lo largo de la iniciativa “Una Franja y Una Ruta”, estableciendo proyectos de infraestructura emblemáticos como modelo para estimular la demanda efectiva a través del suministro eficaz, con el fin de satisfacer las necesidades específicas de la industrialización y la urbanización de los países en desarrollo para lograr la profunda integración de la cadena industrial y la cadena de valor. El BAII arranca con paso firme.