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2016-January-14 14:40

Lazarillos de los hispanos en la poesía china

Por AN XINZHU

AUNQUE en los países hispanohablantes de América Latina, se encuentran pocas traducciones al español de las obras literarias chinas, para las personas dedicadas a este trabajo, la literatura china no solo es de su interés, sino que también es la causa a la que vale la pena dedicar toda su juventud. A continuación, les ofrecemos historias de unos traductores que tienen la difícil tarea de llevar la sensibilidad y sabiduría de los caracteres chinos al español.

22 de abril de 2015. Desvelamiento de la placa del Centro de Lengua y Cultura Latinoamericanas respaldado por la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing y la Universidad San Francisco de Quito, Ecuador, en el Salón Yifu.
 

Desde Bulgaria a México

En México hay una sinóloga búlgara llamada Radina Plamenova Dimitrova, doctora del Centro de Estudios sobre Asia y África del Instituto de México. Radina terminó la traducción del chino al español y del chino al búlgaro de las obras de varios escritores chinos como Bai Pu, Hong Sheng, Pu Songling, Feng Menglong, Jiang Yun, Bei Dao, Guo Jingming, Xu Lizhi, etc., y de siete películas chinas.

“Empecé a estudiar cursos bilingües en el Instituto Cervantes de Bulgaria cuando tenía 13 años”, expresó Radina, “pues pensaba que en el futuro me dedicaría a la traducción de las obras literarias del búlgaro al español”. Su plan se modificó al estudiar en la Facultad de Literatura Oriental en la Universidad de Sofía. Gracias a sus dos maestros, tuvo contactos con la literatura china. Así comenzó a traducir poemas de la dinastía Tang y, luego, terminó la traducción de Chou Shi (Una roca fea) de Jia Pingwa. Después realizó un posgrado con el que se especializó en el estudio de la literatura china antigua y moderna.

Tras graduarse, Radina fue a México a cursar el doctorado y seguir su sueño latinoamericano. Nunca ha dejado de traducir obras literarias chinas. Por el momento, está trabajando con obras de la literatura china antigua, moderna y contemporánea. Sus esfuerzos dieron frutos: Radina quedó en el segundo lugar del grupo de español del Concurso Internacional de Traducción de China 2013 (CITP) y en el segundo lugar en el grupo de sinólogos del Concurso de Traducción de las Novelas Cortas de Mo Yan, organizado por el Instituto Confucio en Bulgaria en 2014.

Radina cree que para los sinólogos en el exterior, la información y sugerencias profesionales son más importantes que la inversión de capital. Su trabajo se relaciona mucho con las editoriales. La China Intercontinental Press es la primera editorial con la que coopera, gracias a su profesora, y Radina tuvo la oportunidad de traducir Du Shi (Piedra azarosa) de Jiang Limin. “Tuve el gran honor de trabajar con esta obra, pues, en primer lugar, es una obra buena; en segundo lugar, pocas veces se ve en México la publicación de novelas medianas como esta”, resumió Radina.

En el Instituto de Literatura de Lu Xun, Radina recibió un folleto sobre otra editorial que publicó una obra de Shen Congwen, escritor al que ella ha prestado atención por mucho tiempo. “En seguida, fijé mi próxima meta”, dijo Radina.

La búlgara desea tener más intercambios con los chinos dedicados a la traducción porque también puede entender perfectamente sus dificultades al traducir.

La búlgara Radina Plamenova Dimitrova.

 

Ama la literatura china por Du Fu

Miguel Ángel Petrecca, proveniente de Argentina, dijo que hace más de diez años escogió el camino de traducir las obras literarias chinas.

“En aquel momento, yo leía poesías de Du Fu junto con un amigo que era amante de la literatura”, contó Miguel, “queríamos leer bien sus obras originales, pero no sabíamos que necesitaría estudiar chino durante varios años, así que nuestro plan fracasó”. Desde entonces, Miguel comenzó a estudiar chino.

