China impulsa un nuevo tipo de cooperación
EL 1 de julio de este año, el primer ministro chino Li Keqiang ofreció un discurso en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés), el cual se tituló “Mantener el desarrollo enfocado y crear una prosperidad para todos”. Li indicó que China sigue siendo el mayor país en vías de desarrollo y que, ante una situación mundial de profunda vinculación económica, China y los países desarrollados deberían establecer una nueva relación que se base principalmente en la cooperación internacional en capacidad productiva y en la denominada “cooperación tripartita” (combinar las ventajas de fabricación de China con la tecnología de los países desarrollados y la demanda de los países en desarrollo). Este anuncio muestra la apertura al exterior del nuevo modelo de cooperación económica de China.
Clientes chinos compran leche en polvo importada. CFP
A favor de un mayor desarrollo en el mundo
La intensificación de la “cooperación internacional en capacidad productiva” se basa en cuatro puntos principales.
En primer lugar, amalgamar las estrategias de desarrollo de ambas partes para lograr un gran avance en la cooperación en infraestructura. Por ejemplo, combinar la propuesta china de “Una Franja y una Ruta” con el Plan Juncker, planteado por la Unión Europea. De hecho, ambas estrategias son muy compatibles en varios aspectos. Además, el programa “Hecho en China 2025” tiene objetivos similares a los de planes como “Industria alemana 4.0”, “la Nueva Francia Industrial”, “las perspectivas de Gran Bretaña en el sector manufacturero en 2050” y otros programas que promueven la industria manufacturera.
En segundo lugar, enfocarse en la fabricación de equipos y lograr un gran avance en la “cooperación tripartita”. En cuanto a la realización de programas de cooperación en capacidad productiva con otros países en desarrollo, las empresas chinas tienen que, por un lado, aprovechar al máximo su buen precio en la fabricación de equipos de gama media y, por otro lado, comprar e integrar equipos avanzados de los países desarrollados.
En tercer lugar, orientar la demanda de inversión industrial y lograr un gran avance en la cooperación financiera. China cuenta con abundantes reservas de divisas y un gran interés en invertir y participar en el desarrollo de Europa a través de diferentes métodos de colaboración financiera.
Por último, reforzar el libre comercio y la inversión. Además, manejar adecuadamente las fricciones comerciales, conforme al principio de beneficio mutuo y, de este modo, incrementar el comercio entre China y los países desarrollados.
Al ser el mayor país en vías de desarrollo, China debe fortalecer la cooperación en capacidad productiva con los países desarrollados, aplicar la complementación de ventajas y tomar en cuenta la capacidad productiva china, la demanda de los países en vías de desarrollo y la superioridad tecnológica de los países desarrollados. De este modo, no solo se verá favorecido el desarrollo de ambas partes, sino que también se impulsará el crecimiento de más países en vías de desarrollo.
Fortalecer la cooperación en capacidad productiva
Un aspecto clave de la colaboración en capacidad productiva consiste en enfocarse en la fabricación de equipos y lograr un gran avance en la “cooperación tripartita”. Se trata de una colaboración abierta y su aspecto medular es unir la enorme capacidad productiva china con la avanzada tecnología de los países desarrollados, para que ambas partes exploren juntos otros mercados, e impulsen la construcción de infraestructura en los países en vías de desarrollo y en proceso de industrialización, con el objetivo de beneficiar a todas las partes involucradas. Al final, el desarrollo sostenible de la economía mundial será una realidad.
Hasta el momento, China y Francia han llegado a un consenso en torno a la “cooperación tripartita”. Ambos han llevado adelante proyectos de colaboración bilateral en materia de energía nuclear en otros países. Asimismo, llevarán a cabo más proyectos en infraestructura, seguridad, finanzas, energía, preservación de la paz, salud y capacitación educativa en África central y oriental. Durante su visita a Francia en junio pasado, el primer ministro chino Li Keqiang y su homólogo francés Manuel Valls fueron testigos de la firma de un acuerdo de explotación conjunta de otros mercados. Por lo que se ha visto en exitosas colaboraciones pasadas, la cooperación entre China y Francia estimulará a los países desarrollados a participar también en la “cooperación tripartita”.
China, la fábrica del mundo, es también el mayor fabricante en el sector manufacturero, el cual se encuentra en un nivel intermedio de la cadena industrial a escala mundial y ocupa el primer lugar en cuanto a la elaboración de unos 200 productos industriales. Se espera la integración de los equipos de gama media y la capacidad productiva, en los que China tiene ventaja, con la tecnología de equipos de gama alta de los países desarrollados, para así satisfacer la enorme demanda de los países en vías de desarrollo (donde viven 6000 millones de habitantes) en sectores como la construcción de infraestructura, así como proporcionar más equipos y productos de alta calidad a bajos precios. Es la nueva manera de promover la cooperación Sur-Norte y Sur-Sur, y es además una receta eficaz para enfrentar la lenta recuperación de la economía mundial.
Para muchos países en vías de desarrollo que se encuentran en una primera etapa de industrialización, la colaboración internacional en capacidad productiva acelerará la construcción de infraestructura y reducirá la pobreza.
En cuanto a los países desarrollados, la colaboración internacional en capacidad productiva aumentará la exportación de sus tecnologías y piezas claves, así como la de equipos ecológicos, e impulsará su reindustrialización.
Para China, la colaboración internacional en capacidad productiva será un peldaño más en su estrategia de “salir al exterior”, un camino que debe tomar una nueva fase de desarrollo para adaptarse al nuevo ambiente y promover el desarrollo con una actitud abierta. De esta manera, se aliviará la presión del descenso económico, se ayudará a conciliar el mercado internacional con el exceso de capacidad productiva de gama alta y, finalmente, se fomentará la actualización de industrias.
Por supuesto, China reconoce los desafíos en el camino de promoción de la cooperación internacional en capacidad productiva. Es imprescindible fomentar la capacidad de diseñar mecanismos que puedan aumentar la compatibilidad y el incentivo, garantizar la transparencia en la información y optimizar la distribución de recursos. Del mismo modo, se busca elevar la capacidad de innovación de los modelos de negocio que puedan equilibrar diversos intereses y reformar la estructura de las negociaciones. En ese sentido, se debe prestar más atención al control de disputas y a la integración cultural.
*Xiang Anbo es investigador adjunto del Instituto de Empresas del Centro de Estudios del Desarrollo del Consejo de Estado.