Por AN XINZHU
La buena salud de la enseñanza del español
Primera edición del concurso de español de la cadena CCTV, en Beijing en 2013. Cnsphoto
Ya en la universidad, Yang se dio cuenta de que sus compañeros de diferentes provincias chinas también habían alcanzado una buena calificación en el examen nacional de acceso a la universidad. Últimamente, muchos estudiantes de buen rendimiento eligen estudiar el español, algo inimaginable hasta hace algunos años, cuando la joven con el mejor resultado en el examen nacional de letras y humanidades decidió estudiar en la Facultad de Español de la Universidad de Beijing.
Crecimiento exponencial
“Barcelona es una ciudad que me encanta y los hispanohablantes son muy amables”, responde Yang Yujia cuando se le pregunta por qué eligió el español, aunque las buenas perspectivas de empleo son también un motivo para ella. Desde fines del siglo pasado que el país necesita cada vez más graduados en español, una demanda que aún no es completamente satisfecha.
“Cada año, dos o tres universidades abren una facultad de español. Incluso, en un solo año se han llegado a establecer seis”, indica Zheng Shujiu, profesor de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing y presidente de la Asociación China de la Literatura Española, Portuguesa e Hispanoamericana. Desde el año 2000, la enseñanza del español en China ha crecido de forma exponencial.
Esta situación ha llamado la atención de muchos especialistas chinos. De hecho, el profesor Zheng Shujiu y su grupo comenzaron en 2008 a investigar el tema. “Nuestro objetivo era realizar una investigación completa, sistemática y científica”, explica. El estudio de la enseñanza del español en los colegios y las universidades chinas es el fruto de este arduo trabajo, publicado en agosto pasado.
Entre 2000 y 2015, más de 60 universidades chinas abrieron una facultad de español. En 1999 solo 12 universidades ofrecían la licenciatura de español, con menos de 500 estudiantes. Hoy en día, se estima que haya entre 12.000 y 14.000.
“Salvo el Tíbet, Xinjiang, Hainan y otras zonas alejadas, el 80 % de las provincias y regiones autónomas de China cuenta ya con una facultad de español”, asegura Zheng Shujiu. Por ejemplo, hasta finales del siglo pasado, las provincias de Liaoning, Jining y Heilongjiang no tenían una facultad de español. Hoy, diez universidades ya lo tienen. Asimismo, el número de universidades de la provincia de Jiangsu que ofrecen el español ha aumentado de una a ocho, y en Beijing el crecimiento ha sido de seis a más de diez.
Cabe resaltar que hay varios tipos de formación. Una buena cantidad de personas prefieren los institutos de preparación, las clases de estudios avanzados en las universidades o, incluso, hay muchos que son autodidactas. Según cifras de la Editorial de Educación e Investigación de Lenguas Extranjeras, el libro Español Moderno I, elaborado por Dong Yansheng y Liu Jian, vende anualmente más de 50.000 ejemplares.
Este año, la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing amplió el número de matrículas e incrementó sus clases de dos a tres, con más de 70 estudiantes en total. Durante la ceremonia de inicio de clases, los profesores animaron a Yang Yujia y sus compañeros a seguir estudiando con mucha dedicación, en vista del gran número de jóvenes chinos que desean también especializarse en el español.
Estudiantes chinos en el Instituto Cervantes de Beijing.
Escasez de profesores
Según Lu Jingsheng, profesor y tutor de doctorado de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai y director de la Subcomisión del Español del Consejo Asesor de Enseñanza de Lenguas Extranjeras en Colegios y Universidades, adscrita al Ministerio de Educación, el crecimiento exponencial del español en China no se detendrá, aunque ello presenta un lado positivo y otro negativo. “Lo positivo es que los profesores tienen espacio para desplegar sus habilidades y talentos, pero el lado negativo, por lo general, es el insuficiente número de maestros y el bajo nivel de enseñanza”, sostiene Lu.
Según un censo realizado en 38 universidades que ofrecen la licenciatura de español, hasta el 31 de agosto de 2012, el 60,5 % de ellas contaban con menos de ocho profesores encargados de las clases principales. Incluso, el 42 % de ellas, es decir 16 universidades, solo disponían de entre dos y cuatro profesores.
La experiencia académica de los profesores tampoco es satisfactoria. De los 248 profesores incluidos en el censo, el 90,3 % solo contaban con una maestría o un grado académico inferior, y más de una quinta parte eran licenciados. Solo nueve universidades disponían de profesores con el grado de doctor. En cuanto a la edad, hay 181 profesores que tienen entre 25 y 35 años, el 73 % del total.
