Por ABEL ROSALES GINARTE
La gran marcha de un mexicano
La vida es como una gran marcha. Avanzar, transformar nuestro destino es una tarea individual en pos de un bien colectivo. Luis Vieyra llegó a China en 2004 para trabajar en la Cámara de Comercio de México en Shanghai. Después de concluir su misión, se dio cuenta de que la gran marcha de su vida estaba ligada indisolublemente al dragón asiático. Trabajar en el país, ver crecer a su familia y practicar deportes son complementos esenciales para sus días. Es aficionado a participar en maratones deportivos alrededor del mundo.
Si el Maratón del Everest, en Nepal, es el más peligroso, el de la Gran Muralla, en China, es el más exigente. Vieyra señala que el de China es su preferido, a pesar del desafío salvaje que representa para las piernas. Actualmente existen en el mundo más de 5000 maratones deportivos y muchos consideran al Maratón Gran Muralla entre los diez más apasionantes, por el reto de sus 5164 escalones y la oportunidad de conocer una maravilla histórica.
El pasado 17 de septiembre, Vieyra completó en el Maratón de Beijing su carrera número 100. “Estuvo padrísimo y fue una gran alegría haberlo podido correr con mi hermano y unos buenos amigos que viven en Beijing”, menciona eufórico a China Hoy. El Maratón de Beijing es organizado por la Asociación de Atletismo de China. La ruta comienza en la Plaza de Tiananmen y termina en el Estadio Olímpico Nacional, conocido como el “Nido de Pájaro”. Cada año unos 30.000 corredores, entre aficionados y la élite mundial, participan en el mismo. El marroquí Salah-Eddine Bounasr fue el ganador de este año. Por la parte femenina, el trofeo se lo llevó la etíope Meselech Beyene. Es la cuarta edición consecutiva en la que una atleta de ese país obtiene el mismo galardón.
Vieyra es ingeniero industrial con especialidad en negocios internacionales, graduado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Una maestría en administración de negocios en China, en la Universidad Jiaotong de Shanghai, lo conectó con la cultura del dragón asiático. De los 100 maratones recorridos, 59 los ha realizado en 29 ciudades de China.
La oportunidad de conocer China
“Llegué a China en octubre de 2004 para ocupar el cargo de consejero comercial en el Consulado de México en Shanghai. Trabajé para la sección comercial por cinco años y después tomé la decisión con mi familia de quedarnos a vivir en China, y cambié mi carrera para enfocarme en el sector automotriz”. Su responsabilidad como gerente de operaciones en la empresa alemana de autopartes TE Connectivity, División Automotriz Asia-Pacífico, no le impide dedicar tiempo a su gran pasión por el deporte.
“Participar en maratones en China me ha dado la increíble oportunidad de conocer muchas ciudades del país”. Vieyra recuerda que hace tan solo cinco años había muy pocos maratones en China, pero que en los últimos años el boom ha sido impresionante. “Cada maratón en China ha sido muy especial y he tenido la oportunidad de correr en ciudades, desiertos, nieve, pastizales, terrazas de té, las montañas arco iris, la playa roja, entre otros ambientes”. Su maratón favorito es el de la Gran Muralla, que ha tenido la oportunidad de correr 7 veces. Aunque ha ocupado las primeras posiciones en algunos maratones, una de sus mayores satisfacciones ha sido “lograr correr debajo de las 3 horas en el Maratón de Bayannur, Mongolia Interior, en octubre del año pasado”.
Su esposa y sus hijos completan el equipo ideal. Vieyra sabe que después de cada carrera, el abrazo familiar lo espera. Ellos son el pedazo de México que lo acompaña en el otro lado del mundo. Algunos de los maratones más reconocidos de China, como el Gran Muralla, el Shanghai Chongming, el de Harbin, el de Xiamen, el de Gobi, entre otros, han contado con su participación.
La creciente influencia de China
Su desempeño profesional se ha ido perfeccionando cada vez más durante estos años en China, un país que lo asombra por su velocidad de crecimiento y desarrollo. “Es impresionante ver todos los avances que tienen en la mayoría de las industrias y los impresionantes proyectos de infraestructura”. Cuando llegó a Shanghai existían 4 líneas de metro y ahora son 16.
Después de 13 años, el bullicio de Shanghai le es familiar. El ir y venir de transeúntes y el ritmo de la ciudad forman parte inseparable de su futuro. “En octubre cumplimos 13 años de vivir en China y hemos aprendido muchísimo en ese tiempo. Hemos aprendido mucho sobre su cultura y su forma de ver al mundo. También hemos tenido la oportunidad de conocer varios países de Asia y vemos cómo China cada vez influye más en la región”.
Vieyra considera que los chinos son personas muy prácticas que tratan de simplificar las cosas y ejecutarlas rápidamente. “Me siento muy feliz viviendo en China. Me encanta ver como la mayoría de los chinos luchan por sus objetivos y son capaces de sacrificar muchas cosas para lograr sus metas”, manifiesta. Sus hijos nacieron aquí y se considera muy afortunado de que estén aprendiendo el idioma y creciendo en un ambiente tan cosmopolita como el de Shanghai.
Luis Vieyra participa en un maratón realizado en Ningxia. Fotos cortesía del autor
Más desarrollo y más maratones
Actualmente varias ciudades de China apuestan por realizar maratones deportivos. Beijing, Xiamen y Tianjin lideran la larga lista. “Ha beneficiado muchísimo a la gente porque así tienen más oportunidades de participar en carreras”, sostiene. Reconoce que los maratones en China se han vuelto sofisticados y que se realizan en sitios maravillosos. “También ha habido algunos problemas porque muchos organizadores han sido muy ambiciosos y han lanzado muchos eventos en poco tiempo, pero estos problemas también se están resolviendo y los organizadores se están volviendo más profesionales y más precavidos”.
Practicar deporte mejora la salud, nos ayuda a conocer nuestros límites y a ganar confianza en las metas que nos trazamos en la vida. Entrenarse mejora el cuerpo, el espíritu, nos hace más disciplinados, organizados y fomenta la creatividad. Los estudios científicos así lo demuestran. “En México, a las personas nos gusta mucho el deporte, y yo siempre practiqué béisbol y futbol americano. Cuando terminé mis estudios empecé a correr e hice mi primer maratón en la Ciudad de México en el año 2000”, recuerda Vieyra. Desde entonces es un apasionado de las emociones que se viven en las carreras, y de la oportunidad de conocer lugares y gentes de una manera única. Este año celebró su cumpleaños de forma singular. “Me apasiona tanto correr que para celebrar mis 40 años busqué un maratón que fuera exactamente el día de mi cumpleaños, y fue así como participé en el Maratón de Jerusalén el pasado 17 de marzo”.
Actualmente, agencias de viaje en diferentes lugares del mundo promocionan la XIX edición del Maratón Gran Muralla, que tendrá lugar el 19 de mayo del próximo año. Entre los 2500 corredores del mundo de más de 60 países que asistieron a la edición de este año estuvo Vieyra. Participar en una de las tres categorías, maratón (42 km), media maratón (21 km) y carrera corta (8,5 km), es un reto. Los planes futuros dependen de la capacidad de resistencia de cada uno de nosotros en el gran maratón de la vida. Luis Vieyra lo sabe.