El último adiós al profesor Auyón
LE decimos adiós a un gran amigo de China y México, pero, sobre todo, de la revista China Hoy. Chino por nacimiento, mexicano por naturalización, reconocido por propios y extraños como un ícono de la cultura china que nunca escatimó esfuerzos para crear una fuerte relación entre China y México, nuestro gran amigo, el profesor Eduardo Auyón, falleció el pasado 8 de octubre en Mexicali a los 80 años de edad.
Fue en tres ocasiones presidente de la Confederación China del Noroeste de México, agrupación que reúne a más de 40 asociaciones de chinos en el norte del país. Siempre en busca de la reivindicación de sus paisanos, como cariñosamente llamaba a los miembros de la comunidad china, también fue director del Instituto de Ciencias y Artes, vicepresidente de la Alianza Pro-Unificación Pacífica de China en México y representante y promotor de la revista China Hoy en Mexicali y Tijuana. Y a pesar de ostentar todos estos importantes cargos, era un hombre sencillo y de gran nobleza, afable y trabajador.
Eduardo Auyón Gerardo, hijo de padre chino y madre mexicana, nació 1935 en Cantón (Guangdong), China, donde realizó sus estudios de arte chino, especializándose en la técnica de la acuarela. Entre sus obras más famosas están los “Caballos Celestiales”, que fueron exhibidas en diferentes ciudades de China, México y Estados Unidos. El caballo, al que veía como un amigo disciplinado y concienzudo, acompañando al hombre en su proceso de comunicación y progreso, plasmando la belleza de sus movimientos, siempre fue un tema básico en su arte.
Como escritor, una de sus obras más famosas fue El Dragón del Desierto, donde narra el desarrollo de la comunidad china, principalmente cantonesa, en la capital del Estado de 1903 a 2003.
Poseedor de múltiples reconocimientos a nivel nacional e internacional por su aportación a la cultura sino-mexicana, el profesor Auyón fue entrevistado por nuestros colegas en dos ocasiones, en los años 2011 y 2012, donde manifestó su profundo amor por México y el orgullo por sus raíces chinas. Siempre interesado en divulgar la historia de los chinos en México, y el papel preponderante y las grandes dificultades que afrontó en la construcción de la ciudad de Mexicali la primera generación de chinos, el profesor Auyón decía: “Muchísimos chinos han dado su vida por esta ciudad, y por eso merecen reconocimiento”.
Un adiós sin despedida, querido amigo y maestro. Por siempre nuestro cariño y reconocimiento.