Los primeros contactos de Miguel con la literatura china fueron a través de la poesía, sobre todo, las obras clásicas de Li Bai y Du Fu. Lamentablemente, estas obras no tenían versiones en español, sino que fueron traducidas desde el chino al inglés por algunos conocidos poetas y traductores norteamericanos.

“Para mí, Du Fu es un gran poeta, admiro tanto su creatividad como su especial punto de vista”. Entender bien la poesía de Du Fu en chino es lo que motiva a Miguel para estudiar mandarín con más afán. Él comenzó a aprender chino cuando estudiaba en la Universidad de Buenos Aires. Luego, gracias a una beca, entró en la Universidad de Beijing para estudiar el idioma durante un año.

Debido a las dificultades al traducir los poemas clásicos chinos, Miguel, que empezó a estudiar el chino moderno, puso mucho énfasis en la poesía contemporánea. “Me interesa mucho la poesía contemporánea china. Tuve la oportunidad de traducir y editar una colección de poemas: Un país mental: 100 poemas chinos contemporáneos”. Fue su primera traducción que se publicó en Argentina y Chile.

Miguel prefiere llamar a las dificultades encontradas en el proceso de traducción como retos. “Aunque la gramática, vocabulario, cultura y escritura de oraciones en chino son muy complicados, me parecen interesantes”, y citó un ejemplo: “los nombres chinos de una familia tienen un sentido más amplio, no como en español, que solo se limitan a su escritura”.

Miguel ahora es doctor del Instituto Nacional de Literatura y Cultura de Oriente (INALCO) de Francia. En 2015, terminó la traducción de la colección de poemas del famoso poeta chino Yu Jian, La piedra de Kata Tjuta, además, tradujo Después de Mao: Narrativa china actual.

Miguel Ángel Petrecca.

 

Falta mucho para conocer bien la literatura china

“Los mexicanos no tienen suficientes conocimientos sobre la literatura china”, recalcó Adriana Martínez González, traductora mexicana. Al hablar de la literatura china, muchos conocen a Mo Yan porque ganó el Premio Nobel, pero poca gente está familiarizada con el nombre de Mai Jia y sus obras sobre espionaje.

Ella afirma que aquellos escritores chinos que han viajado a América Latina, por invitación del Instituto Confucio, van haciéndose conocer al otro lado del Pacífico, empero, casi nadie conoce a Lu Xun, Zhang Ailing y otros importantes escritores chinos. Por eso, a su parecer, promover y difundir la literatura china en América Latina es un trabajo importante.

Adriana estudió la carrera de Literatura Latinoamericana en la universidad. Se dio cuenta de que en su universidad no había un conocimiento completo acerca de la literatura de Asia. Por eso, tenía muchas ganas de leer los libros de los escritores chinos, así que tras graduarse, estudió chino en la Universidad de Lenguas y Cultura de Beijing.

La mexicana Adriana Martínez González.

En 2007, Adriana cursó el posgrado de Literatura Contemporánea China en el Centro de Asia y África del Instituto de México y en los últimos dos años, tradujo La vida cotidiana de las mujeres de la etnia lagu de Lancang, obra de Ye Duoduo.

Adriana considera que la gran diferencia entre la literatura china y la occidental reside en el lenguaje. Pues, la narración y descripción de las obras chinas se caracterizan por lo significativo y natural, mientras que los lectores occidentales están acostumbrados al ritmo del español y el inglés, que es más acelerado.

Otro escritor chino que Adriana destaca es Bi Feiyu. Las obras de Bi cuentan las historias de muchos protagonistas cuya personalidad y pensamiento no se reflejan en la escritura, sino en líneas. “La forma de disfrutar la lectura está relacionada con el carácter, pues, los latinoamericanos somos muy apasionados y nos encanta expresar nuestro pensamiento, mientras que los chinos son prudentes y callados”, valora Adriana, “los chinos no hablan de forma directa a pesar de tener la misma sensación que nosotros”. Esta opinión la comparten muchos lectores latinoamericanos al terminar de leer una novela china: “No ha pasado nada”, de hecho, ha ocurrido lo que debería ocurrir, pero en muchas ocasiones, “no podemos percibir y entender las cosas que ustedes pueden ver y comprender”.

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