Poesía en la pantalla chica
Por LUO YAO
Cuando usted enciende la televisión, ¿qué programa prefiere? ¿Uno de citas a ciegas en el cual algunas chicas escogen a dedo a un muchacho, o uno de cantantes aficionados que buscan alcanzar la fama? Si cree que estos shows representan el gusto de los chinos de hoy y son lo único que se transmite en la televisión china está equivocado. Podría echarle un vistazo a programas como Conferencia de poesía china o Cartas en vivo, los cuales no solo han logrado ocupar los primeros puestos en sintonía, sino que también han despertado una pasión por la poesía y las tradiciones del país. Considerados como “corrientes limpias” (una metáfora utilizada en China para describir shows sencillos y sin trucos publicitarios), estos programas vienen ganando rápidamente popularidad.
Fiesta de la poesía
Conferencia de poesía china, transmitido por la Televisión Central de China (CCTV), emitió su segunda temporada durante las vacaciones de este Año Nuevo Chino del Gallo. Según el formato del programa, sus 105 concursantes –chinos y extranjeros de entre 7 y 60 años– deben dar el mayor número de respuestas sobre poesía en el menor tiempo posible. Luego de competir entre sí, quedan cuatro finalistas, cuyo ganador debe enfrentarse a uno de los participantes que había quedado eliminado en la primera fase. El vencedor, posteriormente, debe librar una batalla decisiva con el campeón del episodio anterior. Las preguntas son muy variadas: desde completar el verso de un poema chino hasta identificar el carácter chino que no corresponde con determinada frase.
Lo que realmente busca el programa es crear amistades a través del arte. Tanto espectadores como concursantes aprovechan este espacio para apreciar juntos la belleza de la poesía tradicional china. Esta “fiesta de los amantes de la poesía” es un escenario inclusivo y abierto a todos, en donde no importan la edad, la brecha generacional o el hecho de que un participante aparezca luciendo un traje típico de la dinastía Tang. Los participantes actúan de manera pausada, e incluso olvidan que se trata de una difícil competencia. Más aún, los espectadores aficionados a la poesía también pueden participar a través del WeChat, una de las redes sociales más populares de China.
Entre las obras mencionadas en el programa figuran el Clásico de poesía (considerado el origen de la poesía china), Las elegías de Chu, entre otros poemas pertenecientes a las dinastías Tang, Song, Ming y Qing.
A pesar de que en esta época marcada por el consumismo y el entretenimiento resulta difícil que los programas culturales reciban la atención y aprobación del público, algunos shows de alta calidad, como Conferencia de poesía china y Cartas en vivo, han despertado el interés por la cultura tradicional del país.
Para muchos chinos, su primer contacto con la poesía tradicional china se da con la madre, quien quizá les recitaba versos en voz baja cuando todavía estaban en pañales. Estos versos probablemente los tuvieron luego que memorizar para un examen en la escuela. A pesar de su belleza, muchos de estos poemas tal vez no los comprendieron debido a una falta de experiencia y comprensión de la vida. Una vez aprobados los exámenes, les costaba abrir nuevamente los libros y descubrir el significado detrás de los versos.
Se podría pensar que las poesías tradicionales chinas no tienen ningún vínculo con la vida moderna y que han ido desapareciendo junto con las ideas y los valores tradicionales. Sin embargo, tanto los participantes de este tipo de concursos como la popularidad generada en la audiencia han demostrado sorprendentemente lo contrario: la cultura tradicional china aún está viva.
“Esta popularidad se ha dado gracias al corazón del pueblo chino, amante de la poesía”, indica Meng Man, profesora asociada de la Universidad Minzu de China e invitada del programa Conferencia de poesía china. La poesía es la forma más antigua que tienen los chinos para expresar sus sentimientos. La historia de la poesía china no solo es la crema de la civilización en su idioma, sino que también está ligada al espíritu de la sociedad. Entre los propios participantes del concurso puede verse la influencia de la poesía china. Por ejemplo, la ganadora Wu Yishu asegura que leer al poeta Su Shi (1037-1101), quien “cambiaba su actitud de acuerdo con sus vivencias”, no solo le trae buen humor, sino que la grandeza de su obra le da ánimos cuando enfrenta dificultades. “La poesía hace que enfrentes tus frustraciones y te ayuda a reanimarte”, asegura Chen Geng, otra participante del concurso. “Al igual que la caligrafía china, es una forma de cultivar la moralidad”.
Después de la fama
Según Peng Min, subcampeón de Conferencia de poesía china, una vez que pase la popularidad de este programa, la poesía volverá a estar al margen de la cultura. La poesía tradicional china, escrita en chino clásico, no tiene un uso práctico. “La fama de la competencia en televisión no bastará para lograr un renacimiento cultural”, sostiene Peng, aunque señala que en comparación con la poesía moderna, “la poesía tradicional goza de mayor aprecio en la gente”.
La poesía tradicional china forma parte de la cultura tradicional del país, y su herencia y despliegue son una manifestación de la confianza cultural propia del pueblo chino. Las emociones y la manera singular de observar y recordar esta sociedad expresadas en la poesía representan, por un lado, la forma en que los chinos ven el mundo y, por el otro, la historia de la sociedad de entonces.
Según “La Orientación de la Aplicación del Proyecto de Desarrollo de Herencia de la Buena Cultura Tradicional China”, un texto publicado en vísperas del Año Nuevo Chino del Gallo, la enseñanza de la cultura tradicional es parte fundamental de la educación nacional. Además de establecer como meta para 2025 la formación de un sistema de herencia y desarrollo de la cultura tradicional china, el texto hace un llamado, entre otras cosas, al enriquecimiento y la expansión de la cultura en la escuela.
La cultura tradicional es la base de una nación. Cuando la sociedad conozca bien los orígenes y el poder de su cultura, se sentirá orgullosa y llegará el momento en el que se discutirá cómo heredarla. A pesar de que en China aún falta un largo trecho que recorrer, afortunadamente el país va por un buen camino.