China obtuvo la victoria final
A pesar de haber enfrentado a la agresión japonesa que era cada día más intensiva, el ejército y el pueblo chino nunca abandonaron la resistencia, agotando de esta manera la fuerza militar del invasor. En el año de 1944, cuando el ejército chino recuperó la ciudad de Tengchong, la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa entró en la etapa de contraataque.
En el suelo del Salón Conmemorativo Dianxi de la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa se leen las fechas de las etapas de la guerra y más de mil cascos en la pared simbolizan los soldados de las Fuerzas Expedicionarias de China.
Recuperación de Tengchong
Por Tengchong (provincia de Yunnan) pasa la carretera Yunnan-Myanmar, que era la única vía por donde se transportaban recursos de rescate de la comunidad internacional para China, después de que nuestro país perdiera la región costera del este. La Guerra del Pacífico estalló en 1941 y Japón empezó a bajar al sur para invadir el Sudeste de Asia. Con el fin de apoyar al ejército de Gran Bretaña en la región y proteger la carretera Yunnan-Myanmar, China asignó las tropas más selectas, con las cuales fundó las Fuerzas Expedicionarias de China para combatir contra Japón en Birmania y la India.
Durante los tres años en el frente de Birmania y la India, China invirtió una fuerza militar de 400.000 efectivos en total, con cerca de 200.000 muertos y heridos, apoyando en gran medida a los Aliados y acelerando el colapso de los fascistas japoneses.
Con el fin de cortar el paso de China al exterior, el ejército japonés, después de ocupar Birmania, entró en Yunnan con el propósito de invadir la capital provincial, Kunming. Así fue como cayó la parte oeste de la provincia, incluyendo Tengchong. Sin embargo, el agresor no logró avanzar ni un paso debido a la tenaz resistencia de China. En la primavera y el verano de 1944, China pasó a la contraofensiva y recuperó la ciudad fronteriza de Tengchong el 14 de septiembre.
“Tengchong es un importante paso en la Ruta de la Seda del Suroeste y tiene la fama de ser el ‘Pequeño Shanghai en las Montañas Gaoligongshan’ debido a su desarrollada economía”, según Yang Suhong, directora del Museo de la Guerra contra la Agresión Japonesa en el Oeste de Yunnan, “toda la ciudad de Tengchong estaba en ruinas. Ninguna casa se mantuvo intacta cuando la recuperamos de las manos japonesas”. En memoria de los sacrificios en el combate se construyó el Cementerio de los Mártires Nacionales en noviembre de 1944. “Aquí se enterraron 3346 soldados chinos muertos en la lucha librada para recuperar la ciudad y más de 6000 se sacrificaron en la marcha del río Nujiang a Tengchong”.
En el Cementerio de los Mártires Nacionales están sepultados 3346 soldados chinos caídos en la lucha librada para recuperar la ciudad de Tengchong y más de 6000 combatientes que se sacrificaron durante la marcha desde el río Nujiang hasta la ciudad.
La rendición en Zhijiang
El 21 de agosto de 1945 llegó al aeropuerto de Zhijiang (Hunan) Takeo Imai para tramitar los asuntos sobre la rendición, en representación de Yasuji Okamura, el supremo comandante del Ejército de Expedición a China. Al ser el segundo mayor aeropuerto de uso militar en el Lejano Oriente, Zhijiang sirvió como una importante base militar durante el periodo de la Guerra contra la Agresión Japonesa, y se mantuvo comparativamente completa al término de la guerra.
A las 11:00 a.m., el avión de Takeo Imai, con marcas de rendición, apareció en el cielo de Zhijiang. “El aeropuerto estaba lleno de gente haciendo alboroto. El avión daba vueltas primero, volaba bajo para expresar respeto y luego aterrizó lentamente”, recordó Zhang Yan, periodista estadounidense que después fue redactor subjefe de la revista China Hoy.
“Esta zona se llama Qiliqiao, lugar adonde acudieron los representantes de Japón después de bajar del avión”, dijo Wu Jianhong, director del Salón Conmemorativo de la Victoria de la Guerra del Pueblo Chino contra la Agresión de Japón y la Aceptación de la Rendición de Japón, mientras mostraba unos gráficos y mapas relacionados con el acto de la rendición.
El blanco Pórtico de la Aceptación de la Rendición de Japón, con cuatro columnas y tres puertas, se reconstruyó en 2000 de acuerdo con una vieja foto de su inauguración en 1947.
El Salón para la Aceptación de la Rendición se encuentra al lado del Pórtico y fue transformado de un cuartel de primer piso a uno de estilo occidental. La sala de reunión no es grande, pero es muy ordenada. En la pared central cuelga un retrato de Sun Yat-sen y en la opuesta, están las banderas nacionales de China, EE. UU., Reino Unido y la Unión Soviética.
