Una vida dedicada a los niños autistas
EL Estudio Artístico de Niños Especiales se encuentra en la zona artística 798 de Beijing. A través de los vidrios pueden apreciarse pinturas de colores exagerados y de creación audaz, así como obras artesanales.
En el cartel de la puerta se leen dos líneas en inglés: “AoArt Studio” y “Audistic Or Artistic? Art”. Wang Tian viene esforzándose por encontrar una respuesta distinta a las demás.
“Espero ingresar al mundo interior de los niños autistas a través del arte, ayudándoles a descubrir sus habilidades y a vivir feliz”, señala Wang con firmeza.
Los niños autistas son conocidos también como “niños estrellas”. Ellos no son capaces de establecer un contacto verbal con las personas, de manera que no pueden llevar a cabo actividades sociales normales. Se caracterizan por tener algunos comportamientos estereotipados y repetidos, pero suelen tener un talento extraordinario. Son como “unas estrellas en el cielo y cada uno constituye un mundo aislado que brilla solo”.
Cuando Wang Tian aún cursaba la educación secundaria, tuvo la oportunidad de enseñarle música a un “niño estrella”. Tras graduarse en educación especial en la Universidad Pedagógica de Beijing, se fue a París a especializarse en tratamiento artístico y en administración de organizaciones no gubernamentales. En 2011 regresó al país y empezó a trabajar en el Estudio Artístico de Niños Especiales como responsable de asuntos internacionales y profesora de la clase de tratamiento artístico.
A Qingqing, una niña con dificultades en el contacto verbal, le gusta tenderse boca abajo sobre las tapas de los pozos. “Detrás de cada movimiento repetido de los niños autistas se esconde siempre una razón”. Wang Tian descubrió, poco a poco, que Qingqing no solo quería agacharse sobre las tapas de los pozos, sino que también le gustaba acercarse a cualquier corriente de agua. Lo que ocurría era que la niña relacionaba el ruido del agua con un sentimiento de alegría. Entonces Wang Tian le dijo a Qingqing: “Me gustan las nubes y las golondrinas, y me pongo muy contenta al verlas, al igual que tú cuando oyes el ruido del agua”. Sorprendentemente, Wang recibió un regalo de la niña. Se trataba de un cuadro, en el cual Qingqing había pintado una golondrina volando en el cielo azul, adornado con nubes blancas. Wang se quedó muy conmovida y compuso una canción para Qingqing, titulada Tu existencia.
El Estudio ofrece clases en tres categorías: tratamiento artístico, exploración de intereses y preparación artística profesional. Asimismo, diseña proyectos de enseñanza particular para cada niño, con el objetivo de despertar en los alumnos los deseos de expresarse, la capacidad para el contacto verbal y poder, finalmente, expresarse sin ninguna dificultad.
En la actualidad, Wang Tian viene preparando un convenio con una fundación para conseguir fondos, con el fin de que el Estudio pueda participar en la gira mundial de Support Without Language, una actividad lanzada por una universidad de Gran Bretaña, que consiste en la exposición de una obra de 1,5x4 metros creada por niños autistas del mundo. La obra ha sido exhibida en Gran Bretaña y estará también expuesta en construcciones símbolos de Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Suiza, Sudáfrica y China. El evento tiene como objetivo atraer la atención de empresarios, artistas y personas bondadosas hacia los niños autistas, y crear así un modelo de ganancia para la futura vida independiente de estos pequeños.
“El arte es capaz de llenar la zanja que separa a uno del otro. Con el arte puedo entrar en la enriquecida alma de los ‘niños estrellas’. Espero también que ellos puedan comunicarse con el mundo exterior a través del arte y pinten su propia vida colorida”, concluye Wang Tian, quien siente mucho anhelo por el futuro.