Los recién graduados de la licenciatura de español se han convertido ya en el principal potencial de las universidades que comienzan a ofrecer esta especialidad. De todas las universidades que han establecido sus facultades de español después del año 2000, seis cuentan en toda su plana docente con profesores menores de 30 años.
La edad de los profesores guarda mucha relación con su experiencia profesional. De todos los docentes de español, 58 tienen menos de dos años de experiencia, lo que significa que un cuarto del total tiene una escasa trayectoria profesional. Además, los profesores de más de 20 años de experiencia y de alto nivel académico solo representan el 10 %.
Este desequilibrio en la plana docente y el bajo nivel de enseñanza afectan el rendimiento de los estudiantes durante sus cuatro años en la universidad. En los últimos años, según lo visto en los exámenes nacionales, el nivel de los estudiantes de la licenciatura de filología española de nivel 4 y 8 ha descendido notoriamente.
Ante la escasez de profesores hispanohablantes en China, muchas universidades prefieren enviar a sus estudiantes del segundo o tercer año al extranjero. Si bien es una buena opción para perfeccionar la comprensión auditiva y la expresión oral, las universidades extranjeras no cuentan con clases enfocadas en los estudiantes chinos y, más aún, el costo de la educación aumenta para las familias.
Lo difícil que es ir al exterior
Si bien desde 2003 la oferta laboral se ha complicado un poco por la ampliación de matrícula que se dio cuatro años antes, los graduados de español gozan, en general, de una buena perspectiva de empleo. De acuerdo con informes proporcionados por la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai y otras cuatro universidades, la tasa de empleo de los estudiantes graduados de español alcanza el 100 %, ocupando así uno de los primeros lugares, en comparación con los graduados de otras facultades de idiomas.
A pesar de que es fácil conseguir un empleo, el destino profesional de los graduados de español ha variado mucho. El profesor Zheng Shujiu recuerda que, antes, la primera opción para la mayoría de estudiantes eran los organismos estatales. “Yo me gradué en 1975 y había 45 alumnos en mi clase. Veinte de ellos trabajaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores, 15 en la Agencia de Noticias Xinhua y 5 permanecieron en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Los demás se fueron a empresas estatales”, dice Zheng.
El profesor Zheng Shujiu (izq.) dicta una clase de literatura española en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing.
Según los profesores y alumnos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai, de la Universidad de Nanjing, de la Universidad de Sichuan y de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Suroeste, hoy en día los ministerios chinos y las empresas estatales vienen contratando a un menor número de estudiantes. Pero, por otro lado, cada día hay más provincias chinas que están en contacto con países hispanohablantes. La demanda de graduados de español en las empresas privadas ha aumentado con mucha rapidez, sobre todo en los sectores de comercio electrónico y las pymes.
Por ejemplo, China Machinery Engineering Corporation cuenta con más de cien empleados que hablan español, de los cuales los de más alto nivel se dedican a los negocios de la empresa, y también están los encargados de la comunicación diaria en los lugares de construcción. La firma busca anualmente a más de diez aspirantes para ocupar nuevas plazas. A diferencia de años anteriores, hoy es más sencillo contratar a trabajadores con un alto nivel de español.
“Por lo general, los graduados de español no afrontan la dificultad de conseguir un trabajo, sino la de encontrar un trabajo que les guste”, menciona Lu Jingsheng, profesor de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai. “Muchos factores influyen en la decisión de los estudiantes. Por ejemplo, debido al problema de la inseguridad y a la imagen negativa que América Latina tiene en China, muchos estudiantes no se atreven a trabajar en esa región. Además, la proporción de mujeres y hombres no es equitativa. Los hombres representan menos del 20 % y a las mujeres les cuesta más ir a trabajar a América Latina. Todo ello nos desconcierta”.
Para superar esta dificultad, muchas empresas están cambiando la forma de contratación. Según una empresa de ingeniería que cuenta con personal en todos los países hispanohablantes, la tercera parte de sus empleados son buscados en el extranjero, con la mirada puesta especialmente en los chinos que estudian en el país de destino. Ellos no solo cuentan con un buen nivel lingüístico y una buena capacidad de adaptación, sino que su especialidad (finanzas, comercio, ingeniería, etc.) es un mayor aporte para la empresa, en lugar de que sean solo traductores. Ello, sin duda alguna, impulsará la mejora de la enseñanza del español en China.