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2013-August-27 15:37

Li Li y el sueño de salvar vidas

Li Li.

Por DANG XIAOFEI

EN abril de 2007, Li Li, jueza del distrito de Fangshan, en Beijing, recibió una llamada del Programa de Donadores de Médula de China (CMDP, por sus siglas en inglés): “Eres una donante compatible con una niña de Shanghai, ¿quisieras ayudarla?”. El mensaje le permitió a Li Li realizar su muy prolongado sueño.

El CMDP es un organismo encargado de la administración y regularización del reclutamiento de los donantes de células madre hematopoyéticas, la clasificación de antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés), así como de la búsqueda de donantes compatibles para pacientes de leucemia y de ofrecer los servicios de trasplante.

El sueño de Li Li se explica por lo que le ocurrió a su prima.

Su prima murió a los 12 años, víctima de la leucemia. La madre, es decir la tía de Li Li, continúa sufriendo la irreparable pérdida. “Las lágrimas de una madre me causaron una profunda impresión”, dice.

La jueza recuerda que, tras graduarse de la universidad, leyó una noticia en Internet que señalaba que el trasplante de células madre hematopoyéticas (conocido genéricamente como trasplante de médula ósea) podía curar radicalmente la leucemia. “Lo primero que pensé fue que tenía una buena oportunidad de hacer mi sueño realidad”.

Li Li decidió ser donante del CMDP y, en 2002, dejó una muestra de sangre. Sin embargo, no se encontraban pacientes compatibles con ella. Cuando en 2007 recibió la llamada del CMDP, Li Li se encontraba preparando su boda. Temía que sus padres se preocuparan, así que les ocultó su decisión. Una vez concluida la boda, Li Li le donó sus células madre a la niña de Shanghai, nombrada Sang Sang, quien se recuperó rápidamente.

“Me sentí orgullosa —asegura Li Li—, pues gracias a mi sangre, una vida volvía a ser vigorosa y, al mismo tiempo, pude cumplir ese sueño que tenía desde la niñez”.

Desafortunadamente, en marzo de 2009, la leucemia volvió a atacar a Sang Sang. En aquel momento, Li Li tenía ya más de 30 años y buscaba quedar embarazada. Sin embargo, no lo pensó mucho y decidió volver a donar sus células madre a la pobre Sang Sang.

Cuando Li Li decidió ayudar por primera vez a la paciente, en 2007, su marido se opuso enérgicamente. Para esta segunda donación, a ella le costó mucho más trabajo convencerlo e, incluso, le dijo que quería posponer el plan de tener un hijo. “Sang Sang era para mí una vida de 18 años”.

Lamentablemente, Sang Sang dejó este mundo. A pesar de la tristeza por esta partida, Li Li está tranquila porque hizo todos los esfuerzos posibles por salvar una vida.