A las 4:00 p.m. del 21 de agosto, Xiao Yisu y Leng Xin, jefe y subjefe del Estado Mayor del Cuartel General del Ejército, junto con el general estadounidense Haydon Boatner, tomaron asientos de honor en la sala, mientras que los representantes del ejército de Japón esperaban afuera. Al lograr el permiso del general Xiao Yisu, los representantes japoneses se quitaron las gorras y entraron en la sala. Después de cuadrarse e inclinarse, tomaron asientos inferiores frente a los de honor.
En la ceremonia, Takeo Imai, cumpliendo órdenes, entregó los documentos como la orden de batalla, la posición de las fuerzas militares y el sistema de mandos de las fuerzas armadas de Japón en China, así como el mapa de la distribución de sus fuerzas armadas, el horario de la rendición en Nanjing y el programa de los actos de rendición en otras 16 zonas de China.
Yang Yu, subdirector del Salón Conmemorativo, quien ha llevado más de 20 años en el trabajo de presentación del museo, nos explicó señalando una foto en la pared: “La delegación de Japón se detuvo tres días y 52 horas en Zhijiang para tramitar los artículos concretos de la rendición incondicional de 1,28 millones de invasores japoneses a China. La reunión en Zhijiang no solo representa la rendición de los fascistas japoneses ante el ejército y el pueblo de China, la victoria de la Guerra de Resistencia contra la Agresión de Japón significa también el término de la Segunda Guerra Mundial y la victoria de los Aliados en la Guerra Antifascista Mundial”.
Muchos años después, Takeo Imai escribió en sus memorias: “Todos estamos sumergidos en la tristeza. La desesperanza, la soledad y la inquietud nos llenan el corazón. Al ser los enviados del país vencido, venimos como si estuviéramos esposados”.
Foto antigua del blanco Pórtico construido en 1947 para conmemorar la aceptación de la rendición de Japón.
La rendición en Nanjing
En el este de la ciudad de Nanjing hay un gran salón de estilo occidental, a la puerta del cual se yergue una lápida de piedra esculpida donde se lee “Sede Antigua de la Escuela Militar Central”. Además, un tablero con la inscripción “Sede Antigua de la Firma de la Rendición del Ejército Invasor Japonés a China” cuelga de altas columnas. Según las fotografías históricas, la gigantesca letra V de color rojo incrustada en la torre por encima de la puerta principal simboliza la victoria. Aquí se efectuó hace 70 años la ceremonia de aceptación de la rendición del ejército japonés en la zona de guerra china.
Detrás del biombo en la sala se reproduce la escena de la ceremonia. Kobayashi Asamiro se inclina al entregar a He Yingqin con sus dos manos el Acta de Rendición firmada por Yasuji Okamura. Los cinco representantes chinos son He Yingqin, Gu Zhutong, comandante general de la tercera zona de guerra del Ejército; Xiao Yisu, jefe del Estado Mayor del Ejército; Chen Shaokuan, comandante general de la Armada; y Zhang Tingmeng, comandante del Primer Cuerpo de las Fuerzas Aéreas. Entre los siete representantes de Japón se distinguen, aparte de Yasuji Okamura, al jefe del Estado Mayor, Kobayashi Asamiro; al subjefe del Estado Mayor, Takeo Imai; y al comandante general de la Flota del Ejército de Expedición a China, Ryozo Fukuda.
Según el expositor, toda la ceremonia duró 20 minutos. A las 8:58 a.m. del 9 de septiembre de 1945, los representantes chinos entraron en la sala y tomaron asiento. Luego les tocó a los japoneses, quienes se inclinaron antes de tomar asiento. A los miembros más importantes se les exigió raparse la cabeza. “De acuerdo con el acuerdo establecido antes, entre los siete representantes japoneses, solo a Yasuji Okamura le fue permitido poner su gorra en la mesa. Otros no pudieron, sino tomarla con la mano y ponerla en su rodilla derecha, mientras que todos los chinos pudieron poner sus gorras en la mesa”.
Después de leer los documentos entregados por los representantes japoneses, He Yingqin mandó a Xiao Yisu, jefe del Estado Mayor del Ejército Chino, a pasar el Acta de Rendición en versiones de chino y de japonés a Yasuji Okamura. Éste se levantó y los cogió con las dos manos. Agachó la cabeza para leerlo y firmó. “Como fue una capitulación incondicional, no hubo proceso de negociación. El ejército japonés no pudo hacer nada, sino firmar el Acta”, dijo el expositor.
“Más de 400 personas se presentaron a la ceremonia. Al lado derecho de la sala se pusieron asientos para los funcionarios militares de alto rango de los Aliados, mientras que en el lado izquierdo estaban otros funcionarios y periodistas. En el segundo piso también había asientos para los periodistas”, nos explicó el expositor.
Los representantes japoneses en la rendición de Zhijiang.
De acuerdo con los Archivos sobre la Rendición en la Zona de Guerra China, arreglados y publicados conjuntamente por el Archivo Histórico No.2 de China y la Editorial de Nanjing en junio pasado, China recibió la rendición de 1,28 millones de soldados japoneses. Para demostrar su veracidad, todos los archivos publicados cuentan con una copia fotostática.