Por YOLANDA LING y ALEJANDRO SÁNCHEZ

 

El buque Jinan atraca en el puerto de Acapulco.

 

NO es una casualidad que Acapulco haya sido el lugar escogido para que atracaran tres navíos de la Marina del Ejército Popular de Liberación de China. Este puerto mexicano ha vinculado fuertemente a ambos países desde noviembre de 1564, cuando de Acapulco zarpó una flota de barcos rumbo a Asia, los cuales regresaron cargados de seda, porcelana, especias y otros productos chinos, dando así origen a la que luego se conoció precisamente como la Ruta Marítima de la Seda y también a las fuertes relaciones entre ambas naciones.

Era el mediodía del pasado 24 de noviembre cuando el Puerto Transatlántico Internacional de Acapulco se vio aglomerado de cientos de estudiantes, empresarios y ciudadanos chinos y mexicanos, que esperaban el arribo de los buques de la Marina de China. Primero apareció el Jinan y, tras de este, el Yiyang y el Qiandaohu. A su arribo, miles de aplausos y banderas de México y China acompañaron los discursos de bienvenida del secretario general de Gobierno del Municipio de Acapulco, Daniel Meza, y del vicealmirante y jefe de Estado Mayor de la Octava Zona Naval, Mario Maqueda Mendoza, quienes agradecieron el gesto de visitar el puerto acapulqueño.

Se trató de la segunda visita de buena voluntad de la Marina china al puerto de Acapulco (la primera fue en 1997), con el fin de fortalecer y estrechar los lazos de amistad entre ambos países. El embajador de China en México, Qiu Xiaoqi, informó que la flota de la Marina china había zarpado el 3 de abril de la ciudad de Zhoushan, provincia de Zhejiang (este de China), por lo que llevaba 236 días cumpliendo misiones en el mar.

El embajador Qiu recordó que el puerto de Acapulco tiene un vínculo estrecho con China, el que se originó gracias a la antigua Ruta Marítima de la Seda, y que la visita de esta flota china, después de casi una década, “contribuirá a elevar los intercambios entre los ejércitos de ambos países y enriquecerá los lazos de amistad que unen actualmente a China y México”. Qiu Xiaoqi resaltó que ambos países son amantes y defensores de la paz mundial.

En los días siguientes, los marinos chinos realizaron una serie de actividades en conjunto con la Armada de México, incluyendo visitas protocolarias, visitas a los buques, exhibición de equipamiento antiterrorista y actividades culturales y deportivas, bajo la coordinación del capitán naval superior Wang Jianxun y las autoridades mexicanas. Todas estas actividades fueron un símbolo de la amistad que une a China y México desde hace ya varios siglos.

El buque Yiyang realiza maniobras de atraco en el puerto de Acapulco. Fotos de Alejandro Sánchez

Wang Jianxun, comandante de la Misión (tercero de la izq. de la primera fila); Qiu Xiaoqi, embajador de la República Popular China en México (segundo de la izq. de la primera fila); Mario Maqueda Mendoza, jefe de Estado Mayor de la Octava Zona Naval (primero de la izq. de la primera fila); y Ye Jianlin, comisionado político de la Armada del Ejército Popular de Liberación (primero de la der. de la primera fila).